La Enseñanza en Santa Cruz de Tenerife: La Biblioteca
La primera Biblioteca Pública se instala, en mayo de 1882, en el Establecimiento de Segunda Enseñanza ubicado en el antiguo convento franciscano. Hoy, la Biblioteca Central está en el TEA

Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife, ubicada en el TEA, en la calle Fuente Morales.
José Manuel Ledesma Alonso
La primera Biblioteca Pública se instaló, en mayo de 1882, en el Establecimiento de Segunda Enseñanza, ubicado en el antiguo convento franciscano. Estaba formada por 4.000 volúmenes cedidos por el Gabinete Instructivo y la Sociedad Económica de Amigos del País. Su primer bibliotecario sería el sacerdote Ireneo González Hernández, el mejor gramático canario del siglo XIX. Al año siguiente, la Biblioteca pasaría a denominarse Municipal, al ser subvencionada por el Ayuntamiento con 1.000 pesetas anuales, a la vez que aumentaba su fondo con libros donados por la Dirección General de Instrucción Pública, traídos de Madrid por el erudito canario Elías Zerolo y Herrera.
En 1887, Francisco de León y Morales ofrecería 1.580 volúmenes de la biblioteca heredada de su padre, Francisco María de León y Xuárez de la Guardia, a cambio de obtener la plaza de bibliotecario, siendo el autor de su primer catálogo. Entre los citados volúmenes se encontraba el documento más antiguo que se conserva en la Biblioteca Municipal, los protocolos del mayorazgo fundado por Francisco Benítez de Lugo (1503-1651), regidor perpetuo de Tenerife, que incluye la data de tierras concedida por Beatriz de Bobadilla, firmada de su puño y letra en 1493.
La Biblioteca Pública Municipal de Santa Cruz de Tenerife quedaría instalada, el 2 de abril de 1888, en los nuevos salones acondicionados para tal fin en el exconvento franciscano. En esos momentos contaba con 6.325 volúmenes, de los que 300 eran de gran valor, al formar parte del Fondo Canario Antiguo Impreso.
En el año 1900, el Ayuntamiento establecería el Patronato de Museos y Bibliotecas, cuyos integrantes fueron Anselmo J. Benítez, Pedro Tarquis Soria y Antonio Pintor Ocete, recibiendo 2.000 pesetas anuales de subvención. A partir de este momento, comenzaría a alcanzar un rápido crecimiento, recibiendo las obras donadas por el Ministerio de Fomento, la documentación encontrada en el castillo de San Cristóbal, los fondos de la Casa-Fuerte de Adeje, el pos-incunable del fondo de raros con los sermones de San Agustín, impreso en Venecia en 1505, único ejemplar en el Mundo; la edición original de la Historia Natural de las Islas Canarias, de Sabino Berthelot, ilustrada por los principales grabadores de su época; los fondos personales de Imeldo Serís, Patricio Estévanez, Ireneo González y Anselmo J. Benítez; la biblioteca personal y los manuscritos originales de las obras de Pedro García Cabrera, Rafael Arozarena, Francisco Aguilar y de los hermanos Iriarte, así como los 400 tomos que regaló Eduardo Domínguez Alfonso, primer presidente del Cabildo Insular de Tenerife; 3.000 tomos de la biblioteca de Patricio Estévanez, al que se le nombró cronista honorario de la Ciudad, en 1916; y las obras de Villalba Hervás, poniéndole su nombre a la antigua calle del Tigre, como agradecimiento. También se ampliaría con las compras de los libros que habían pertenecido a distintas personalidades de la ciudad, tales como la biblioteca particular del sacerdote Ireneo González, por 4.508,63 pesetas, y la del poeta Matías La-Roche y Siera, por 500 pesetas.
Todos los libros estaban guardados en vitrinas de madera, protegidos con cristales y registrados alfabéticamente en fichas manuales, colocadas en cajas de madera.
