Estimular la inteligencia emocional y social en los centros educativos consigue que se incremente la creatividad, la generosidad y la empatía y se reduzcan los comportamientos agresivos entre los alumnos, que también mejoran su estado ánimo estando más felices y más optimistas.

Así lo refleja el ''III Informe del Plan de Evaluación Psicológica del programa Educación Responsable'' de la Fundación Botín, un documento elaborado por un equipo de la Universidad de Cantabria (UC) y que se ha presentado este martes en un acto en el Centro Botín de Santander, encabezado por el presidente de la Fundación, Jaime Botín.

Durante tres años y con una muestra de 678 alumnos de entre 3 y 9 años, sus profesores y familias, este informe ha "validado científicamente" y "demostrado la eficacia" del programa que la Fundación Botín impulsó hace 10 años en tres centros educativos de Cantabria.

Un programa en el que actualmente participan 270 centros, 15.000 docentes y 150.000 estudiantes en siete comunidades autónomas de España (Cantabria, Madrid, La Rioja, Navarra, Castilla y León, Murcia y Galicia), así como en Chile y Uruguay.

Jaime Botín ha ensalzado la importancia de este programa para la Fundación, que lleva 15 años trabajando en educación, y que con esta iniciativa, pionera en su momento, trataba de mostrar cómo la inteligencia emocional y la creatividad mejoraban el aprendizaje y el desarrollo de los niños y jóvenes, en quienes se fomento "su máximo potencial" para que en el futuro sean lo que promuevan "cambios sociales".

Y es que, a través de este programa y sus metodologías como ''El Pasillos de los Abrazos'' que en su momento "nos sonaba a chino", se ha logrado que los niños no sólo sean más creativos sino que también sean "más generosos, sociables, felices y optimistas", trabajen mejor en grupo y controlen mejor sus impulsos y su estrés.

Unas aptitudes que desde 2015 se valoran también en los informes del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), al considerar que "son el futuro del aprendizaje", y que la investigación realizada por Raquel Palomera, María Ángeles Melero y Elena Briones de la UC muestra que se consiguen con el programa Educación Responsable de la Fundación Botín.

Palomera ha sido la encargada de presentar las conclusiones del informe realizado, con evaluaciones a lo largo de tres años, y cuyos resultados "son robustos". Y es que, ha destacado, se ha demostrado que el programa "funciona" y mejora "la empatía, la creatividad y el bienestar emocional" de los alumnos.

En concreto, los niños de entre 5 y 9 años mejoran su orientación psicosocial, definida en aspectos como la generosidad, la empatía y la colaboración; reducen los comportamientos agresivos; y potencian su estado de ánimo en relación a conceptos como la felicidad y el optimismo.

Del mismo modo, a partir de los 12 años, se produce un menor retraimiento, un incremento del autoconocimiento emocional y una mayor capacidad de manejar el estrés, aunque Palomera ha señalado que "se aprecian mejores resultados si se empieza a aplicar a edades tempranas, en Infantil y primeros cursos de Primaria" la formación en inteligencia emocional y creatividad.

"RESULTADOS ROBUSTOS Y VISIBLES"

"Los resultados son robustos y son especialmente visibles" cuando los niños llevan ya más de dos años participando en el programa y éstos se incrementan cuando los docentes también tienen estas habilidades, por lo que ha apostado por una mayor formación al profesorado.

En el acto, también ha intervenido Juan Miguel de la Fuente, un profesor del colegio Menéndez Pelayo de Castro Urdiales, quien ha destacado la importancia que tiene actualmente el programa en el centro educativo, en el que la convivencia ha mejorado. "El programa late en el colegio", ha dicho.

Igualmente, ha actuado un grupos de niños del colegio San Agustín de Santander, que también participa en el programa y que ha mostrado los resultados de su ''Coro de las Emociones'', una puesta en escena tras la cual el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha enfatizado que el que fuera presidente de la Fundación y del Banco Santander Emilio Botín estaría "orgulloso".

Y es que Revilla ha recordado que Botín "siempre tuvo obsesión por la educación", como así demostró con el impulso que la dio a través de la Fundación, y hoy se evidencia su importancia. Así, para el presidente cántabro, "la educación como el mejor medio para acabar con la desigualdad, el gran problema en el mundo", y que es lo que lleva a "la violencia, la xenofobia, la inseguridad o las guerras".

"Con más educación y menos desigualdad no contemplaríamos avergonzados a las 629 personas a bordo del ''Aquarius'', a quienes el mundo no quiere recibir ni dejar entrar en los puertos", ha manifestado Revilla, que ha destacado el gesto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que vengan a España y al que Cantabria se suma mostrando su disposición de acoger a algunos.

LOS SISTEMAS EDUCATIVOS TIENEN QUE CAMBIAR

En el acto de presentación de los resultados del programa también ha participado el director de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Andreas Schleicher, que ha destacado la iniciativa impulsada por la Fundación Botín y su importancia de cara al futuro.

Y es que Schleicher ha considerado que los sistemas educativos tienen que "empezar a cambiar" con "más creatividad y menos memorización", más en un mundo en que cada vez hay más tecnología que "nos comprime las tareas".

El representante de la OCDE ha destacado el sistema educativo de Finlandia donde los niños pasan menos horas en el aula respecto a los de otros países y cuyos resultados en los informes PISA son mejores debido a que fomentan el aprendizaje social, el trabajo en grupo, la creatividad o el pensamiento crítico.

En el caso del sistema español, ha señalado que el currículum es "muy amplio pero muy superficial", es decir, se imparten muchas asignaturas y los alumnos tiene que hacer importantes tareas de memorización cuando lo que necesitan es aprender valores, a reflexionar, a idear o a cuestionarse lo que les rodea.

"El currículum tiene que empezar a cambiar", ha enfatizado el director de Educación en la OCDE, para quien "el futuro de la educación está en dar a los alumnos herramientas de navegación, una brújula que les permita aprender a moverse por el mundo".

Y ha manifestado que muchos docentes españoles están preparados y tiene "muy buenos valores" para ese cambio en el sistema educativo ya que, según estudios elaborados por su organización, el 91% cree que su papel como profesores es facilitar que los alumnos se cuestionen las cosas y un 85% considera que la creatividad es muy importante en el proceso educativo.

"Los profesores españoles entienden y conocen cómo tiene que ser la pedagogía del siglo XXI", ha destacado Schleicher.