Investigadores de 11 países coordinados por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) han consensuado una "hoja de ruta" con 28 nuevas recomendaciones para las autoridades ante accidentes nucleares, para no repetir los errores cometidos en Chernóbil y Fukushima.

Los investigadores han trabajado durante los últimos 18 meses en el proyecto europeo Shamisen, analizando las lecciones aprendidas en Chernóbil y Fukushima y han tratado de explicar qué hay que hacer en el caso poco probable, pero no imposible, de un futuro accidente nuclear, incluido evitar posibles daños colaterales y mitigar la ansiedad que causa el suceso en la población.

El resultado es un documento de 28 recomendaciones para mejorar la preparación y la respuesta a un accidente de radiación.

"Se trata de una hoja de ruta dirigida a profesionales y autoridades nacionales y regionales para no repetir los errores cometidos en accidentes pasados", explicó Elisabeth Cardis, coordinadora del proyecto. Los investigadores, que pertenecen a 19 instituciones europeas y japonesas, han hecho un análisis crítico de la respuesta a accidentes previos. Según Cardis, una de las principales lecciones es que el impacto de un accidente nuclear va mucho más allá de los efectos de la radiación e incluye consecuencias psicológicas, sociales y económicas considerables. Otra lección es que algunas decisiones para proteger a las poblaciones pueden, en realidad, ocasionar daños colaterales, como en Fukushima, donde la radiación directa no causó muertes, pero la evacuación provocó más de 600 muertes prematuras, sobre todo entre mayores y pacientes en estado crítico que fueron evacuados de manera inadecuada.