Pablo VI, el pontífice que concluyó el Concilio Vaticano II, será canonizado en octubre próximo, menos de dos meses después de cumplirse hoy el 40 aniversario de su muerte en 1978, un año que ha pasado a la historia como el de los tres papas, pues también lo fueron Juan Pablo I y Juan Pablo II.

"Le recordamos con mucha veneración y gratitud, a la espera de su canonización, el próximo 14 de octubre", dijo el papa Francisco este domingo ante miles de fieles de diversas partes del mundo congregados en la plaza de San Pedro para escucharle.

Giovanni Battista Montini, "el gran papa de la modernidad", en palabras de Francisco, nació el 26 de septiembre de 1897 en la localidad italiana de Concesio (norte) y fue ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1920.

El 21 de junio de 1963, sucedió al frente del pontificado al ahora ya santo Juan XXIII (1958-1963), quien había convocado el Concilio Vaticano II (1962-1965).

De hecho, uno de los mayores desafíos de Pablo VI fue concluir ese Concilio Vaticano II, que marcó al mundo católico en la segunda mitad del siglo XX y que supuso la mayor revisión de la liturgia desde el Concilio de Trento.

Fue un religioso reformador y comprometido con los problemas de los más necesitados, considerado un símbolo del diálogo y la reconciliación entre Iglesias, además de ser el primer para con un pontificado viajero.

Visitó Tierra Santa (1964), cuando tuvo lugar su histórico encuentro con el Patriarca ortodoxo Atenagoras I, pero también viajó a Bombay (India), Fátima (Portugal), Estambul, Bogotá, Ginebra, Uganda, Asia Oriental y Australia.

Durante su pontificado, que duró 15 años, creó cardenales a Karol Wojtyla, en 1967, y a Joseph Ratzinger, en 1977, quienes después se convertirían en sus sucesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, respectivamente.

Precisamente fue Benedicto XVI quien le otorgó en 2012 el título de "Venerable Siervo de Dios", primer paso hacia la santidad, y después fue beatificado por el papa Francisco el 19 de octubre de 2014.

Dejó escritas siete encíclicas: "Ecclesiam Suam" (1964), "Mense Maio" (1965), "Mysterium Fidei" (1965), "Christi Matri" (1966), "Populorum Progressio" (1967), "Sacerdotalis Caelibatus" (1967) y "Humanae Vitae" (1968), en esta última reafirmó la negativa de la Iglesia Católica al control de la natalidad y a los métodos anticonceptivos.

El año de 1978 es recordado como el año de los tres papas, pues a la muerte de Pablo VI le siguió el fallecimiento de Juan Pablo I, tras solo 33 días de pontificado, el 28 de septiembre, y la elección después, el 16 de octubre de 1978, del ahora santo Juan Pablo II. EFE

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