La proliferación de información falsa en internet ha sacudido los procesos electorales de los dos últimos años. En paralelo, las grandes tecnológicas, en el punto de mira, tratan de frenar el problema, pero ¿es posible que un algoritmo identifique qué es verdad y qué no?

"Es duro decirlo, pero no creo que se puedan crear algoritmos que identifiquen qué información es falsa y cuál no", explica Pandu Nayak, vicepresidente del departamento de Google que se encarga de la herramienta de búsqueda, la más utilizada en el mundo.

"Hay ejemplos muy obvios, pero hay zonas grises que son más difíciles de identificar y requerirían del trabajo de investigación de periodistas especializados".

Al ver imposible filtrar la información falsa, la empresa intenta posicionar "mejor" la relevante

Como Google ve imposible filtrar y eliminar la información falsa para que desaparezca de sus resultados de búsqueda, lo que ha hecho es posicionar "mejor" la información "relevante" que procede "de fuentes autorizadas".

"Teníamos problemas (...). Hemos hecho un gran esfuerzo para proteger a nuestros usuarios", subraya Nayak.

Hasta hace poco, cuando preguntabas a Google "¿Cuándo sucedió el Holocausto?", el primer resultado correspondía a una página negacionista; tras los cambios incorporados, el primer resultado ahora es el del Museo del Holocausto de Estados Unidos.

Solo en 2017, la compañía ejecutó un total de 2.500 cambios en el algoritmo de su buscador, una media de seis al día.

El dirigente de Google reconoce la dificultad de gestionar una herramienta que a diario lidia con las novedades de lo que sucede en todo el mundo. "El 15% de las preguntas que se registran cada día son completamente nuevas" y "lo cierto es que las preguntas cada vez son más y más difíciles".