Un estudio desarrollado en toda España por once universidades ha revelado que los ingresos de los padres y su nivel educativo influyen sobre el riesgo de sus hijos de padecer obesidad, de forma que los chicos de familias acomodadas presentan menores índice de sobrepeso.

Quince investigadores de estas universidades, entre las que figura la de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), publicaron en la revista Journal of Sports Sciences los resultados del trabajo que han llevado a cabo en el marco de un proyecto denominado Profit: Promoviendo la salud por medio de la actividad física.

Según informó la ULPGC en un comunicado, las conclusiones de este estudio se basan en una muestra de 2.638 niños en edad preescolar (de tres a cinco años) de todo el país, cuyos índices de masa corporal y circunferencia de cintura fueron comparados con el nivel socioeconómico de sus progenitores y el estado civil de estos.

La capacidad cardiorrespiratoria de los niños con padres casados es más alta

Las conclusiones indican que entre los niños en edad preescolar cuyos padres tenían niveles educativos más altos e ingresos mayores se observaban menores tasas de obesidad.

Además, los preescolares con progenitores empleados en ocupaciones de alto nivel eran más ágiles. Finalmente, los niños con padres casados tenían una mayor capacidad cardiorrespiratoria que los hijos de familias monoparentales.

En general, añade la ULPGC, "un mayor nivel socioeconómico se relacionó positivamente con una menor obesidad y mayores niveles de condición física". "Las intervenciones escolares deben ser conscientes del hecho de que los niños con un bajo nivel socioeconómico tienen un mayor riesgo de obesidad y baja condición física en los primeros años de vida", apuntaron los autores.