El rendimiento de la sonda Rosetta, que el lunes estableció un segundo contacto con el módulo Philae tras siete meses de letargo, "supera las expectativas", pese a que las señales aún no sean del todo estables, señaló ayer el responsable científico de la misión, Jean-Pierre Bibring, quien aseguró que la misión ya es "fundamentalmente un éxito", puesto que la "valiosa" información que proporcionará representa un "paso importante" para entender "cómo hemos llegado hasta aquí".

El robot Philae dio en la noche del sábado señales de haberse reactivado siete meses -con un contacto de 85 segundos, al que siguió otro de cuatro minutos el domingo- después de posarse en noviembre sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, a 320 millones de kilómetros de la Tierra.