Cuando, el 31 de enero de 1900, el Estado cedió al municipio el antiguo convento franciscano y como éste se encontraba en estado ruinoso, el alcalde Santiago García Sanabria optó por demolerlo y, contando con un crédito concedido por el Cabildo Insular, convocó un concurso de anteproyectos, al que sólo concurrió el arquitecto Eladio Laredo Carranza, quién concebía un edificio multiusos en el que debía tener cabida, además de la Biblioteca Municipal, el Museo de Bellas Artes, la Audiencia, los Juzgados, Parque de Bomberos, Casa de Socorro y viviendas.
En el edificio, de estilo clasicista, inaugurado en 1925, quedaría incorporada la torre del antiguo convento, junto con las iglesias de San Francisco y la Orden Tercera. Presidiendo la imagen exterior del inmueble aparecen diez bustos de intelectuales y pensadores, figuras relevantes de la historia y la cultura de Tenerife.
La modernización y primera ampliación de la Biblioteca tendría lugar en 1957, al ocupar los espacios dejados por la Banda Municipal de Música y los Bomberos.
Sede actual
La Sede actual de la Biblioteca Municipal Central, inaugurada en 2008, está ubicada en el edificio Tenerife Espacio de las Artes, TEA, un centro de producción y exhibición de las distintas tendencias del arte y la cultura promovido por el Cabildo de Tenerife. Diseñado por los arquitectos Herzog y de Meuron, se caracteriza por los espacios diáfanos conectados entre sí y por la conjunción de interiores y exteriores a través de un pasaje peatonal que lo atraviesa. El edificio cumple con la normativa relativa a espacios adaptados para usuarios minusválidos, está situado muy cerca de las paradas de guagua y tranvía, dispone de parking para bicicletas, etc.
La Biblioteca, gestionada por el Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, la lleva un equipo humano, formado por el director, cinco ayudantes de biblioteca, una coordinadora de la sala infantil y juvenil, 16 auxiliares de biblioteca y una Administrativa, los cuales logran que sea un punto de encuentro de la ciudadanía, según sus necesidades y preferencias en materia de información, cultura o educación.
Para ello, la Biblioteca está abierta como sala de lectura, las 24 horas, los siete días de la semana y los 365 del año. Está dotada de zona wifi de acceso gratuito y dispone de tomas de electricidad cercana a la mayoría de los 300 puntos de lectura y consulta, donde los usuarios pueden conectar sus dispositivos electrónicos.
También dispone de 42 ordenadores, dos ordenadores para la consulta exclusiva del catálogo en línea, seis estaciones de trabajo en red y nueve puestos de atención al público. Además, cuenta con zonas de trabajo para investigadores, en los que existen equipos de consulta de documentos microfilmados, documentos digitalizados y del fondo antiguo, visualización de prensa y otros documentos, etc.
Forma parte de la Red de Bibliotecas de Canarias, BICA, caracterizada por la prestación de servicios de forma conjunta, utilizando un único carné de usuario. Cuenta con sucursales en: Ofra, Biblioteca Federico García Lorca, abierta en 1996; Añaza, Biblioteca José Saramago, inaugurada en 2002; Biblioteca Móvil, en 35 barrios de la periferia, y Biblioguagua Municipal.
El fondo bibliográfico está formado por 200.000 volúmenes, de los que 14.000 son anteriores al siglo XX. De ellos, existen ediciones nacionales y extranjeras desde el siglo XVI; un fondo hemerográfico del primer periodo impreso en Tenerife (1785), 120.000 folletos referidos a Canarias, 2.000 libros de Ediciones Príncipe, la colección completa del Semanario Misceláneo Enciclopédico; mapas, planos y láminas; periódicos y revistas, desde 1738; BOE y BOC; 14.000 CD y DVD. También dispone de una sala infantil y juvenil, dotada de 20.000 libros y 3.000 CD y DVD, en un espacio donde los pequeños lectores tienen zonas de juegos, taller y áreas de actividades. n
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