Varias tortugas verdes (Chelonia mydas) que habitan al sur de Canarias, y constituyen las únicas colonias de este animal existentes en Europa, son objeto de una investigación para conocer su comportamiento y cómo resulta afectado en su relación con el hombre.

Para este proyecto, se adhiere al caparazón de varios ejemplares un dispositivo que graba vídeo y proporciona todo tipo de datos sobre la temperatura, profundidad y localización de las aguas que recorren, ha informado hoy Javier Almunia, director de Loro Parque Fundación, empresa que impulsa la iniciativa junto a Heineken Canarias.

Ese dispositivo se suelta del animal después de dos horas, tiempo en el que ofrece muchos datos para su estudio.

La investigación pretende conocer el comportamiento de las tortugas verdes en aguas del archipiélago y sus principales amenazas, con el fin de limitar los peligros para esta especie en peligro de extinción.

La tortuga verde (Chelonia mydas) pertenece a la familia Cheloniidae, es de gran tamaño y se distribuye por los mares tropicales y subtropicales alrededor del mundo, con dos poblaciones distintas en los océanos Atlántico y Pacífico.

En Europa, solo existen varias colonias al sur de Gran Canaria y de Tenerife, donde hay unos 50 ejemplares jóvenes que maduran en aguas del archipiélago hasta que se convierten en adultos, momento en el que se dirigen al otro lado del Atlántico para reproducirse y no volver más.

"Es posible que haya alguna otra colonia en aguas de El Hierro, Fuerteventura o La Palma, pero no se ha investigado", ha indicado Almunia, quien ha destacado que los primeros trabajos de investigación sobre esta especie en aguas de Canarias datan de hace pocos años.

El nombre común de la especie deriva del color verde de su grasa, y no del color de su caparazón, y como especie reconocida en peligro de extinción, está protegida en casi todos los países del mundo.

En aguas de Canarias, la principal amenaza para estos animales deriva del uso de la costa por parte de las personas, ya que las tortugas se acercan mucho a tierra en busca de comida y pueden fácilmente recibir algún golpe por parte de una embarcación.

Las tortugas salen a la superficie para respirar, por lo que pueden ser alcanzadas fácilmente, como se observa en las primeras imágenes obtenidas con la cámara de vídeo incorporada a su caparazón durante la investigación, en las que se aprecian varias motos de agua que navegan sobre ellas.

"En general, estos animales tienen un comportamiento esquivo que les hace huir de las personas, pero se ha generado un turismo asociado a las tortugas, en las que se les da de comer, a pesar de que está prohibido, y se acercan más a la gente", ha señalado Almunia..

Esto hace que tengan una exposición mucho mayor cuando arranca un barco y corren riesgo de que una hélice les golpee, por ejemplo.

Con las conclusiones que se deriven del proyecto sobre las tortugas verdes, la Fundación Loro Parque propondrá al Ministerio de Transición Ecológica varias medidas para regular la actividad turística en las zonas donde habitan y proteger así a esta especie.

Este estudio sobre las tortugas verdes es uno de los 36 proyectos en marcha de la Fundación Loro Parque que incluyen iniciativas contra el cambio climático, la tala de árboles y la contaminación marina, entre otros muchos, ha indicado Almunia.