La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a la actriz Lucía Bosé del delito de apropiación indebida de un dibujo que el pintor Pablo Ruiz Picasso le habría dado en 1963 a su empleada de hogar y que vendió al fallecer ésta, por el que la fiscal pidió que fuera condenada a dos años de prisión.

Lucía Bosé, de 88 años, declaró en el juicio que el cuadro fue un regalo que le hizo "la tata" porque no le gustaba la obra.

En una sentencia la Audiencia la absuelve y declara probado que la actriz mantuvo conviviendo en su domicilio como una persona más de la familia a la empleada doméstica Remedios T.M. durante más de cincuenta años.

Añade que ese fue el domicilio utilizado permanentemente por Remedios T.M. hasta el punto de que en él murió el 5 de abril de 1999.

La Sala agrega que "en dicho domicilio se encontraba desde que fue entregado por el pintor Pablo Ruiz Picasso un dibujo realizado por él titulado ''La Chumbera'', en cuya parte posterior figura ''para Reme'', que la acusada vendió el 25 de junio de 2009 en subasta pública por el importe de 198.607 euros".

En su resolución el tribunal explica que "surgen dudas respecto de si la propiedad del dibujo era de la fallecida Remedios T.M. o de la acusada al tiempo de proceder la misma a la venta de dicho dibujo".

Añade que frente a lo manifestado por las querellantes, sobrinas de Remedios, la acusada mantiene en todo momento que fue ésta la que le regaló ''La Chumbera'' y además "los testamentos que obran en autos nada dicen del dibujo".

Además de la pena de dos años de prisión la fiscal solicitó en la vista que se le impusiera a la acusada una multa de 4.800 euros y que indemnizara a los herederos de Remedios T.M..

Por su parte las acusaciones ejercidas por las sobrinas de Remedios T.M. reclamaron que Lucía Bosé fuera condenada a tres años de cárcel y a una multa de 9.600 euros y a que les entregue el dinero obtenido por la venta del cuadro.

Finalmente, Lucía Bosé ha sido absuelta en una sentencia que no obstante puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.

Su hijo, el cantante Miguel Bosé, compareció en el juicio a través de una videoconferencia desde México, donde reside, y se acogió a su derecho a no testificar, lo que le permite la ley al ser familiar directo de la acusada.