Los vecinos de La Salud exigen al ayuntamiento que traslade a los grupos del Carnaval fuera del barrio

Más de doscientos asistentes a una asamblea reclaman aparcamientos solo para los residentes y que se supriman las nuevas rayas amarillas

Asamblea en el barrio de La Salud sobre los aparcamientos

El Día

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Santa Cruz de Tenerife

La Asociación de Vecinos San Gerardo, en el barrio de La Salud, convocó en la tarde de este lunes 16 de junio una asamblea que, inicialmente, se planteó para pedir a las autoridades municipales que se restituyan los aparcamientos que se han suprimido en media docena de calles donde se han establecido estacionamientos para personas con movilidad reducida.

Comenzaron exigiendo la supresión de la raya amarilla que limita el aparcamiento en uno de los dos márgenes de vías como Rafael Cortés y finalizaron pidiendo el traslado de los veintidós grupos del Carnaval que tienen su sede en el antiguo mercado de La Salud, a los que responsabilizan no solo de la falta de plazas para coches, sino del malestar que soportan desde que comienzan los ensayos cada mes de septiembre. La asamblea evidenció la fractura social entre los residentes del barrio de La Salud y los colectivos que ensayan allí, como recriminaron numerosos asistentes, que culparon al Ayuntamiento de cuidar más a los grupos carnavaleros que a los vecinos que viven en la zona.

La concejala de Movilidad se dirige a los vecinos en presencia del edil de Infraestructuras, en el centro, y la responsable del distrito Salud-La Salle, a la derecha.

La concejala de Movilidad se dirige a los vecinos en presencia del edil de Infraestructuras, en el centro, y la responsable del distrito Salud-La Salle, a la derecha. / Arturo Jiménez

La presidenta de la asociación de vecinos, Vanesa Martín, explicó al inicio de la asamblea que se había requerido la presencia de la concejala del distrito Salud-La Salle, Zaida González, así como de los responsables municipales de Movilidad, Evelyn Alonso, y de Infraestructuras y Obras, Javier Rivero, para preguntarles por qué se han pintado las rayas amarillas que se han traducido en la supresión de aparcamientos, si van a continuar y qué alternativas existen ante la desaparición de estacionamientos en el barrio.

Una situación que viene de lejos

No había acabado la exposición y ya, entre los más de doscientos asistentes, se escuchó la recriminación de "no hay aparcamientos en todo el barrio", mientras otros residentes apuntaban a que no se trata de una situación nueva, sino que "llevamos años sufriendo esta situación", para apuntar que la situación empeorará desde septiembre con el inicio de los ensayos y la prohibición de aparcar en la calle que pasa junto al mercado por la trasera.

Calle Rafael Cortés, donde se ha suprimido el estacionamiento en uno de los dos márgenes y se han habilitado aparcamientos PMR.

Calle Rafael Cortés, donde se ha suprimido el estacionamiento en uno de los dos márgenes y se han habilitado aparcamientos PMR. / Arturo Jiménez

En medio de la algarabía de unos y otros hablando, el concejal de Infraestructuras intentó tomar la palabra para explicar que "La Salud ha crecido" y es un barrio en donde hay servicios como el campo de fútbol San Joaquín, el terreno de juego de La Salud, el IES Las Indias… Intervino también la responsable de Movilidad, Evelyn Alonso, para explicar que en la calle Rafael Cortés se han suprimido los aparcamientos en uno de los márgenes de la vía, de ahí que se haya prohibido estacionar mediante una raya amarilla, ya que muchos vehículos invadían incluso la calzada y personas con movilidad reducida no podían pasar con sus sillas de ruedas.

"¿Ahora a dónde vamos a aparcar?", interpelaba desde la asamblea una de las vecinas, que lamentaba que con la supresión del estacionamiento se incrementa la problemática de dónde dejar el coche para ir a descansar a sus viviendas. Y armó su crítica en primera persona: "He dejado mi vehículo en la subida de la Cuesta de Piedra y no hay derecho a eso".

Mientras unos recordaban la problemática que se vivió en 2023 cuando se suprimieron estacionamientos en uno de los márgenes de la calle Guía de Isora e incluso se cambió el sentido del tráfico, otro de los asistentes estalló: "¡Aquí las murgas hacen lo que les da la gana!", para llegar a asegurar que los vecinos llaman a la Policía para denunciar que no pueden pasar porque estacionan los vehículos sobre las aceras en épocas de ensayo —desde septiembre a febrero o marzo—. "Les dan órdenes para no hacer nada", apostilló.

Otro padre contó su impotencia por llegar con la compra y el carrito de su hijo pequeño: "Dejé el vehículo para llevar las bolsas a casa y me multaron".

Murgas todo el año

En medio de un ambiente crispado, que reprochaba la falta de alternativas a los políticos que habían asistido a la reunión, otros vecinos volvían a cargar contra el Carnaval: "La murga no es en septiembre, es todo el año", para referirse a que unas veces son los ensayos, otras son fiestas que se organizan en los locales del mercado de La Salud, y hasta alguna tamborada con la que alguno se ha sobresaltado en la cama a la una y media de la madrugada. "¡87 decibelios de ruido!, y no medidos con el móvil, sino con un aparato especial", recriminaba otro vecino.

