La Lotería de Navidad dejó ayer en toda Canarias 36,12 millones de euros. A las islas de Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura les han correspondido 32,40 del Gordo, gracias a los 81 décimos del 3347 vendidos en diferentes puntos. Todas las islas han tenido esta vez algo de suerte con un tercero, un cuarto y cuatro de los quintos premios, que suman 3,72 millones. El número más deseado se distribuyó en un receptor de la calle Los Pobres, en Tegueste; la avenida Príncipes de España y la calle San Agustín, en Icod de los Vinos; en una cafetería de la carretera a Las Cañadas, en Vilaflor; en las calles Los Sueños y Puerta Canseco, en Santa Cruz de Tenerife; en la plaza del Charco del Puerto de la Cruz; en las gasolineras Repsol de Abades y Porís de Abona, en Arico; en la Avenida Islas Canarias, en La Orotava; en la carretera general de Valle Guerra y en la avenida del Gran Poder en Bajamar, en La Laguna, así como en la calle San Agustín de Los Realejos. Y, como el pasado año, en la estación de servicio Repsol La Chasnera, en el kilómetro 54 de la autopista del Sur, que se ha convertido en la capital de la "buena suerte" en los últimos años. Tan solo en dicho establecimiento se distribuyeron 24 décimos del Gordo, lo que supone un reparto de 10.400.000 euros. Un auténtico récord.

Pero en la ya afamada gasolinera también se vendieron ocho décimos del tercer premio, 04211, (900.000 euros), seis del cuarto 67774 (120.000 euros), nueve de un quinto, 2.308, (54.000 euros) y 13 de otro quinto, 29.031, (78.000 euros).

El éxito de los receptores de lotería gestionados por el Grupo González Canarias en sus gasolineras Repsol es difícil de igualar en el Archipiélago. Y cada año se superan en logros.

Más de diez millones seiscientos mil euros repartidos en el Sorteo de Navidad de este año van a ser un "motor" inmejorable para incrementar las ventas el próximo ejercicio. No es nada fácil que en una edición se vendan en un mismo punto 24 décimos del Premio Gordo, así como diferentes décimos de un tercero, un cuarto y dos quintos. Y eso en la estación de servicio La Chasnera, centro neurálgico de las celebraciones de la familia propietaria de la citada sociedad, cuyo cabeza visible es José Miguel González, pues también se vendieron décimos del 3347 en el receptor de la gasolinera de El Porís de Abona, que gestiona Míriam, hija del citado empresario.

José, otro de los hijos del conocido dueño de gasolineras, dio un salto de alegría medio segundo después de conocer que, otra vez, por segundo año consecutivo, La Chasnera volvía a ser protagonista en la venta del número más esperado en todo el país. Por sexto año consecutivo, hubo premios importantes en su local. Hasta cinco.

Ante los resultados, José González explicó ayer que ya trabajan en colocar un nuevo receptor de lotería en la estación de servicio que poseen en Las Torres, en el municipio de Adeje.

Pero, desde luego, en el Grupo González Canarias no se olvidan de las nuevas tecnologías con el claro objetivo de seguir multiplicando las ventas de Lotería. Ayer, José González aseguró que "ya estamos trabajando en una aplicación para que los clientes que lo deseen puedan comprar también desde su teléfono móvil". El objetivo es poder distribuir números para todo tipo de apuestas a lo largo del año. De ser así, todo indica que la distribución de décimos crecerá de forma considerable.

La Chasnera es actualmente el segundo punto de receptores con mayor volumen de reparto de toda España, según declaró José González a los medios de comunicación.

Durante toda la mañana de ayer no cesaron las ventas. Trabajadores, empresarios o autónomos entran y salen de un local en el que "llueve sobre mojado", dinero sobre dinero.

Esta vez, las celebraciones en la "gasolinera de la suerte" estuvieron protagonizadas por José Miguel y sus hijos José y Míriam. En esta ocasión, Aarón, encargado de la estación Repsol El Volcán (Arafo), no se sumó a la fiesta. Y una persona que sigue guardando absoluta discreción en el espectáculo mediático en que se ha convertido La Chasnera cada 22 de diciembre es la esposa de José Miguel. Como en años anteriores, habla con su marido por teléfono, pero evita las cámaras de televisión, la radio o la prensa. El hombre que quiso ser testigo directo de las sonrisas emocionadas, los abrazos, los saltos y el descorche de sidra fue Pedro, suegro de José. Entre las anécdotas que relató ayer fue que este año le llamó una vez su yerno para decirle que habían varias guaguas llegadas de Gran Canaria para comprar lotería en el kilómetro 54 de la autopista. José Miguel empezó con un taller de mecánica en Granadilla y, en los noventa del pasado siglo, abrió su primera estación de servicio en Las Zocas (San Miguel). A partir de ahí se hizo con la explotación de la gasolinera Cantos Blancos (kilómetro 54 de la autopista del Sur, pero hacia Santa Cruz) y La Chasnera. Ahora explota ocho negocios de este tipo, una radio y un periódico.

Gracias a sus vendedoras

Con su habitual lenguaje cercano, José González tuvo reiteradas palabras de agradecimiento para sus vendedoras: Angie, Mariela, Yaiza, Tacoremi, Rosana o Elisabeth. Pero en La Chasnera, que ya tiene dos receptores para hacer más rápidas las ventas, también es habitual ver comercializando décimos a Claudina, su tía materna. Otra empleada del receptor es Yaiza Toledo, vecina de Las Zocas, en San Miguel de Abona. Según Toledo, en La Chasnera la gente empieza a comprar números para la Lotería de Navidad desde que salen a la venta, el 10 de julio. La distribución se intensifica en noviembre y diciembre.

Y a los pacientes clientes

José González también tuvo palabras de elogio para los clientes que han tenido la paciencia de soportar largas esperas para adquirir algún décimo. En alguna ocasión, ese trámite ha durado una hora y media. En la estación de servicio del kilómetro 54 compran números ciudadanos chinos, alemanes, rusos o ingleses, bien sean turistas o residentes; o personas llegadas de la Península y otras islas. También llaman desde varios puntos del Archipiélago para que les envíen décimos.