Nueva denuncia de acoso sexual a trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio de Santa Cruz

El comité de empresa, que denuncia nueve casos en el último año, exige al ayuntamiento un protocolo para erradicar tocamientos, ofrecimiento de dinero por sexo y ver porno

Verónica González, presidenta del comité de empresa del Servicio a Ayuda a Domicilio de Santa Cruz, a la izquierda.

Verónica González, presidenta del comité de empresa del Servicio a Ayuda a Domicilio de Santa Cruz, a la izquierda. / Arturo Jiménez

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Santa Cruz de Tenerife

Trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio denuncian un tercer caso de acoso sexual en esta prestación que se presta desde el Instituto Municipal de Atención Social de Santa Cruz de Tenerife a personas dependientes desde enero y el noveno en el último año. Ocurrió la semana pasada, cuando un usuario realizó tocamientos en los senos a una de las auxiliares. 

Miriam Henríquez, delegada de la Comisión de Igualdad en el Servicio de Atención a Domicilio (SAD) de Santa Cruz de Tenerife, lamenta la reiteración de casos de acoso y agresión sexual sufridos por las auxiliares durante el desempeño de sus funciones en los domicilios asignados, así como la ineficiencia del protocolo actual y la inacción tanto de la empresa adjudicataria como del área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento.

"Queremos hacer responsable directamente a la parte política del Ayuntamiento, por su pasividad y su falta de implicación. Lo que están haciendo es premiar a los usuarios que cometen acoso sexual, al mantenerlos en el servicio sin aplicar medidas reales de protección para las trabajadoras", afirma Henríquez. 

¿Para cuándo los protocolos adecuados?

Lejos de aplicar protocolos adecuados, se está respondiendo a los casos de agresión enviando a dos trabajadoras mujeres en lugar de una, una medida que consideran no solo ineficaz, sino contraproducente. La delegada de la Comisión de Igualdad precisa que "en el último caso, ocurrido la semana pasada, no hablamos de un simple acoso verbal, sino de una agresión sexual con tocamientos e insinuaciones. En vez de actuar con responsabilidad y enviar a un técnico hombre, mandan a dos mujeres. Es como si permitieran que el usuario tenga el doble de víctimas. Esto no es protegernos, es exponernos más".

Precisó que la plantilla de la empresa Atende está compuesta por casi trescientos auxiliares, de ellos quince varones. "Cuando se registra un caso de estas características no hay que mandar a dos mujeres al domicilio sino a un varón", precisa.

Henríquez subraya que, a pesar de las denuncias presentadas en los últimos meses, no se ha producido ningún avance, y que la situación para las trabajadoras sigue empeorando.

Respuesta sin excusas

"Llevamos meses esperando respuestas, esperando soluciones. Y lo que hemos visto es justo lo contrario: se empeora el problema. Trabajamos con personas vulnerables, muchas de ellas con patologías mentales, y entendemos las complejidades del servicio. Pero eso no puede ser una excusa para ignorar nuestra integridad física y mental", ha recalcado.

De los nueve casos registrados en el último años, dos desde el pasado enero, solo en uno existe una denuncia. El motivo, explica delegada de la Comisión de Igualdad en el Servicio de Atención a Domicilio (SAD) de Santa Cruz de Tenerife, es que consideran a los usuarios como vulnerables y las víctimas de los casos de acosos creen que sus denuncian caen en saco roto y encima le descuentan las horas por haber ido a presentar la denuncia.

Desde la Comisión de Igualdad exigen al Ayuntamiento y a la empresa adjudicataria del SAD que dejen de eludir responsabilidades y activen medidas eficaces y concretas, tales como aplicación inmediata de protocolos específicos ante acoso y agresiones, revisión y adecuación de los perfiles profesionales asignados a determinados usuarios, mayor contratación de técnicos hombres para casos sensibles, protección efectiva y acompañamiento psicológico para las trabajadoras afectadas y compromiso político real por parte de Asuntos Sociales.

“Ante todo somos profesionales, pero también somos personas. No vamos a seguir tolerando la desprotección, ni la indiferencia institucional. Es una cuestión de seguridad, de dignidad y de derechos”, incide Míriam Henríquez.

