La ciudad francesa de Niza ya se alza como símbolo indiscutible de la cinematografía desde que Jean Vigo rodó el cortometraje A propósito de Niza en 1930. En los orígenes del cine, el director plasmaba una preciosa mirada sobre esta glamurosa ciudad de la Costa Azul: admiraba sus rincones, sus habitantes, el lujo de sus hoteles y aquellos casinos amparados por un sol perpetuo. En la actualidad, Niza sigue siendo uno de los destinos europeos preferidos por turistas de todos los países.

El actor Jean Dujardin, muy conocido por su papel en The artist (Michel Hazanavicius, 2011), protagonizó Brice de Nice (James Huth, 2005), una comedia donde un surfista de treinta años (aunque con alma de adolescente) va en busca de aquella soñada ola gigante, capaz de otorgarle la fama merecida. Ahora bien, la trama se desarrolla en Niza, donde las posibilidades de lucirse en el surf no son muchas. El film obtuvo un éxito resonante en las taquillas francesas y puso de manifiesto que, a pesar de que la ciudad francesa no es el lugar idóneo para competiciones marítimas, sí es un escenario radiante.

Eso sí, no cabe duda de que Niza es un municipio de obligada visita. En este sentido, si deseamos realizar nuestro propio recorrido cinéfilo, desplazándonos por sus calles con flexibilidad y libertad de horarios, lo mejor será contar con un vehículo propio. De esta manera, proponemos una solución romántica y divertida: alquilar una moto en Niza con Cooltra.

Una vez arrendada nuestra scooter, podremos disfrutar del corazón de Niza, un casco antiguo bajo la mirada del castillo, unas calles adornadas con fachadas y persianas pintadas en gamas ocres. Entre sus enclaves imprescindibles, se halla la Iglesia de St-Jacques o el Palacio Láscaris. Igualmente, el lector dará con un ambiente moderno y joven: multitud de restaurantes de calidad, galerías de arte o pubs con música en vivo.

Retomando nuestro itinerario cinematográfico en Niza, el Paseo de los Ingleses ha sido otra de las localizaciones preferidas por los cineastas. Una película imprescindible es la taquillera Los seductores (Pascal Chaumeil, 2010), protagonizada por Vanessa Paradis y Romain Duris, quienes encarnan a dos hermanos que se dedican a separar parejas. Sin embargo, por inmoral que parezca, establecen su propio código de honor a partir de dos reglas fundamentales: la primera, no separar jamás a una pareja estable; la segunda, no enamorarse nunca. Una comedia romántica y simpática con Niza de fondo, donde se vuelve a poner de manifiesto cómo los franceses ostentan ese toque “chic” para realizar metrajes con encanto.

Para finalizar nuestro itinerario en scooter, a menos de diez minutos del Paseo de los Ingleses se encuentra nuestra última parada: los Estudios de la Victorine, escenario que fue testigo del rodaje de joyas cinematográficas como Los niños del paraíso (Marcel Carné,1945), Mi tío (Jacques Tati,1958) y La noche americana (François Truffaut, 1973), entre otros films.