Director de la escuela de negocios de La Salle en Madrid, Jesús Alcoba propugna la figura del líder inspirador, atento a sus musas, para motivar a quienes le rodean, prestando atención a todos incluso a los más críticos ante los apasionantes retos de la era digital. ?Necesitamos jefes que nos estimulen para trabajar a gusto y facilitar la aparición de ideas innovadoras?, propone Alcoba, quien recoge en Inspiración (Alianza editorial) sus particulares investigaciones en torno a cómo funciona esa llama que enciende el alma y mueve al mundo.

¿Sigue siendo la inspiración una cosa rodeada de misterio?

Sí, pero cada vez aparecen más científicos que ayudan a desentrañarla.

¿Qué dicen los científicos?

Que la inspiración no es un fenómeno paranormal ni extraño. Es tan humano como respirar.

¿Cómo actúan las musas en nosotros?

Las musas habitan en el interior de las personas a través de un proceso mental no consciente. Unos escuchan a sus musas y otros, no.

Dice que el suyo es el primer libro del siglo que explica en qué consiste la inspiración. ¿Es que no tiene abuela?

No quise lanzarme un piropo pero no hay ningún otro libro que estudie el fenómeno de la inspiración desde un punto de vista científico.

¿Qué toma del libro de Harding de 1940 Una anatomía de la inspiración?

Ese libro me animó a estudiar este fenómeno.

¿Cómo surge la inspiración?

La inspiración no sustituye al trabajo o al esfuerzo. A cualquier persona le puede saltar la chispa de inspiración sin necesidad de estar haciendo un trabajo creativo.

Así que hay que estar muy atento a ese momento de chispa...

Claro. Todos tenemos capacidad de inspiración. Los inspirados ponen nombre a las ideas que hay que sujetar y alimentar.

Y eso, ¿cómo se consigue?

Las buenas ideas vienen del inconsciente pero cuando uno está bien informado. Hay que saber preguntarse, leer, hablar con personas antagónicas, viajar y pasear. Hay que dejar fluir la mente errante.

Mente errante. ¿Qué es eso?

Son esos momentos en los que tu actividad mental no es muy intensa pero te surgen ideas. Cuando estás en la ducha, en un atasco o paseando. La inspiración no es solo de eruditos.

¿Por qué está tan poco estudiada científicamente esa fuerza creativa que según Picasso tiene que encontrarte trabajando?

Porque es un fenómeno complejo de analizar en un laboratorio y porque la gente piensa que es algo sobrenatural cuando lo tiene todo el mundo.

Siempre ha sido algo sublime, mágico...

Sí. Cuando algo tiene sentido, te reconforta y te alegra es la magia de la inspiración. Eso es también sublime.

Si la conclusión es que esa magia acaba siendo la única emoción capaz de encender el alma quizá es porque estamos más ante una realidad poética que científica.

La inspiración es mística y científica y debe ser así porque es normal que en nuestras vidas haya cosas mágicas, místicas y misteriosas. No hay que empeñarse en tener respuestas para todo.

¿Qué tienen en común el enamoramiento y la inspiración?

Son fenómenos que escapan a nuestro control y funcionan por su cuenta.

¿Es contagiable la inspiración?

Tanto que se transmite físicamente. Si un escritor se siente inspirado hace que el lector sienta emoción, conmoción o escalofrío cuando lee su obra.

¿Cómo encaja Elon Musk, el creador de Tesla, en su estudio?

Es una mente inspiradora, un gran soñador y de un temperamento difícil de embridar como el de los grandes genios.

Parece que los genios también aquí llevan ventaja.

El genio aprovecha la inspiración con talento.

¿Qué aporta el liderazgo inspirador en cualquier empresa, la familia incluida?

Un liderazgo inspirador a través de las acciones y las palabras transmite a los que le rodean otras inspiraciones. Antes los jefes nos decían qué hacer y ahora nos tendrían que inspirar para que trabajemos motivados.

¿Es necesario potenciar la disconformidad y discrepar de lo que diga el jefe en las reuniones de trabajo?

El jefe debe permitir la discrepancia y la disconformidad porque las buenas ideas no suelen brotar de un pensamiento único.

O sea, que hay que fomentar el pensamiento rebelde.

Las empresas tienen que empezar a dialogar con la rebeldía porque el modelo del siglo XX ya no funciona. Se acabaron los entornos predecibles porque con la innovación apareció la disconformidad, la discordia y la rebeldía.

Cualquier organización necesita un discurso ilusionante capaz de enganchar a los miembros del equipo. ¿Qué exigencias plantea ese discurso en nuestra sociedad de hoy?

Las organizaciones deben dar sentido al propósito de cada profesional dentro del propósito global y lanzar a sus clientes mensajes auténticos. Lo que vende ahora es la autenticidad.

¿Quién es hoy para usted el líder inspirador más admirable?

Steve Jobs porque logró cambiar el mundo.

¿Estamos preparados para afrontar la cuarta revolución industrial?

Ni de lejos. Nos falta entender en qué consiste esta nueva era digital y nos faltan también competencias y habilidades.

Hábleme de las respuestas más interesantes de las entrevistas realizadas por usted para elaborar su libro...

El diseñador Alberto Corazón dice que la inspiración son fragmentos de vida detenida y el escritor Luisgé Martín deja claro que los cuentos le caen del cielo pero las novelas las tiene que cavar.

¿Cuál es la gran lección que sacó usted al culminar esta obra?

La necesidad de que los hombres demos más valor a la inspiración. Es un tesoro del ser humano que requiere atención y cuidados.