El papa Francisco atribuyó hoy el problema de la trata de personas al "egoísmo sin escrúpulos de mucha gente" porque, apuntó, si muchas jóvenes sufren en la calle es porque hay muchos hombres "dispuestos a pagar por su placer".

El papa, preguntado por el modo en que se puede combatir este problema, subrayó que el conocimiento real sobre el tema tiene que ver con la demanda que hay detrás de la oferta de la prostitución, además de un compromiso por parte de las autoridades políticas.

"Estamos todos llamados a abandonar la hipocresía y a afrontar la idea de ser parte del problema más que mirar a otro lado proclamando nuestra inocencia", defendió al responder a los participantes en un foro por la Jornada Mundial de reflexión contra la trata.

El pontífice dijo que "si hay tantas jóvenes víctimas de la trata que acaban en las calles de nuestras ciudades es porque hay muchos hombres -jóvenes, de mediana edad, ancianos- reclamando estos servicios y están dispuestos a pagar por su placer".

Entonces Francisco cuestionó si "¿son los traficantes la principal causa de la trata?".

"La causa principal es el egoísmo sin escrúpulos de muchas personas hipócritas en nuestro mundo. Arrestar a los traficantes es un acto de justicia. Pero la verdadera solución es la conversión de los corazones, el fin de la demanda puede secar el mercado", dijo.

El papa calificó este problema como "un crimen contra la humanidad, una verdadera forma de esclavitud, lamentablemente cada vez más difundida, que afecta a todos los países, también los más desarrollados, y que afecta a los más vulnerables de la sociedad".

Estos son, explicó, mujeres y muchachas, niños y niñas, discapacitados, pobres, que viven en situaciones de disgregación familiar y social.

Preguntado por el silencio en torno a este problema social, el papa dijo que detrás de este tema seguramente "hay mucha ignorancia" pues "a veces parece que hay poca voluntad de comprender la envergadura del problema".

"¿Por qué? Porque toca de cerca nuestra conciencia, porque es escabroso, porque nos provoca vergüenza. Luego está quienes, a pesar de conocerlo, no quiere hablar sobre ello porque está al final de una ''cadena productiva'' como usuario de los servicios ofrecidos por la calle o internet", afirmó Jorge Bergoglio.

También están quienes "no quieren que se hable del tema porque están implicados directamente en las organizaciones criminales".

"Sí, se requiere coraje y honestidad", dijo el papa, para quien "el trabajo de sensibilización debe comenzar desde casa, de nosotros mismos".

"Solo así seremos capaces de concienciar después nuestra comunidad, estimulándola a implicarse para que ningún otro ser humano sea víctima de la trata", avanzó Francisco.