La sanidad en Canarias se está recuperando de un largo coma. Una situación en la que entró un poco antes de que estallara la crisis económica, allá por 2008 -con las primeras medidas de recorte del gasto- y que se ha perpetuado hasta los últimos años, a pesar de que datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) afirmen que la depresión acabó en 2014. El sistema sanitario de las Islas ha vivido sus peores días manteniendo largas listas de espera, colapsando prácticamente todas las Urgencias hospitalarias y precarizando al límite la atención médica, lo que finalmente ha derivado en un empeoramiento de la salud de los ciudadanos, así como en un malestar generalizado con el sistema público.

Según los últimos datos publicados tanto por el Ministerio de Sanidad como por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), el sistema sanitario público parece estar saliendo de su letargo. La recuperación de Canarias destaca en algunos aspectos incluso por encima de otras comunidades autónomas, pero permanece en la cola del gasto por habitante y aún arrastra situaciones precarias en los distintos servicios: como el colapso de las urgencias hospitalarias o las largas esperas para algunos procesos quirúrgicos.

En 2017, Canarias gastó 2.875 millones de euros en la sanidad. Esto supone un 6,5% del Producto Interior Bruto (PIB) del Archipiélago, más de lo que gasta la media nacional (5,5%). No obstante, en Canarias se parte de una situación más precaria, por lo que, a pesar de estos datos, la comunidad sigue siendo la tercera con menor gasto por habitante (1.334 euros), después de Andalucía (1.153) y la de Madrid (1.254). El gasto creció ese año, con respecto a 2016, un 2,9%, lo que sitúa a las Islas en la media de crecimiento nacional.

Una de las partes más castigadas por la crisis ha sido la Atención Primaria, que el Gobierno regional pretende impulsar y mejorar con su estrategia +AP Canarias, que, bajo la guía de 10 puntos de actuación, intentará recuperar hasta 2021 el servicio con una dotación presupuestaria de 87,8 millones de euros.

A nivel nacional, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, presentó al Consejo de Gobierno este miércoles un Marco Estratégico de Atención Primaria. En él se establecen seis líneas estratégicas, 23 objetivos y 100 medidas para alcanzar un servicio "de calidad, orientado a la ciudadanía, a hacer frente a la cronicidad, con alta capacidad de resolución y que potencie la continuidad asistencial", como afirmó Carcedo en declaraciones a Europa Press.

En 2017, mejoró objetivamente la sobresaturación de los médicos en la puerta de acceso al sistema sanitario. Según los datos de la Fadsp, mientras en 2010 el 2,27% de los profesionales tenían un cupo de más de 2.000 pacientes (lo que entienden como sobresaturación), en 2017 este porcentaje se redujo hasta el 0,92%. También se redujo considerablemente el porcentaje de médicos con cupos de 1.500 tarjetas sanitarias.

Esta situación, sin embargo, no es la que ha vivido la gran mayoría de los servicios sanitarios del resto de España. Según el informe, mientras los cupos de 1.500 se han reducido, los de 2.000 han aumentado en 0,45 puntos, lo que no consideran "justificable".

En cuanto a la situación de los especialistas en pediatría de Primaria, esta también ha notado una mejoría. Cada pediatra en Canarias ahora atiende a casi 100 niños menos que en 2010, el segundo descenso más pronunciado de los sistemas sanitarios en España, justo detrás del de Cantabria. Y, además, un dato que contrasta con Extremadura o Madrid, donde los ratios de enfermos por pediatra han crecido en 72 y 69 pacientes respectivamente.

Entre las medidas que el Gobierno estatal tiene previsto poner en marcha con este nuevo marco de actuación, se encuentra fijar para 2022 un límite para lograr las 1.500 tarjetas sanitarias por médico y 1.000 en Pediatría. Mientras, el Gobierno de Canarias pretende paliar lo que queda de saturación contratando durante este año 2019 a 27 médicos de familia, 5 pediatras, 100 enfermeras, 34 auxiliares administrativos, 32 auxiliares de enfermería, 12 fisioterapeutas y 5 psicólogos clínicos. Además, pretende retener a los residentes que han acabado su formación, por lo que prevé una contratación de 75 médicos de familia, 18 pediatras, 13 enfermeras y 17 matronas más.

En 2010, el 2,27% de los médicos tenían más de 2.000 pacientes; ahora son el 0,92%

Perfecto solo para el 10%

El sistema sanitario canario, según el Barómetro Sanitario de 2018, solo es prácticamente perfecto para el 10,1% de los ciudadanos. De toda España, es la comunidad con menos personas totalmente satisfechas con la prestación y también es la comunidad con más personas que piensan que está "tan mal que es necesario rehacerlo completamente", concretamente el 9,3% de la población. Canarias destaca asimismo como la comunidad que más considera que, aunque funcionan "algunas cosas", es necesario realizar "cambios fundamentales. Entre los problemas que más preocupan a los canarios se encuentran las listas de espera (85,9%) y la masificación de las urgencias (70,1%).

El 16% prefiere la privada

El declive de la sanidad pública ha logrado que hasta el 16,4% de los canarios hayan decidido dejar su salud en manos de la sanidad privada. Los motivos fundamentales para este cambio son dos, según el Barómetro Sanitario de 2018: la atención más rápida con respecto a la sanidad pública (78,1%) y la posibilidad de acudir al especialista sin pasar por el médico de cabecera (43,7%).