Hasta hace unos años, el mercado no era capaz de ofrecer la gran variedad de tipos de puertas para la vivienda que se pueden encontrar ahora. A esto han repercutido especialmente la proliferación de nuevos materiales de fabricación, los usos y los diferentes estilos creados.

Este mercado actual se centra sobre todo en las puertas de paso o puertas de interior. Estas son aquellas que dan paso a las diferentes habitaciones de la casa y que permiten preservar la intimidad del hogar. Es en este sentido donde han aparecido diferentes tipos de materiales y estilos para estas puertas.

Las puertas de interior pueden ir desde lacadas en el color que desee el cliente hasta las puertas laminadas que cuentan con diferentes texturas y diseños. Al mismo tiempo, siguen apareciendo las tradicionales puertas de madera natural que también ejercen la función de separar estancias en el interior.

Por regla general, tres son las funciones y factores que cumplen las puertas de interior de una vivienda:

  • Funcionalidad
  • Seguridad
  • Diseño

Eston son, en realidad, los tres factores que cualquier cliente debe tener en cuenta antes de adquirir cualquier puerta de interior para el hogar.

En el mercado actual, las puertas de interior suelen estar fabricadas en madera, aluminio, cristal o resina. Los dos primeros materiales son los que adquieren un mayor protagonismo, ya que en este caso se hablaría de las puertas de interior convencionales. Las puertas de cristal o resina presentan una función más decorativa o ligeramente funcional.

Tipos de puerta de interior

Si se analizan los tipos de puertas de interior más frecuentes, estos serían los siguientes:

Puertas de madera maciza

Las puertas de madera maciza son generalmente las que presentan un precio más caro en el mercado actual. No obstante, son también aquellas que por sus materiales de fabricación ofrecen una gran resistencia y durabilidad, hasta el punto de poder convertirse en puertas acorazadas, y se adaptan perfectamente a cualquier hogar.

Este tipo de puertas requieren de un mantenimiento más elevado que el resto. Para ello, necesitarán de una serie de cuidados y limpieza general para que no se deterioren con el tiempo. Pero si dicho mantenimiento es el más adecuado, son puertas que pueden durar muchos años.

Puertas chapadas

Las puertas chapadas son más económicas que las puertas de madera maciza. Para su fabricación se emplea un aglomerado chapado con madera. Un elemento que, además de darle una vistosidad muy atractiva, también le aporta un cierto grado de resistencia. Aunque no hasta el punto de las anteriores.

Puertas huecas

Las puertas huecas son las más económicas que se pueden encontrar actualmente en el mercado. Los materiales de fabricación no son los mejores, por lo que su resistencia y durabilidad es menor que las puertas de madera maciza o las puertas chapadas.

Al mismo tiempo, no poseen el mismo aislamiento hacia los ruidos y a las temperaturas que las puertas anteriores. El interior de estas puertas está fabricado de panel de nido de abeja y están recubiertas por una chapa de madera de 3-5 milímetros.

Tipos de puerta de interior según la apertura

Las puertas de interior también presentan una subdivisión que tiene que ver con el tipo de apertura que posean. Elegir un tipo u otro de apertura dependerá del uso que se le quiera dar a esta puerta y el espacio disponible. En este caso, habría que señalar dos tipos principales:

Puertas de interior abatibles

Las puertas de interior abatibles son las más comunes del mercado actual. Pueden ser de una o doble hoja, aunque las opciones para la vivienda pueden ser múltiples: una puerta, puerta doble en el salón, una parte fija y otra móvil, etc. Todo dependerá del espacio disponible y la funcionalidad que se le quiera dar.

Puertas de interior correderas

Este tipo de puertas son perfectas si lo que se desea es ganar unos centímetros a la estancia, ya que no ocupan espacio al abrirse (ideales para apartamentos, estancias pequeñas, etc. ). Dentro de las puertas correderas hay tres tipos fundamentales:

  • Correderas empotradas: la apertura queda integrada perfectamente en la pared (requiere de obra, ya que la hoja se empotra entre las placas de cartón yeso)
  • Correderas sobrepuestas: las puertas quedan suspendidas de una guía fijada en la parte superior de la pared (instalación sencilla, no requiere de ningún tipo de obra)
  • Plegables: estas puertas no necesitan espacio para el giro ni de ningún tipo de obra para su instalación (son perfectas para apartamentos o pequeñas estancias ya que se gana mucho espacio con ellas)

El diseño de las puertas de interior dependerá de los gustos (puertas blancas, puertas de color), el estilo decorativo de la casa o el presupuesto disponible. Estos diseños pueden ser lisos, con molduras, con vidrieras, ciegas o con algún dibujo en la madera.

En conclusión, antes de comprar cualquier puerta de interior hay que tener en cuenta todos los tipos que se pueden encontrar y el uso que se le quiera dar.