Las galaxias primitivas están rodeadas de hidrógeno, según un estudio en el que participan investigadores de una decena de instituciones científicas, entre ellos Ana Monreal-Ibero, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

El estudio ha sido publicado en la revista Nature, y en él se revela la presencia de una componente del Universo que había sido invisible hasta ahora, como son las grandes masas de gas que rodean a las galaxias lejanas, informó hoy el IAC en un comunicado.

Los investigadores han detectado que casi todo el cielo del Universo temprano muestra un tenue resplandor en la línea de Lyman-alfa, que es una de las huellas dactilares del hidrógeno, y ello se debe a la existencia de extensas masas de gas alrededor de las galaxias primitivas.

Los resultados del estudio se basan en las observaciones realizadas con el instrumento MUSE instalado en el Very Large Telescope (VLT), del Observatorio Europeo Austral en Cerro Paranal (Chile).

El investigador principal del trabajo, Lutz Wisotzki, del Instituto Leibniz de Astrofísica de Potsdam (Alemania), señala en el comunicado que cuando presentó esta imagen por primera vez en una conferencia el año pasado, un colega exclamó: "Hace 20 años Lyman-alfa no estaba en ninguna parte y Ñahora está por todas partes!".

La alta sensibilidad del instrumento MUSE ha sido "clave" para ver que la emisión del hidrógeno en Lyman-alfa cubre todo el cielo, incluido ese espacio aparentemente vacío entre las galaxias.

El estudio afecta a varias líneas de investigación, y así conecta el gas previamente detectado, del que se alimentan las galaxias, con la emisión de Lymna-alfa descubierta con MUSE, explica el IAC.

Además, la sensibilidad sin precedentes de este instrumento proporciona nuevos conocimientos sobre los entornos gaseosos de las galaxias, especialmente durante su infancia.

Presta también una base para especular sobre cuáles podrían ser las fuentes de energía para todas las emisiones observadas de Lyman-alfa, y sus resultados podrían servir a la próxima generación de modelos teóricos de formación de galaxias.

Los resultados de este trabajo han proporcionado una pieza del rompecabezas invisible hasta ahora y que no está conectada con un único objeto interesante, sino que supone una visión nueva del Cosmos desde una ventana representativa, según el IAC.

Lo anterior, añade el IAC, demuestra que el cielo puede verse de una manera muy diferente dependiendo de con qué tipo de "gafas" se observe, del mismo modo que sabemos que el cielo en el radio o en rayos X se ve bastante diferente que en el visible.

"Mientras que el Telescopio Espacial Hubble solo muestra la luz de donde hay galaxias y entre ellas no vemos nada, solo el cielo vacío, MUSE en Lyman-alfa muestra luz allá donde miramos", explica Ana Monreal-Ibero, investigadora del IAC y coautora de la publicación.

En el futuro "planeamos hacer mediciones más sensibles", concluye Lutz Wisotzki, quien agrega que se quieren conocer los detalles sobre cómo se distribuyen en el espacio estos "inmensos reservorios cósmicos de hidrógeno atómico".