Los casos de gripe en España han aumentado ligeramente en la primera semana del año y se observa una tendencia a la estabilización, lo que indica que estamos próximos a alcanzar la máxima incidencia gripal de la temporada.

Así lo indica el último informe del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España que sitúa la incidencia de la gripe en 212,8 casos por 100.000 habitantes, frente a los 208,3 casos de la última semana de 2017.

La intensidad de la gripe es alta en Asturias y La Rioja, media en Cantabria, País Vasco, Navarra, Cataluña y Madrid y baja en el resto del territorio vigilado excepto en Canarias y Ceuta, donde la intensidad es basal.

La difusión de la enfermedad es epidémica en la mayor parte del territorio, excepto en Canarias, Ceuta y Melilla, donde es esporádica y la evolución de la actividad gripal es creciente o estable en la mayoría de comunidades, excepto en Asturias y Madrid, donde es decreciente.

Desde el inicio de esta temporada se han notificado 86 muertes por gripe en once CCAA; el 64 % en hombres. El 76 % de los casos eran mayores de 64 años, el 22 % pertenecían al grupo de 45 a 64 años y el 2 % al de 15 a 44 años y todos ellos presentaban factores de riesgo.