El Ayuntamiento reconoce dos denuncias judiciales

La concejala de Instituto Municipal de Atención Social de Santa Cruz, Charín González, asegura que solo tiene constancia oficial de dos denuncias judiciales por acoso sexual en el Servicio de Ayuda a Domicilio, según ha declarado la concejala de Servicios Sociales, Charín Rosario González. La responsable municipal subraya que, por parte del consistorio, existe un rechazo total a cualquier conducta de esa naturaleza y que se aplica el protocolo correspondiente con la empresa adjudicataria en cuanto se detectan situaciones de este tipo.

González explicó que en los dos casos conocidos se tomaron medidas y actualmente se está a la espera de las resoluciones judiciales. Añadió que no tiene constancia de más denuncias y que, en el contexto de un servicio que atiende a casi 1.100 usuarios, solo se han registrado esas dos denuncias formales.

La presidenta del comité de empresa

La presidenta del comité de empresa que cubre el Servicio de Ayuda a Domicilio, Verónica González, vuelve a alzar la voz ante la falta de respuesta efectiva por parte del Ayuntamiento y de la empresa adjudicataria frente a los casos de acoso y agresiones sexuales que están sufriendo trabajadoras del servicio en el ejercicio de su labor en domicilios de personas usuarias vulnerables.

Según ha explicado el comité, desde el año pasado se han registrado al menos nueve casos: siete en 2024 y tres más en lo que va de 2025. De ellos, solo uno fue denunciado formalmente ante el juzgado, ya que muchas trabajadoras desisten de iniciar procedimientos judiciales "por respeto a la vulnerabilidad de los usuarios" y ante la falta de respaldo institucional.

“Ante todo somos profesionales, conocemos la realidad de muchas personas con enfermedades mentales o discapacidades. Pero eso no significa que tengamos que tolerar tocamientos o insinuaciones. Pedimos protocolos eficaces y protección, no indiferencia”, declararon desde el comité.

Una compañera 'manoseada'

El último caso, ocurrido la semana pasada, ha sido calificado directamente como agresión sexual: “La compañera fue manoseada en el pecho por un usuario tutelado por el Ayuntamiento”, explican. El domicilio en cuestión se encuentra, además, en condiciones de extrema precariedad, sin electricidad y sin recursos mínimos. Las trabajadoras deben calentar agua con un hornillo para poder asear al usuario.

“Sabemos que esta persona tiene una discapacidad intelectual, pero pedimos una solución adecuada: si ya ha habido comportamientos de riesgo, no se puede seguir enviando a dos mujeres como solución. Se debe designar un trabajador hombre. Y en la plantilla apenas hay 14 hombres de casi 300 trabajadores. La empresa tiene que contratar más”, reclaman.

Viviendas en malas condiciones

Además de los casos de acoso, el comité denuncia que los servicios en domicilios con plagas o condiciones insalubres no se están desinfectando, como exige la normativa, sino que simplemente se suspenden sin dar soluciones a los usuarios. Según sus datos, desde octubre se han registrado al menos 17 viviendas con plagas, sin que se haya hecho una sola limpieza de choque o desinfección por parte del Ayuntamiento, a pesar de las promesas públicas de la concejala responsable.

"Estamos abandonadas. No tenemos apoyo del Ayuntamiento, la empresa guarda silencio y la mutua tampoco nos reconoce lesiones psicológicas cuando sufrimos episodios de violencia", critican. Incluso aseguran que recientemente una compañera fue víctima de una agresión física por parte de familiares de una usuaria, sin que se activara ningún protocolo, ni se le brindara cobertura médica o psicológica adecuada.

La situación ha llevado a que muchas trabajadoras eviten denunciar “por no perjudicar al usuario”, ante el temor de que se suspenda el servicio, lo que añade un componente de presión emocional a un entorno ya de por sí precario.

La situación del Servicio de Ayuda a Domicilio en Santa Cruz es vergonzosa. Trabajamos con personas vulnerables, sí, pero no a costa de nuestra integridad física y mental. No vamos a callar más”, concluyen. "Las ganas no las vamos a perder pero la fe comienza a flaquear", reconoce la presidenta del comité de empresa.

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