Mercedes Ferrer, investigadora titular del Departamento de Riesgos Geológicos del Instituto Geológico Minero de España (IGME) y experta en mecánica de rocas, considera que la teoría del gran deslizamiento de parte de la Isla de La Palma, difundida entre otros por el geólogo británico Simon Day, no tiene "ningún fundamento científico" ni está avalada por "ningún estudio concreto". Ferrer participa esta semana en la Conferencia Internacional Ciudades sobre Volcanes, en el Puerto de la Cruz.

El deslizamiento de una parte de La Palma a raíz de una hipotética erupción del volcán de Cumbre Vieja, y el posterior tsunami que podría arrasar la costa este de Estados Unidos, es, a juicio de Ferrer, "una teoría sin sustento en ninguna prueba o investigación científica".

"Nada prueba que Cumbre Vieja sea inestable, sin embargo, sí se realizaron estudios para intentar probar esa teoría que demuestran exactamente lo contrario. Se instalaron aparatos que determinaron que no existe ningún desplazamiento en esta zona de La Palma", recalcó.

A juicio de Ferrer, "en la actualidad lo que sí está demostrado es que este terreno de La Palma no se mueve en absoluto, por lo que pensar en un megadeslizamiento catastrófico carece de base".

Simon Day participó anteayer en CoV6 Tenerife 2010 en una mesa redonda junto a Ferrer y otros científicos. La investigadora del IGME considera que en este encuentro, donde participaron destacados expertos de todo el mundo, "Day se ha quedado sin argumentos científicos para defender esta teoría del tsunami por el deslizamiento de La Palma".

Tampoco hay datos que hagan pensar en deslizamientos en otras zonas de las Islas como el Teide.

Ferrer estudia los deslizamientos que generaron los grandes valles de La Orotava y Güímar, "procesos que aún no se conocen en detalle, aunque hay datos que apuntan a que fueron de tipo violento o catastrófico, ya que se han encontrado depósitos de tsunamis en cotas de hasta 100 metros en zonas que pudieron verse afectadas". Estos restos de fósiles y materiales marinos se han encontrado en zonas de Agaete (Gran Canaria) y Anaga (Tenerife).

Aunque en principio se pensó que estos restos podrían provenir del tsunami causado por el deslizamiento de Güímar, análisis posteriores determinan inicialmente que éste no es su origen.

El material de estos deslizamientos está acumulado de forma caótica en el fondo del mar, frente a la costa de Güímar y La Orotava.

En todo caso, Ferrer subrayó que estos grandes deslizamientos del terreno, propios de islas volcánicas, son prehistóricos y se calculan en tiempos geológicos, o sea, que suceden cada cientos de miles de años. A su juicio, no hay nada que indique la cercanía en el tiempo de un fenómeno de este tipo en Canarias, "a pesar de la gran difusión que tienen este tipo de teorías tan impactantes".

Para Ferrer, "no da tanto como pena ni rabia, pero hay muchos equipos de científicos que trabajan de forma seria y su trabajo no tiene la resonancia de estas teorías catastrofistas sin pruebas científicas".

Sin embargo, no todo es negativo en la difusión de este tipo de aventuradas teorías, "puesto que por lo menos generan debate".

El británico Simon Day, del University College de Londres, ha defendido que una erupción en la zona de Cumbre Vieja causaría un gran deslizamiento de rocas que formaría una ola gigantesca de unos 650 metros de altura. Este tsunami se trasladaría hacia el oeste a una velocidad de 720 kilómetros por hora y arrasaría las islas del Caribe y la costa este de EEUU. La ola penetraría unos 20 kilómetros en el continente, según los cálculos de Day y otros científicos.

Esta teoría protagonizó un polémico documental de la BBC británica, estrenado hace ya diez años, que cosechó numerosas críticas entre políticos y científicos del Archipiélago. El recordado geólogo portuense Telesforo Bravo llegó a decir en el momento de mayor actualidad de la polémica que la teoría de Day era "una estupidez sin fundamento", al tiempo que bromeaba acerca de la necesidad de comprar una tabla de surf para subirse a la ola gigante.

Day, que ahora ha tenido que enfrentarse en el Puerto a las fundamentadas críticas de sus colegas de medio mundo, llegó a declarar en su día que "este peligro es mucho más real que el hecho de que caiga un asteroide. Esto no sólo sería una catástrofe para los habitantes de la Isla, sino para la gente del otro lado del océano, que jamás han oído hablar de La Palma".

La Fuente Santa

El ingeniero de minas Carlos Soler, redescubridor de La Fuente Santa de La Palma en el año 2005, clausuró el martes la Reunión de la Sociedad Internacional de Mecánica de Rocas, incluida en la programación de CoV6-Tenerife 2010. En su charla, Soler destacó que La Fuente Santa fue el mejor balneario del Atlántico y, "después de tres siglos de búsqueda, se merece que se cree en la zona un moderno balneario con todas las comodidades". Este ingeniero apuesta por darle al espacio "una vertiente lúdica y familiar, pero también sanitaria e histórica". Además, considera factible que se recuperen las zonas subterráneas donde se bañaba la gente en el pasado. En la actualidad, esta fuente está a cargo del Cabildo palmero y se trabaja en la creación de un consorcio formado por las administraciones local, insular, regional y nacional. "En mil días se encontró, pero han pasado muchos más días desde entonces y no se ha hecho prácticamente nada", lamentó Soler. Este experto remarcó el valor de las aguas cloruradas sódicas de este naciente palmero, "cuyo burbujeo se nota fácilmente al entrar en contacto con el agua".