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Barrio a barrio

Luz verde a la rehabilitación de Juan XXIII en Santa Cruz de Tenerife: habrá hasta ascensores

«¡Hay que lucharlo!», mensaje del alcalde ante 200 vecinos: el ayuntamiento pagará los proyectos para ganar tiempo y pedirá 14 millones a los ARRU

Reunión de Viviendas Municipales con los vecinos de Juan XXIII

Andrés Gutiérrez

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Santa Cruz de Tenerife

Día histórico para el medio millar de vecinos de Juan XXIII, y no tanto por el anuncio de la construcción del complejo deportivo y lúdico de este barrio de Santa Cruz de Tenerife antes de final de año –«salvo que ocurra una catástrofe», advirtió el concejal de Infraestructuras y Obras, Javier Rivero– seis años después de que el alcalde, José Manuel Bermúdez, presentó la primera idea.

Lo más relevante de la asamblea que secundaron más de doscientos vecinos fue que el regidor municipal hizo público las conclusiones del diagnóstico sobre los problemas técnicos de los cuatro bloques. El estudio garantiza la viabilidad para rehabilitar el medio millar de viviendas que se distribuyen en cuatro bloques, por lo que se descarta la reposición. Y un paso más al frente: se garantizará la accesibilidad y para ello se instalarán ascensores por fuera de las construcciones, en los jardines.

En la actualidad no existe disposición presupuestaria para incluir a Juan XXIII dentro de las Ayudas a la Regeneración y Renovación Urbana (ARRU), un programa del Gobierno estatal y en el que participan el Ejecutivo autonómico, el ayuntamiento y los vecinos con una cuota menor.

El alcalde está convencido de que el Ejecutivo de España volverá a sacar una tercera convocatoria, y comprometió el esfuerzo del equipo de gobierno local para promoverlo e incluir a Juan XXIII. Tan convencido está Bermúdez que, para ganar tiempo, comprometió que el Ayuntamiento de Santa Cruz convocará un concurso para la búsqueda de arquitectos que redacten los proyectos, gastos que asumirán las arcas públicas para ganar tiempo hasta que se haga efectiva la convocatoria de ARRU. 

Los vecinos tienen su parte

Bermúdez recordó, con el apoyo de la concejala de Viviendas Municipales –antes administradora de fincas que política–, que corresponde a los vecinos constituir las comunidades de propietarios para poder optar a los ARRU. En ese trámite se adquieren una serie de compromisos. Se refería así al pago de los 1.370 euros que se calcula que cada propietario tendrá que aportar para la rehabilitación de su casa. Son pisos privados, insistió el alcalde, y el ARRU interviene en zonas comunes, como seguridad estructural, adecuación de instalaciones (luz, agua...), impermeabilización, cubierta y fachadas, accesibilidad y eficiencia energética.

Bermúdez, junto a los concejales de Viviendas Municipales e Infraestructura y obras, Belén Mesa y Javier Rivero, respectivamente, así como los de Deportes y de Distrito Ofra-Costa Sur, acudió en compañía de los autores del diagnóstico de los problemas estructurales, David Valcárcel e Iván Perera, que viene con el aval de otros ARRU, como los llevado a cabo en Santa María del Mar.

También presentó la hoja económica: cada portal se beneficiarán de una media de entre medio millón de euros y 600.000 euros. En cifras totales: catorce millones de euros, y la rehabilitación se hará según se vayan registrando cada portal, que deberá tener su comunidad de propietario. El técnico aclaró que la obra se hace por portal, aunque esté dentro de un bloque.

Cuando el alcalde dijo que la rehabilitación total costará catorce millones, a más de uno se le encogió el estómago del susto, si bien cada familia debe aportar 1.370 euros, en un cálculo inicial. Bermúdez no se arrugó: «¡hay que lucharlo!», y comprometió el apoyo municipal, y garantizó que seguirá más allá de un cambio de signo político después de las elecciones municipales en 2027, como preguntó un vecino; cambio que Bermúdez descartó.

A partir de ese momento, el alcalde tomó el control de la asamblea que previamente había registrado las voces díscolas de algunos residentes porque primero se les presentaron a los vecinos las obras de la zona deportiva y lúdica de Juan XXIII. «A nosotros lo que nos interesa con las viviendas», se escuchó entre el público.

Después de explicar que la nueva zona deportiva se ejecutará en los 6.500 metros cuadrados donde ahora están las canchas de asfalto y que tiene un diseño bucólico que reparte en una cinta peatonal con skatepark incluido y en diferentes cotas un parque canino, zonas de infantiles –valladas–, calistenia, deportes, baloncesto, las dos canchas bochas y hasta un área con semicubierta y en curva. Al arquitecto del equipo redactor casi le faltaba ver al mítico jugador americano de la NBA Michael Jordan paseando por el renovado Juan XXIII que se abrirá a la avenida Los Príncipes. La similitud que encuentra el técnico: la pasión por el baloncesto que atribuye al barrio y la cota 23 que hay que salvar, número que coincide con el que vistió Jordan.

 «La prioridad son las casas donde vivimos», dijeron los vecinos. Una, Gema, se puso al frente para decirle al alcalde: «¿usted ve aquí a los niños que van a jugar ahí?», otros pidieron aparcamientos bajo el nuevo equipamiento. Rivero, de Infraestructura y Obras, se revolvió: «no es solo un lugar para hacer deporte, es un lugar de convivencia». Bermúdez recordó que ese suelo era de titularidad del Gobierno canario y solo permite el uso deportivo, por lo que no admite estacionamientos.

Gema volvió a tomar la palabras: «el techo de mi casa se cae y a la comunidad lo único que le preocupa es que esté limpia la escalera»». El regidor recordó que se trata de viviendas privadas, que la gestión corresponde a las comunidades de propietarios, mientras la concejala de Vivienda echó mano de experiencia profesional: «en veinte años he rehabilitado 25 edificios».

De nuevo la vecina. «Si yo pago mis cuotas y el resto de vecinos no, ¿por qué tengo que padecer que no me arreglen mi casa?». Rivero le respondió: «¿quién es el presidente de la comunidad de su portal?». El alcalde habló en primera persona. «En mi edificio hay morosos y la comunidad reclama el pago por la vía judicial».

El anuncio de la rehabilitación y el adelanto del encargo de los proyectos, con cargo a las arcas municipales para ganar tiempo, parecieron aplacar las voces críticas y ganar un voto de confianza gracias al trabajo callado de Belén Mesa más como administradora de fincas que como concejala de Viviendas, codo con codo con el presidente de la asociación de vecinos, el joven Tana García. Ya ha conseguido que la mitad de portales se hayan constituido en comunidad de propietarios, un camino que resta por completar mientras llegan los ARRU.

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