Una nueva zona de baño para Santa Cruz de Tenerife: un gran charco natural con zona deportiva

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ya ha decidido cómo será la nueva zona de baño de la capital, localizada en el litoral del Suroeste. Ésta se denominará La Mareta de Añaza. Estará formada por un «gran charco natural», situado frente a la actual explanada de aparcamientos del conocido como Muelle de Añaza, y por una zona deportiva .

Así lo anuncia a ELDÍA el edil de Planificación Estratégica, Carlos Tarife (PP). Explica que, tras descartarse la idea original, Pasea, elaborada en 2004 y que consistía en la construcción de un parque marítimo-deportivo en la costa de Añaza y Acorán, el Consistorio y los arquitectos que redactan el nuevo proyecto han seleccionado, entre tres alternativas, la propuesta final. «Se trata de la más viable, la menos compleja y la más respetuosa con el paisaje», afirma.

Presupuesto y plazos

Tarife prevé que el proyecto definitivo, que supondrá una inversión de entre 12 y 14 millones de euros y con el que se transformará el litoral de Añaza, esté listo a finales de año.

«Confiamos en contar con la colaboración del Gobierno central, del Ejecutivo canario y del Cabildo para financiar esta importante actuación, por la que el Suroeste, y en general todo el municipio, lleva esperando tanto tiempo. Intentaremos licitar la obra en este mandato», apunta el también primer teniente de alcalde.

Suroeste Avanza

Primero, aclara Tarife, en coordinación con el concejal de Infraestructuras, Javier Rivero (CC), se presentará la propuesta a la plataforma Suroeste Avanza, en la que están representadas todas las asociaciones de vecinos y colectivos del distrito, con el objetivo de conocer su opinión.

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La alternativa escogida

La alternativa escogida, La Mareta de Añaza, la tercera de las estudiadas, se divide en dos zonas principales: una de baño en un entorno natural, con la creación de un gran charco, La Mareta, y otra para el uso deportivo ligado al mar. Según se indica en el documento de las propuestas, al que ha tenido acceso este periódico, el charco natural se genera «manipulando la actual plataforma existente», para así permitir la entrada del mar de manera natural.

«Se trata de abrir esa plataforma, recuperando lo que había de fondo marino en esa parte del litoral», asevera el edil Carlos Tarife. Y se mantendrá la infraestructura existente necesaria, es decir, la protección de la escollera, para permitir el baño controlado y el acceso al mar en el charco.

Con respecto a la zona deportiva prevista, se mantendrá parte de la plataforma actual para su aprovechamiento para el uso deportivo, estancia y zonas de solárium.

La Mareta de Añaza incluirá, tal y como se indica en la propuesta «más viable», un charco natural que ocupará una superficie de 9.400 metros cuadrados; una zona de pérgolas y sombra; un espacio de estancia y solárium de 5.947 metros cuadrados; la explanada actual de aparcamiento, con 170 plazas; y una zona de cafetería y locales, de 454 metros cuadrados.

También contará con un paseo y estancias a borde mar, cuya superficie será de 1.100 metros cuadrados; con una zona deportiva para la práctica de voley, fútbol, balonmano y bochas, de 3.115 metros cuadrados; con una zona de pesca y saltos; y con la rampa, que ya existe, de acceso al mar, para la práctica de kayak, padelsurf y submarinismo.

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Costa "antropizada"

En el documento al que ha tenido acceso ELDÍA se explica que la costa de Añaza pasó de tener un carácter natural a convertirse en una costa «antropizada», con la creación de la plataforma ejecutada a finales de los años 80 y principios de los 90. En la actualidad, dicha plataforma se encuentra abandonada y existe un pequeño acceso al mar y solárium, espacios acondicionados por el Consistorio chicharrero.

Un proyecto con más de 20 años

Hace más de 20 años, el Ayuntamiento convocó un concurso de ideas para transformar el litoral del Suroeste, en los barrios de Añaza y Acorán. Ganó el concurso la propuesta denominada Pasea, Parque Marítimo Deportivo Añaza-Acorán, elaborada por los arquitectos Raquel Guanche, David Espejo y José David Izquierdo.

Sin embargo, aquel ambicioso proyecto quedó enterrado en un cajón de las dependencias municipales. En 2021, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife decidió rescatar esta idea del baúl de los recuerdos, aunque no fue hasta abril del año pasado cuando se encargó, por un importe de casi medio millón de euros y a los mismos arquitectos de Pasea, la redacción de un nuevo documento.

Tanto el alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez (CC), como el concejal de Planificación Estratégica, Carlos Tarife (PP), han asegurado en varias ocasiones que, tras las acciones llevadas a cabo para mejorar el litoral de Valleseco, en el que se seguirá actuando, los próximos objetivos que persigue el Consistorio chicharrera, en esta materia, son modificar el Plan General de Ordenación (PGO) para poder intervenir en la playa de Las Teresitas, con la creación de un paseo y la dotación de iluminación y saneamiento, y transformar el litoral de Añaza.

Alternativas descartadas

La primera fase de la redacción del proyecto para crear la nueva zona de baño en el Distrito Suroeste consiste en la modificación de la idea inicial y en la elección de la mejor alternativa, la más viable y respetuosa con el paisaje. Para ello, se analizaron tres propuestas.

En primer lugar, se estudió la posibilidad de mantener gran parte del proyecto original, Pasea. Éste se basaba en un recorrido continuo a lo largo de la costa de Añaza y Acorán, desde la plataforma existente hasta el parque en ladera, en la zona en la que se encuentra el hotel abandonado.

Esta alternativa incluía la creación de un área de baño formada por piscinas, tanto recreativas como deportivas; la implantación de un parque-recreativo con canchas de tenis y pádel, campo de fútbol, piscina de natación deportiva, campo de bochas y pista de frontón; y la creación de un espacio para actividades náuticas.

Asimismo, estaba prevista la construcción de un edificio social, con los siguientes usos: vestuarios, almacenes, bar-terraza, restaurante, ocio nocturno y oficinas.

La segunda alternativa consistía en el desmantelamiento de toda la plataforma existente y en la recuperación de la ladera y del borde costero original, «generando accesos puntuales al mar y miradores para el disfrute de las vistas». Estas dos alternativas han sido descartadas, señala Tarife.

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