La motivación y la curiosidad es el alimento de los viajeros. Se dice que el destino no es un lugar, es solo una nueva manera de ver y disfrutar las cosas; cuando alguien viaja se encuentra obligado a confiar en personas extrañas, que usualmente ni siquiera hablan el propio idioma.

El que no ha viajado no conoce otras culturas e idiosincrasias, y no sabe lo que es capaz de hacer el ser humano, ni el valor de él. La vida solo se vive una vez, pero si se vive viajando, una sola vez es suficiente.

Descubrir París: la Ciudad Luz

Llegar a París, la ciudad de la luz, en 6 horas y 19 minutos en un tren de la más alta calidad, solo se logra viajando en el AVE Barcelona París, un medio de trasladarse que está llamando cada vez más la atención y acaparando las simpatías de los turistas.

Los maravillosos paisajes que se visualizan en los 830 kilómetros de recorrido son un abreboca para la maravillosa sensación de llegar a la romántica y cultural la ciudad de la luz en la estación Gare de Lyon Paris.

La Basílica Sacré Coeur, Notre Dame de París, los jardines de Versalles y el Musée Fragonard son solo algunas de las maravillosas atracciones turísticas y de interés que nadie que visite la ciudad puede perderse.

La Casa de Víctor Hugo y Honoré de Balzac son un imán para los amantes de la literatura universal que pasean por las concurridas calles parisinas, que siempre cautivan al visitante.

Un viaje al lejano y misterioso Japón

Y del romántico París, una opción muy atractiva es viajar al Imperio del Sol, donde el exotismo, el misterio y la sorpresa son una constante. Si es la primera vez que se visita el país nipón, descubre qué ver en Japón visitando Periodista en Japón, que ofrece toda la información y el asesoramiento necesario para disfrutar de un viaje inolvidable y placentero.

Tokio es un destino geek por excelencia y Kioto deslumbra a los amantes de la naturaleza, la tradición nipona sorprende y deja sin aliento, con la belleza y majestuosidad de los templos sintoístas y los templos budistas que se encuentran por toda la ciudad.

Uno de los países más fascinantes de la tierra ofrece múltiples contrastes, sobre todo al visitar a Japón en invierno por la infinidad de sitios de interés turísticos. En este sentido es imprescindible organizar un itinerario, de acuerdo con la disponibilidad de días, los gustos específicos del turista y el presupuesto que se dispone.

El Festival Anual del Hielo y las copiosas nevadas son un espectáculo inolvidable en los inviernos japoneses que atraen a miles de turistas de todo el mundo a ver exhibiciones de luz y deslumbrantes iluminaciones, y muestras de esculturas que colman las ciudades. Otro elemento de atracción más para los hedonistas es la gastronomía japonesa, que incluye delicias como el sushi o el teppanyaki.

Las zonas costeras del sur de Japón que dan al océano Pacífico se caracterizan por un clima más templado, aunque siempre es probable que los copos de nieve no se hagan esperar. Desde comienzos de diciembre hasta finalizar febrero, es posible disfrutar del invierno nipón.

El estanque azul en la hermosa ciudad de Biei, que forma parte de la prefectura japonesa de Hokkaido, es un espectáculo de un azul turquesa impresionante, escondido dentro de un bosque denso y misterioso. El estanque parece una laguna y fue creado por unas excavaciones que evitaron que deslizamientos de tierra provocados por las erupciones del volcán del Monte Tokachi, llegarán a las ciudades cercanas y el foso que quedó como resultado se llenó de agua, dando origen a este maravilloso estanque con todos los tonos de azul que pueden encontrarse en el espectro.

El invierno es ideal para verlo, pues el contraste de la nieve impoluta con los azules del estanque es un espectáculo que jamás puede olvidarse.

Encontrar la mejor información para viajar

Blogs turísticos como http://www.viajesyvacaciones.es/ consideran que un lapso suficiente es 12 días, pero esto es decisión del viajero. Algunos prefieren visitar Japón en primavera para ver la floración de los cerezos, un espectáculo único en el mundo, que solo es comparado con los maravillosos paisajes invernales, cuando el blanco de la nieve se apodera de las retinas. Definitivamente, el Imperio del Sol no defrauda ni deja indiferente a ningún visitante.