Ángel Hernández ha perdido lo más importante de su vida, su mujer, por lo que "lo demás le da igual", afirma su abogada, Olatz Alberdi. A las responsabilidades penales establecidas en el artículo 143 del Código Penal por el auxilio o cooperación al suicidio, se suma ahora la investigación encargada por el titular del Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid, que ha determinado que un juzgado de Violencia contra la Mujer analice el caso de Ángel Hernández y su esposa, María José Carrasco, a quien ayudó a morir después de treinta años enferma de esclerosis múltiple.

No obstante, la Fiscalía acaba recurrir esta decisión, puesto que considerar este hecho como violencia machista "es contradictorio con los fines perseguidos por el legislador" para castigar esa lacra social y, además, "manda un mensaje distorsionado a la sociedad" sobre la razón de dicha normativa. El Ministerio Público subraya que Ángel Hernández "se ha ocupado personalmente de los cuidados de María José durante el padecimiento de su grave enfermedad, hasta su muerte" y que su actuación ha supuesto un acto de "cooperación a una decisión libremente pactada y meditada por la propia fallecida, sin que se haya doblegado su voluntad".

-Como representante legal de Ángel Hernández, ¿cómo cree que va a acabar su caso ante la Justicia?

-Lo razonable es pensar que no llegará a entrar en prisión en ningún momento pero que sí será condenado. Si no cambia la situación legal, hoy por hoy esto es un delito.

-Se encargó de hacerlo todo de la mejor manera que se podía hacer.

-Sí, ha hecho todo de la mejor manera posible para que las consecuencias fuesen las menores a nivel legal. Sin entrar en el nivel emocional, a nivel legal está hecho todo correctamente para que se le pueda aplicar el atenuante de confesión, que se sumaría al de parentesco.

Además, por las especiales circunstancias de María José se le aplicaría el 143.4, que atenúa la pena del auxilio al suicidio cuando es un caso con graves dolencias de la víctima y una enfermedad terminal.

-¿Confía en que no ingresará en la cárcel?

-No porque estas especiales circunstancias harían que la condena se viera reducida sustancialmente. De 6 a 10 años podría bajar uno o dos grados, más los atenuantes podría quedarse a lo mejor entre 6 meses y 2 años. Al ser una pena menor a dos años y carecer de antecedentes penales no entraría en prisión, pero efectivamente sería condenado.

-Si se aprobase la propuesta de ley que hay encima de la mesa para despenalizar la eutanasia, ¿podría ser retroactivo y beneficiar a Ángel y a otros casos?

-Hay una norma en Derecho Penal que dice que siempre se aplica la ley más favorable al reo, entonces, aunque los hechos se hayan cometido ya, si en el momento de juzgarlos se hubiera despenalizado, Ángel quedaría absuelto directamente.

"Cuando Ángel me llamó ya habían sucedido los hechos. Lo tenía todo clarísimo a nivel legal y estaba realmente en lo cierto"

-Como experta en leyes, ¿les ha asesorado de cómo tenían que proceder?

-La verdad es que no. Ella era secretaria judicial, entonces no sé hasta qué punto podía tener conocimientos de cómo funcionaba todo esto, pero cuando me llamó Ángel es cuando ya habían sucedido los hechos. Lo tenía todo clarísimo a nivel legal. Me dijo me van a imputar por este delito, según este artículo... y estaba realmente en lo cierto.

-¿Por qué la eligió a usted para representarle?

-Conocí a Ángel hace cinco meses porque querían interponer un recurso contencioso-administrativo contra la Comunidad de Madrid, que no les daba una residencia temporal que necesitaban para dejarla a ella mientras a él le operaban de una hernia que había desarrollado tras tantos años cuidándola, porque cuidar a una persona de este tipo es un gran sacrificio a nivel físico y los cuidadores sufren muchas veces dolencias por ello.

Pero la Comunidad de Madrid les dijo que no cumplían los requisitos, primero porque el año anterior ya habían pedido otra residencia temporal y segundo porque no era un caso de especial gravedad, argumentaron.

A Ángel Hernández le gustaría ayudar a otras familias que se encuentren en esta encrucijada .RTVE

-¿Cómo les afectó este varapalo?

-Fue un palo. Ella cayó en picado en su estado y él lo que me dice es "Olatz, no vamos a seguir adelante con el recurso, retíralo, porque la han ingresado en paliativos y me dicen que es inminente". Parece ser que eso a ella le afectó mucho porque le veía a él mal.

"Es un caso muy duro, pero a nivel jurídico es muy interesante, por la posibilidad de modificar la jurisprudencia en torno a este tema"

-Y cuando le llamó, ¿qué pensó?

Había perdido el contacto con ellos desde que Ángel renunció a seguir adelante con el recurso, hasta que me llamó después de pasar los hechos para ver si quería hacerme cargo de su caso. En ese momento, te pones un poco en su lugar y sientes bastante lástima de que hayan tenido que pasar por esto, con toda la carga emocional que conlleva y encima con esta otra carga de estar pensando en las consecuencias que se te vienen encima. Es muy duro, pero a nivel jurídico es también muy interesante, por la posibilidad de modificar la jurisprudencia en torno a este tema.

"Sereno" ante el proceso judicial

-¿Cómo se siente él en estos momentos?

-Está afectado, sobre todo por ella. Ahora debe enfrentar la nueva vida que tiene por delante sin ella. Pero a nivel jurídico está muy sereno. Tiene muy claro lo que ha hecho, cree que es lo mejor y está convencido de que no ha hecho nada malo. En ese sentido, encara el proceso judicial con mucha entereza.

-¿El consciente del apoyo social que ha suscitado su caso?

-Sí. El apoyo ha sido fundamental para él, no sólo social sino de todo tipo, porque ha habido una ola de solidaridad a todos los niveles, desde los policías, los servicios médicos, la jueza, la fiscalía... y eso es muy importante. Hay una conciencia de que esto no debiera ser reprochable, un caso además, como éste, que es de libro. Ha estado cuidándola durante treinta años e incluso llegó a salvarla una vez que intentó suicidarse con un montón de pastillas.