De nuevo, la asamblea se tornó en recriminaciones, sin posibilidad de intervenir los políticos. Desde una esquina, un residente pidió que se aportaran soluciones.

La concejala de Movilidad aseguró que desde el año 2023 entró en vigor una normativa que obliga a atender la solicitud de plazas para personas con movilidad reducida. En el barrio de La Salud hay sesenta casos reconocidos y muchos de ellos se comenzaron a registrar en 2021. "Nosotros no somos los que reconocemos la dependencia, pero sí estamos obligados a habilitar las plazas PMR".

El responsable de Infraestructuras descartó que el Ayuntamiento improvise y aseguró que el Plan Municipal de Movilidad sitúa al barrio de La Salud y a Valleseco como los puntos donde más difícil es encontrar una plaza para estacionar por la tarde y por la noche en toda la ciudad. A partir de ahí, intentó exponer las soluciones para la carencia de estacionamientos en esta zona, que pasan por la demolición de la antigua iglesia de San Gerardo, donde se generarán 85 nuevas plazas, y del viejo colegio Rodríguez Galván, con la posibilidad de crear doscientas plazas. En el caso de la iglesia, estarán acondicionadas en marzo de 2026 y, en el antiguo centro docente, dentro de un año.

"¿Y no pueden quitar a las murgas?"

De nuevo, otro de los vecinos más reivindicativos y escuchados tomó la palabra cuando Javier Rivero presentaba lo que él denominaba "proyectos a corto plazo". "¿Y las murgas no las pueden quitar?", exigió el residente, propuesta que fue refrendada por los aplausos de parte de los vecinos, entre los que incluso se encontraban integrantes de algunos de los grupos de Carnaval que tienen su sede en el viejo mercado.

El mismo vecino continuó su discurso lamentando que "ahora están arreglando la fachada del mercado, que cuesta un millón de euros", para reprochar que el Ayuntamiento no tiene planes de llevar a otra zona a los grupos que ensayan en el barrio.

Los asistentes pedían soluciones inmediatas, "no para 2040", como dijo uno de ellos. "¿Por qué no habilitar el polideportivo que está justo encima del mercado y no se utiliza?" "Hay un barranco debajo", le respondió Rivero. "Propongo que dejen de pintar líneas amarillas y quiten las que han puesto", dijo otra vecina, mientras a su lado no faltó quien propuso organizarse para, por las noches, salir con cacerolas en forma de tambores, pintar de negro las rayas amarillas u organizarse. "Primero cortamos la calle aquí y si no nos hacen caso nos manifestamos a las puertas del Ayuntamiento", comentaron otros.

De nuevo, el vecino que acaparaba la atención por su discurso: "Está bien que ustedes cuiden el Carnaval, pero cuídennos también a nosotros, que para eso somos los que les votamos", exigió.

¿Y mañana qué?

Javier Rivero intentó explicar que el Ayuntamiento invertirá 5,7 millones en la mejora de diferentes ámbitos de La Salud, mientras la asamblea se dividía en corros. Unos aseguraban que habían llegado dos comparsas nuevas al mercado; otros, que el mercado se dio en 1985 a cuatro grupos y ahora hay una veintena.

En la búsqueda de alternativas, no faltó quien propuso permitir el estacionamiento en el vivero municipal, mientras la concejala de Movilidad adelantó la posibilidad de habilitar un servicio de transporte público para que los componentes de los grupos acudan en guagua a sus locales de ensayo. "¿Por qué somos nosotros, los vecinos, los que tenemos que usar el transporte público y no ellos?", reprochaban otros.

Otro de los más críticos se encaró desde mitad del salón de actos con el concejal de Infraestructuras, mientras lo señalaba con un dedo: "Nos has venido a vender humo. No hay ni un proyecto en firme".

Una de las residentes que reclaman solución a la falta de estacionamientos en La Salud.

Una de las residentes que reclaman solución a la falta de estacionamientos en La Salud. / Arturo Jiménez

"No queremos que sigan los grupos aquí y van a invertir en sus locales 900.000 euros", dijo otro residente, a la vez que parecía ponerse del lado de los colectivos para advertir del riesgo que supone ensayar en el mercado, porque no tienen ni una salida de emergencia. "Si un día hay un incendio en un local, ocurrirá una tragedia". Y como quien había encontrado la solución, añadió otro. "¿por qué no hacen como en Las Palmas y se llevan a los grupos a la dársena pesquera a ensayar?"; en realidad ensaya en el antiguo acuartelamiento militar Manuel Lois.

Los vecinos se adelantaban para hablar delante de los concejales. Así hacían uso de la palabra y, poco a poco, se rompió la asamblea, que acabó desmembrada, cada uno por su parte. Una de las vecinas se marchó dejando en el ambiente un lacónico: "¿Y mañana qué?".

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