España ha reducido en los últimos años sus tasas de tabaquismo, que han pasado del 32% en 2000 al 23% en 2014, sin embargo son cifras que continúan por encima de la media de la UE, al igual que las de obesidad y sobrepeso y en este caso no solo en adultos, también en adolescentes.

Lo pone de manifiesto el Informe sobre el estado de la Salud de la UE 2017, que se hizo público ayer y que incide en la importancia de la prevención, de la atención integral, de la calidad del personal sanitario y de situar al paciente como protagonista del sistema.

El informe además remarca que un 27 % de los pacientes europeos acude a urgencias por una atención primaria "inadecuada", y de él también se desprende que la UE invierte un 80% en el tratamiento de enfermedades y un 3% en la prevención sanitaria, un porcentaje que "no es suficiente", dijo el comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis.

Andriukaitis incidió así en la necesidad de invertir en prevención para mejorar la salud de los europeos, lo que requiere "decisiones políticas".

El comisario de Salud insistió en la necesidad de invertir en prevención para mejorar la salud

"Después de años de crisis financiera en los que numerosos ciudadanos han sufrido una falta de protección social, hay que racionalizar la protección social", afirmó y se refirió a factores como la alimentación o el ejercicio físico y su relación con la situación social.

El informe incide también en la necesidad de promover una atención primaria "sólida" en los países, que permitiría "orientar eficazmente a los pacientes" y evitar "gastos innecesarios". El texto destaca como ejemplos positivos los casos de España, donde los centros de atención primaria están compuestos por equipos multidisciplinares, y Portugal, que mejoró su sistema en 2016.