El cielo tiene reservado un espacio para los héroes. A buen seguro que Arturo Fontán Bouzas (Pontevedra, 1981), el hombre que murió el pasado martes por intentar salvar la vida a una mujer en la playa de Tebeto, término municipal de La Oliva, tendrá un lugar destacado.

La tragedia ha vuelto a golpear a esta familia natural de la localidad gallega de Montalvo, en el municipio de Sanxenxo. A principios de año perdieron a la matriarca Otilia, hace unos tres años, al hermano pequeño, Luis, y por si fuera poco, la muerte también les arrebató a un cuñado de Arturo, hermano de su esposa. Un golpe que devastó a la familia. Aún sin haberse recuperado de aquellos trágicos momentos, un nuevo episodio mortal los vuelve a marcar. Mientras la mujer a la que trató de ayudar salvó su vida, Arturo deja viuda, un hijo menor de edad y un proyecto empresarial que se había consolidado con su socio Tito.

Arturo Fontán y Otilia formaron una familia en tierras gallegas. De esa unión nacieron Sandra, Alex, Arturo y Luis, los dos últimos fallecidos. Un matrimonio humilde y buena gente que trabajó duro para sacar adelante a los cuatro fillos. Allí, frente al hotel familiar, en la misma playa de Montalvo, nació la pasión de Arturo por el mar y por la pesca. La costa entre Portonovo y La Lanzada, especialmente la Punta Faxilda, era su preferida para capturar lubinas, sargos, congrios, corvelos o abadejos, robadizas o doradas.

Fontán llegó a Fuerteventura hace 17 años para trabajar en el sector de la hostelería, profesión en la que se inició en el hotel familiar y posteriormente en otros establecimientos turísticos de su municipio natal. Primero se fue a Morro Jable donde ejerció la profesión durante un tiempo, pero en una visita a Puerto del Rosario se encontró con unos amigos gallegos que lo invitaron a trabajar en la construcción, un sector en pleno auge en aquellas fechas.

Contrajo matrimonio con Ana Suárez, natural de Santiago de Compostela, con la que tuvo un hijo, también llamado Arturo, que a principios de agosto cumple 14 años.

Arturo Fontán se desplazó al pasado martes hasta la costa norte de Fuerteventura, a Tebeto, para comprobar el estado del mar y poder pescar al día siguiente con su barca, una de las ilusiones que hizo realidad en la Isla y con la que salía al mar con sus amigos. Nada más llegar con su todoterreno, observó un alboroto en la orilla y a varias personas pidiendo socorro. No lo pensó dos veces, se despojó de la ropa y se lanzó al agua donde había una mujer en apuros. La chica, de origen colombiano, logró zafarse de las olas gracias a que le arrojaron un buggi y pudo agarrase a unas rocas. Arturo intentó también en dos ocasiones llegar a la orilla, pero la fuerza del mar se lo impidió. Cuando llegó el helicóptero del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) encontró su cuerpo boca abajo a unos cien metros de la costa y en parada cardiorrespiratoria y lo evacuó al Hospital Virgen de la Peña, donde falleció.

La intención de la familia es trasladar el cadáver hasta su pueblo natal. Sin embargo, los días de fiestas de esta semana podrían complicar el traslado. Todo está previsto para que bien mañana o el viernes el cuerpo salga de Fuerteventura con dirección a Madrid.

"No se lo pensó dos veces"

"Esta nueva tragedia ha devastado una vez más a la familia. Mi hermano Arturo murió como un autentico héroe tratando de salvar una vida humana", señaló Alex, hermano del fallecido que no pudo contener la emoción mientras hablaba con este periódico. Añadió que "no se lo pensó dos veces. Se lanzó al mar para tratar de salvar a la joven que estaba en apuros. Actuó con una infinita bondad, la misma que nos enseñaron nuestros padres".

Los amigos de Arturo continuaban ayer en estado de shock. No lograban asimilar la muerte de su amigo, el mismo con el que solían pasar las horas en el bar El Timplillo, en la capital majorera, jugando al tute o simplemente disfrutando de una conversación. Los mismos que lo esperaban en la noche del lunes para ver juntos el partido del Real Madrid, club al que era muy aficionado, e incluso solía llevar a su hijo que siempre lucía una camiseta con el nombre de Ronaldo. Ayer fue una jornada de emociones encontradas entre el grupo de amigos de Arturo. Tuvieron el gesto de volver a reunirse, como hacían cada tarde. Eso si, la emoción cabalgaba en el ambiente por la ausencia del amigo incondicional que pagó con su vida por salvar otra. Así, Javier Cruz, Juan Guimar, Pedro Pérez, Miguel Morales, Alberto Guimar, Riki López, Luis Álvarez y Manuel Morgade, entre otros, quisieron mostrar su amistad infinita a un hombre que dejó sembrado el verdadero sentimiento de la lealtad a sus amigos.

"Para nosotros es muy fuerte la muerte de Arturo. Habíamos quedado el lunes para ver juntos, como hacíamos habitualmente, el partido de la tele donde jugaba el Real Madrid. Sin embargo, cuando nos enteramos de la noticia no logramos asimilarla", señaló Manuel Morgade. Además, destacó que "se nos va un amigo, pero también un auténtico héroe, un hombre entregado a los demás y que encontró la muerte por salvar una vida. Qué injusta es la vida. Lo recordaremos siempre como nuestro héroe y, por supuesto, como amigo".