El Comité para la Promoción y Apoyo de la Mujer Autista (Cepama) entregó ayer en el Ministerio de Sanidad 136.000 firmas para visibilizar que "la lejía no cura el autismo" y exigieron un compromiso contra la difusión de pseudociencias que ponen en riesgo la salud de las personas que padecen este trastorno de la salud.

Carmen Molina, creadora de la iniciativa y miembro del Comité, fue la encargada de entregar al Departamento que dirige María Luisa Carcedo las 136.000 firmas recogidas en la plataforma Change.org contra la difusión y venta del clorito de sodio (MMS), un producto químico industrial que se utiliza como lejía para blanquear papel o limpiar piscinas.

"No es una pseudoterapia al uso que no sirve para nada pero no hace daño y sólo pierdes dinero y tiempo. Este producto tiene unos efectos secundarios muy graves", denunció Molina, quien subrayó que este compuesto fue declarado ilegal en 2010 por la Agencia Española del Medicamento por su peligrosidad.