Apenas unos días de actividad y ya se han escuchado las primeras críticas de los vecinos de San Andrés por los nuevos quioscos de la playa de Las Teresitas. Diferentes ciudadanos expresaron ayer su malestar por los ruidos generados durante la madrugada del martes al miércoles por parte de algunos de esos establecimientos, que mantuvieron la música puesta, y a un volumen muy alto, hasta las 4:00 horas.

"Si esto no se corta de entrada va a ir a peor", indicó uno de los afectados, quien alertó de que temen que Las Teresitas se convierta en un lugar parecido "a algunos puntos del sur de Tenerife".

Del malestar de los residentes en el pueblo marinero se hizo eco también la asociación de vecinos El Pescador, colectivo que avanzó que pondrá el asunto en conocimiento del Ayuntamiento de Santa Cruz en los próximos días.

Desde el colectivo indicaron que la recomendación que han hecho a los vecinos es que llamen a la Policía Local cuando detecte la presencia de música a altas horas de la madrugada, para que sea esta la que deje constancia de los hechos.

En esta línea, fuentes de la asociación recordaron que existía un compromiso del alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez, con el colectivo vecinal "de que esto no iba a pasar. De que se iba a respetar el descanso de los ciudadanos y de que la apertura de los quioscos no iba a generar ningún tipo de problema en este sentido".

Sin embargo, "apenas se han abierto unos quioscos y se han acercado días festivos ya vemos cuál va a ser el panorama", recalcaron desde la AV, que avanzaron que si hay que salir a la calle a manifestarse "estamos dispuestos a hacerlo".

"Si este era el plan del ayuntamiento, de quitar los chiringuitos antiguos y especular con la playa, nosotros no vamos a permitírselo", añadieron.

Cabe recordar que no es la primera vez que se produce un episodio similar en la playa de Las Teresitas. Hace unos años, cuando aún permanecían abiertos los antiguos chiringuitos, los vecinos de San Andrés denunciaron en multitud de ocasiones los ruidos que generaban algunos de ellos de madrugada, además de las continuas peleas que se formaban en los alrededores.

Es más, propietarios de esos viejos quioscos han coincidido en varias ocasiones en que esa fue la principal causa que aceleró la decisión del consistorio de la capital proceder a precintar estos establecimientos, que habían permanecido en la playa chicharrera durante décadas sin ningún problema, a pesar de carecer de licencia de actividad, como se demostró con posterioridad.