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Un paseo en Santa Cruz por el buque de guerra más grande y más caro de España

El Juan Carlos I de la Armada española, portaeronaves y con capacidad anfibia, abre sus puertas a los ciudadanos en el Puerto chicharrero

Santa Cruz de Tenerife

El buque de guerra más grande y caro construido por la Armada española, con un coste de 400 millones de euros, ha abierto sus puertas a la ciudadanía en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, para que ésta conozca sus secretos, sus imponentes instalaciones y el trabajo que desarrollan los marinos. El barco Juan Carlos I (L-61) forma parte de la Presencia Naval que durante esta semana acoge la capital chicharrera con motivo de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas (Difas), cuyo acto central, presidido por los Reyes, tendrá lugar el sábado en la avenida de La Constitución. El buque de guerra que prestó ayuda humanitaria en el terremoto de Turquía y en la tragedia de la Dana en Valencia, entre otras numerosas misiones, podrá ser visitado hasta el próximo domingo en Santa Cruz.

Un paseo por esta impactante embarcación, construida en 2010 y con base naval en Rota (Cádiz), permite a los visitantes conocer las características que la convierten en el buque insignia de la Armada española, así como conocer la labor que realiza su tripulación. «Estamos encantados de que nos vengan a visitar, para explicar a la población lo que hacemos. Nuestro principal desempeño se desarrolla en altamar, por lo que ésta es una gran oportunidad para acercar nuestra labor a los ciudadanos», manifiesta el teniente de navío Guillermo Novillo-Fertrell.

Portaeronaves

Éste cuenta que el Juan Carlos I, cuya denominación OTAN es LHD (Landing Helicopter Dock), es un buque multipropósito, «con capacidad anfibia y portaeronaves». Puede transportar y operar hasta treinta aeronaves, entre aviones y helicópteros, así como unos cien vehículos, como carros de combate. Para la celebración en Santa Cruz del Día de las Fuerzas Armadas, este barco ha trasladado cinco aviones y tres helicópteros, así como unos 50 vehículos.

Funciones

Entre las funciones del Juan Carlos I se encuentran, según apunta el teniente de navío, el transporte, en relación a su capacidad anfibia, de las Fuerzas de Infantería de Marina para realizar desembarcos, apoyando operaciones en tierra; el transporte, como buque de proyección de fuerza, de cualquier ejército a un centro de operaciones; y el transporte de aviones y helicópteros, así como de los pilotos y de todo el equipo necesario, para que éstos puedan operar desde el barco, pues cuenta con pista de despegue y aterrizaje de 200 metros, así como con la correspondiente torre de control.

Asimismo, otra de las misiones de esta imponente embarcación son las operaciones «no bélicas», es decir, apoyo humanitario, evacuación de personal de zonas de crisis, y buque-hospital en zonas afectadas por catástrofes.

Como una de las torres de Madrid

Este barco, de 26.000 toneladas, tiene 237 metros de eslora, 32 de mancha y 40 metros de altura. «Para que los ciudadanos se hagan una idea, si lo pusiéramos en vertical, su tamaño es equiparable al de una de las Cuatro Torres de Madrid», manifiesta Novillo-Fertrell.

¿Cuántas personas?

Tiene capacidad para transportar hasta unas 1.400 personas; «es una ciudad flotante». En concreto, su dotación o tripulación, entre la que también se encuentran canarios, está formada por 300 militares, entre oficiales, suboficiales, cabos primeros, cabos y marineros. El 15% son mujeres. «Actualmente, nos encontramos en el barco unos 800 militares».

¿Cuántos días en altamar?

Según explica el alférez Ignacio Moreno, el Juan Carlos I cuenta con 75 camarotes para los oficiales. El resto de la tripulación y los militares que son transportados en las diferentes misiones comparten habitaciones, en las que duermen en literas. Normalmente, las misiones suelen prolongarse durante una media de entre 15 y 35 días, periodo en el que los marinos permanecen en altamar.

Este barco, de cuarenta metros de altura, prestó ayuda humanitaria durante la tragedia de la Dana en Valencia

Olas de siete metros

Durante los viajes para atender las diferentes misiones encomendadas, éstos se enfrentan a todo tipo de condiciones meteorológicas adversas, a las que ya se han acostumbrado. «Hemos tenido que superar olas de hasta siete metros, pero este buque es completamente seguro», afirma el teniente de navío Guillermo Novillo-Fertrell.

Lanzamiento de misiles

Ése relata que desde 2023, el Juan Carlos I ha estado desplegado en el Mar Mediterráneo y también en el Mar Báltico. A principios de dicho año, prestó ayuda humanitaria por el terremoto de Turquía, ya que las autoridades turcas pidieron apoyo. A finales de 2024, dicha ayuda se trasladó a Valencia, por la tragedia de la Dana. Tras participar en los actos conmemorativos del Día de las Fuerzas Armadas en Santa Cruz de Tenerife, el Juan Carlos I continuará con su labor, zarpando hacia el Mediterráneo. La siguiente misión encomendada consiste en la realización de «ejercicios de lanzamiento de misiles y de adiestramiento de hundimiento de blanco».

La vida del marino

El teniente de navío declara que la vida de un marino consiste en enfrentarse diariamente a un reto personal, «con el objetivo de superarnos, pues estamos lejos de casa». Comenta que sin el apoyo de la familia, la situación sería mucho más difícil. «Nuestra labor es dura, pero también tenemos la oportunidad de conocer muchos lugares, muchas culturas y personas».

Entre las misiones más complicadas a las que se han enfrentado, Guillermo Novillo-Fertrell destaca la relacionada con la tragedia de la Dana en Valencia. «Muchos compatriotas lo perdieron todo y fue realmente difícil».

Horarios para la visita

Los chicharreros y visitantes tendrán la oportunidad durante estos días de conocer los secretos del mayor buque de guerra construido en España, que se encuentra atracado en el Puerto de Santa Cruz. Podrá visitarse el sábado, de 15:00 a 20:00 horas, y el domingo, de 10:00 a 14:00 horas.

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