A Samuel García Herrero le rondaba desde hace tiempo la idea de contar la vida y la obra de su padre. Ha hecho realidad ese sueño de glosar la figura de Luis Celso García Guadalupe (1956-2014), luchador incansable por la justicia social y parte ya de la historia contemporánea de Canarias en el tardofranquismo y la Transición. Desde su labor en la Coordinadora Popular de la Vivienda como militante del Partido Comunista de España (PCE) -al final de su vida se afilió a CC- hasta las reivindicaciones de su barrio de nacimiento, La Candelaria, y del de adopción, Añaza, donde llegó en 1989.

Samuel contó con la ayuda como coautor de Juan Antonio Amador Fernández, poeta y escritor, además de compañero de trabajo. Con él mantuvo interminables conversaciones que fructificaron en un libro de 217 páginas, "y porque paramos", advierte.

Ha sido "inestimable" la colaboración del ilustrador Ray Pérez en la portada y los dibujos del interior. Samuel amplía agradecimientos a Ediciones Idea y "a Francisco Pomares por su ayuda", así como al periodista Tachi Izquierdo, amigo de Luis y autor del prólogo donde lo califica como el hombre que solo reconocía sus defectos.

Una vida muy intensa que no se limitó a liderar la lucha vecinal en barrios de Santa Cruz. Su dimensión es regional y abarca desde el sindicalismo en SOC y CCOO a la formación de comunidades de viviendas, llevar propuestas de financiación al Parlamento o negociar convenios -se especializó en la prevención de riesgos laborales- en su sector profesional, la construcción, cuya Fundación Laboral impulsó. Siempre con dos vías de trabajo: la gestión y la acción.

La vida y esas luchas llevaron a Luis a adquirir conocimientos de derecho, economía, arquitectura, planificación urbanística...

Samuel no se limita a divulgar la trayectoria pública de su padre sino que dedica varios de los trece capítulos del libro a sus orígenes, su familia o sus amigos.

Luis fue el más pequeño de nueve hermanos y vivió su infancia y juventud en La Candelaria, barrio ligado a la emigración del trabajo que daba la Refinería. Pronto nació en él la vena reivindicativa que desarrolló en las Asociaciones de Cabezas de Familia. Formó una con Concepción -todos la llaman Inma- a la que conoció en Cartagena durante el servicio militar. Tuvo tres hijos, Samuel, Patricia y Borja, además de multitud de amigos y compañeros. Entre los primeros, el libro reserva un espacio a José Luis del Olmo, dirigente vecinal en Azorín, ya fallecido. Entre los camaradas "Juan Pedro Ascanio, tipógrafo, trabajador de El Día y fundador del PCE en Canarias", apunta Samuel.

El autor ha encontrado en estos años de trabajo -comenzó cuatro meses después de la muerte de su padre- "información en prensa, archivos y bibliotecas que desconocíamos porque siempre intento dejar al margen a su familia". Entre el material, añade, "los apuntes que guardaba".

Este es un proyecto solidario porque "hemos llegado a un acuerdo con la ONG Pequeño Valiente para donar lo que recaudemos los autores como derechos".

Todos los interesados en esta figura, ya histórica, de Canarias tienen una cita el próximo 12 de abril, en la Sala MAC, a las 19:00 horas, con la presentación de Luis Celso, el alma de los barrios.

Un referente

Luchador por su gente, referente del movimiento vecinal, creador de nuevas líneas de lucha y modelos para conseguir objetivos en toda Canarias, fiel a sus ideas de izquierda... Podrían ser apuntes para un perfil de Luis Celso García Guadalupe, eterno presidente de la asociación 8 de Marzo. Añaza, su barrio de adopción -y también el que mamó de niño, La Candelarias-, perdieron en diciembre de 2014 a su primer defensor. Quedó el recuerdo de la persona buena, humilde, amable e íntegra. Desde el sindicalismo al movimiento vecinal, del que fue pionero y líder. Sin olvidar una enorme capacidad negociadora que valora, por ejemplo, desde las antípodas ideológicas Manuel Hermoso.