Los activistas Sam González y Carla Antonelli insistieron ayer en la necesidad de "alzar la voz por las personas trans de todo el territorio español". En un manifiesto elaborado por la Asociación Algarabía, que se leyó frente a la fachada del Cabildo de Tenerife, los activistas hicieron mención a la "tarea pendiente" en Canarias en materia de no discriminación, calificando de "desfasada e incompleta" la ley de personas transgénero.

Asimismo, el colectivo LGTBI se personó en la Presidencia del Gobierno de Las Palmas de Gran Canaria, donde también alzaron la voz por las personas transexuales, ya que "siguen sin poder cambiar su nombre en el registro puesto que la ley estatal no reconoce sus derechos".

Las asociaciones LGTBI, a través del manifiesto, insistieron en la necesidad de modificar la norma estatal una vez que, además, "la Organización Mundial de la Salud ha despatologizado la transexualidad como enfermedad mental".

Según el texto, en Canarias también hay "tareas pendientes", pues si bien la comunidad autónoma aprobó en 2014 la ley de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales, esa norma, a juicio del colectivo, ha quedado "desfasada o incompleta".

Con todo, reconocieron que esa ley ha permitido "un avance notable que ha facilitado la inclusión de niños, niñas y jóvenes transexuales en los centros educativos y la sensibilización de la administración pública".

El activismo LGTBI defiende "una ley no patologizante que borre del imaginario social, técnico y político la visión de las realidades trans como enfermas y tutorizables".

En este sentido, la Consejería de Políticas Sociales del Gobierno de Canarias está preparando junto a los colectivos LGTBI un nuevo borrador de anteproyecto de ley de identidad de género, expresión de género y características sexuales. Además, el Ejecutivo canario trabaja con los colectivos LGTBI el protocolo de empleo para las personas transexuales y la guía sanitaria, que ya está casi finalizada.