El Sistema Nacional de Salud (SNS) mantiene su calidad pese a las dificultades, pero es urgente afrontar "importantes" retos que tiene por delante, como el progresivo envejecimiento de la población o las diferencias entre comunidades autónomas, que se han agravado durante la crisis.

Es una de las principales conclusiones del informe "La sanidad en cifras 2018", elaborado por la Fundación Gaspar Casal para el Círculo de la Sanidad, que ha sido presentado este miércoles en el Ministerio de Sanidad.

El presidente del Círculo de la Sanidad, Ángel Puente, ha puesto de manifiesto que el SNS "ha podido aguantar la enorme presión al que se ha visto sometido como consecuencia de la crisis económica", lo que demuestra que es uno de los mejores del mundo, "gracias sobre todo, a los cientos de miles de profesionales sanitarios".

El informe señala que el gasto sanitario en 2016 (último año del que se dispone de datos oficiales) fue del 9,1 % del PIB, dos décimas menos que el ejercicio anterior.

Al igual que en otras ocasiones, el Círculo de la Sanidad ha incidido en la necesidad de realizar una inversión suficiente en salud, que debe ir acompañado de medidas de racionalización, y ha abogado por reforzar la colaboración público-privada, garantizando siempre una atención universal, gratuita y de calidad.

El estudio señala también el aumento de la demanda asistencial, debido principalmente al envejecimiento de la población (entre 2012 y 2016 los mayores de 65 años se incrementaron un 7 %).

Para acabar con las listas de espera, subraya la relevancia de la propuesta del sector privado de poner en marcha un plan de contingencia.

Entre 2012 y 2016 han aumentado las partidas destinadas a atención especializada, mientras que se han mantenido las de atención primaria.

Un aspecto positivo que destaca el informe es la disminución en un 8,53 % de la tasa de infección hospitalaria y en un 2,47 % la de mortalidad intrahospitalaria tras intervención quirúrgica.

Como aspecto negativo señala el aumento del consumo de antibióticos, antidepresivos y sustancias hipnóticas, lo que se puede asociar al envejecimiento de la población y al estilo de vida actual, en que el estrés juega un papel relevante en todos los segmentos de edad.