La misión OSIRIS-REx de la NASA ha revelado que el asteroide Bennu tiene una superficie áspera, con alta densidad de rocas y de bajo albedo. Los primeros resultados del análisis de las imágenes fueron publicados ayer en un artículo de Nature Astronomy por cuatro investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de La Laguna (ULL).

Durante las fases de Aproximación y Estudio Preliminar de la misión, entre los meses de agosto y diciembre de 2018, el conjunto de cámaras OSIRIS-REx Camera Suite (OCAMS) tomó una serie de imágenes a escalas de hasta 33 cm/píxel, mientras que los espectrómetros OSIRIS-REx Visible and InfraRed Spectrometer (OVIRS) y OSIRIS-REx Thermal Emission Spectrometer (OTES) obtuvieron espectros integrados en disco del asteroide, que cubrían una rotación completa del objeto.

Juan Luis Rizos, Marcel Popescu, Javier Licandro y Julia de León, investigadores del IAC y de la ULL y miembros del Grupo de Trabajo de Procesamiento de Imágenes de OSIRIS-REx (IPWG), han contribuido al procesado y análisis de las imágenes obtenidas por MapCam. "Necesitamos corregir las imágenes de las variaciones de brillo causadas por las diferentes geometrías de visión y ángulos de iluminación para poder interpretar correctamente las características detectadas en la superficie como diferencias reales en el tipo de material", explica Juan Luis Rizos, investigador pre-doctoral del IAC/ULL y parte del IPWG.

Bennu presenta una gran diversidad superficial, con variedad de tamaños de partículas. La superficie está cubierta por más de 200 rocas de más de 10 metros de diámetro.