Carnaval y convivencia: los grupos del mercado de La Salud ofrecen un acuerdo de paz vecinal

Los representantes se comprometen a erradicar fiestas de bodas, bautizos y comuniones en sus locales, y hasta la colocación de piscinas por fuera del mercado, además de limitar horario y limitar ruidos

El alcalde, con miembros del equipo de gobierno, en la reunión con los grupos de Carnaval de La Salud.

El alcalde, con miembros del equipo de gobierno, en la reunión con los grupos de Carnaval de La Salud. / María Pisaca

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Santa Cruz de Tenerife

La vuelta al origen. Fue la frase pronunciada por el alcalde de Santa Cruz de Tenerife en la reunión mantenida la tarde de este martes con los representantes de los veintidós grupos del Carnaval que ensayan en el antiguo mercado de La Salud, y el compromiso que están dispuestos a asumir para restituir la paz en el barrio de La Salud.

Durante casi dos horas, el regidor municipal, en compañía de los concejales de los distritos de La Salud, Fiestas, Patrimonio y Seguridad Ciudadana, trasladó a los representantes de los colectivos que tienen sus locales en el antiguo mercado la necesidad de restablecer la convivencia. O se establecen normas que garanticen la convivencia ciudadana, o las murgas, comparsas, rondallas y agrupaciones musicales que tienen su sede en La Salud corren el riesgo de que un juez sentencie el cierre de la actividad por una denuncia vecinal.

Autocrítica y no solo de las murgas

Los representantes de los colectivos entonaron el mea culpa en la reunión. La representante de la murga femenina Burlonas reconoció que “estamos pagando los excesos de 20 años”. En aras de buscar el consenso y la paz social con los vecinos de La Salud, también se mostraron conciliadores los portavoces de la rondalla Los Aceviños, de las murgas Guachi Infantil y Guachinquietas, así como la portavoz de Tras Con Tras y de la comparsa Bahía Bahitiare.

El buen ambiente entre los grupos fue evidente, especialmente entre la comparsa de Zara Díaz Mendoza y la rondalla de Juan Francisco Cano, que ensayan en la parte alta del mercado. En un momento de la reunión, los políticos trasladaron la indignación de los vecinos de La Salud por las batucadas a deshoras, y se insinuó que podría tratarse de Bahía Bahitiare. Juan Cano, de la rondalla, intervino para asegurar que sus compañeros no ensayan los fines de semana y los exculpó.

Un momento de la reunión del alcalde con representantes de los grupos que ensayan en La Salud.

Un momento de la reunión del alcalde con representantes de los grupos que ensayan en La Salud. / María Pisaca

Más allá de estos gestos de compañerismo, todos se mostraron a favor de restablecer la convivencia en los locales del mercado de La Salud. El alcalde tensó la cuerda: días atrás mantuvo una reunión con representantes vecinales y los emplazó a un nuevo encuentro después del celebrado este martes con los grupos del Carnaval. Bermúdez no quiere presentarse con las manos vacías ante los residentes de La Salud, por lo que propuso a los vecinos la redacción de un acuerdo de paz que establezca normas y limite el uso de los locales al fin para el que fueron cedidos: ensayar y preparar los repertorios.

Hasta una piscina por fuera de los locales

Este compromiso, que todos parecen dispuestos a asumir, pasa por acabar con las celebraciones de bodas, bautizos y comuniones, así como con la instalación de piscinas en el exterior del mercado.

La demanda de aparcamientos en el barrio de La Salud reavivó semanas atrás la indignación vecinal por los excesos que los residentes atribuyen a los propios grupos. “Hay botellones los viernes y sábados”, se admitió, mientras también se insistía en la necesidad de regular el uso de los locales, aunque los aparcamientos sean de uso público.

Dentro de estas normas de civismo para devolver la paz social al barrio de La Salud, se limitarán los ruidos a la entrada y salida de los locales, además de acotar su uso según la naturaleza del grupo. Los representantes también mostraron su predisposición a hablar con los componentes para evitar molestias, regular los accesos y hasta organizarse para reducir, en la medida de lo posible, el número de grupos.

El acuerdo, ya firmado, será presentado a los vecinos de La Salud con el objetivo de restituir la convivencia en el barrio.

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