Desde que hay sistema democrático en España se habla mucho de los derechos mientras que de los deberes nadie habla. Y es importante que se hable y se aprenda de manera conjunta de deberes y derechos. Con estas palabras venía ayer a resumir el magistrado de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife y exdiputado del Común, Arcadio Díaz Tejera, el significado que hay detrás del programa Educar en Justicia, una iniciativa organizada por el Consejo General del Poder judicial para acercar a los escolares el sistema de funcionamiento de la Justicia en España, un sistema garantista y pilar de los valores democráticos y constitucionales, con especial incidencia en la violencia de género o la responsabilidad penal de los menores de edad. Díaz Tejera hizo esta reflexión a los alumnos del IES Viera y Clavijo en La Laguna, quienes han retomado esta acción del CGPJ, que la inició a mediados de la década pasada pero que por razones económicas, se dejó de hacer en los años de la crisis.

Los alumnos de este instituto se han desplazado a los juzgados de La Laguna durante varias jornadas en los últimos tres meses para asistir a la celebración de juicios reales. La idea es que los estudiantes aprendan que "la sociedad en la que vivimos funciona gracias a unas reglas que nos hemos dado, en este caso jurídicas, y que cuando se transgreden existen unas consecuencias". A raíz de la experiencia obtenida con esas visitas, un grupo de alumnos debía escenificar lo que ocurre en una sala de juicios para transmitir lo aprendido al resto de sus compañeros de clase, que ayer casi abarrotan el salón de actos de este instituto.

En este sentido, Giselle Picón, Orestes Ramos, Roberto Pérez, Ana Belén García, Claudia de la Paz y Gelitza García son los escolares que encarnaron los diferentes papeles que se ven en una vista oral. Giselle hizo de víctima; Orestes, el fiscal; Roberto hizo de testigo como amigo de los dos acusados, que en este caso fueron representados por Iru Adat y Enrique Rivero; Ana Belén representó los papeles de letrada de la Administración de Justicia (el antiguo secretario judicial) y abogada de la defensa; Claudia se enfundó en el perfil de una médico forense y Gelitza asumió el rol de agente de la Guardia Civil.

El juez Díaz Tejera presidió la escenificación del juicio explicando a los alumnos cuestiones habituales en los procedimientos judiciales así como los tipos de jurisdicciones: civil, penal, social y contencioso-administrativa.

El caso práctico que se escenificó consistió en un hecho real, ya juzgado, en el que los acusados eran dos menores de edad que fueron procesados por los delitos de robo a una indigente y un homicidio en grado de tentativa. El procedimiento y los hechos investigados antes de celebrarse la vista oral fueron relatados por la letrada de la Administración de Justicia y luego se interrogó a los investigados, quienes negaron parte de los hechos.

Es lo que suele pasar en la vida real, cuando se coge con el carrito de los helados a alguna persona que ha cometido un delito y debe comparecer ante los tribunales. Los menores declararon que habían robado 20 euros a la indigente, pero que no le habían quitado una tarjeta de crédito ni la habían intentado matar luego prendiéndole fuego. Las pruebas testificales y las objetivas aportadas por la forense rebatieron la versión de los menores, quienes finalmente fueron condenados a una pena de cuatro años de internamiento en régimen cerrado y otros tres de libertad vigilada asistiendo a un centro de personas mayores para cuidarlas.

Al acto asistió la consejera de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias Soledad Monzón y la directora de la Agencia Canaria de Calidad Universitaria y Evaluación Educativa y del Servicio de Innovación Educativa del mismo departamento, Teresa Acosta.

Monzón destacó que "este proyecto que recupera el Consejo General del Poder Judicial sitúa al alumnado en la realidad que se vive día a día en un juicio y quizás pueda despertar alguna vocación profesional de futuro; por lo que es un proyecto que tiene muchos puntos de vista positivos". Añadió la consejera que la escenificación de una vista oral y la asistencia a juicios permite a los chicos y chicas tener una perspectiva de las consecuencias que tienen las acciones que hacemos en nuestra sociedad".

Por su parte, Aurelio Fernández, profesor de Teatro del IES Viera y Clavijo, que ha tutelado a los estudiantes en esta experiencia, manifestó que "les ha venido muy bien meterse en los papeles que han protagonizado para experimentar lo que les puede ocurrir en la vida real".