Distrito Suroeste
Premio para los vecinos que han hecho del Suroeste un lugar para vivir
La plaza de la iglesia de Tíncer acoge la primera gala Sureste Avanza que entregó muñecos de nieve a residentes ejemplares

Entrega de los premios Suroeste Avanza /

A la segunda fue la vencida. La plaza de la iglesia de Tíncer acogió, esta vez sí, la gala de entrega de los premios Suroeste Avanza que se había aplazado por mal tiempo semanas atrás, distinciones destinadas a reconocer la labor de vecinos y entidades que han convertido a este distrito de Santa Cruz en un lugar para vivir.
Con veinte minutos sobre la hora prevista y la plaza de bote en bote, Paula Álvarez dirigió un espectáculo ameno y ágil, con la producción de Yeray Piñero, de los que tocan el corazón, en especial para los homenajeados y los vecinos testigos de su lucha o ejemplo.
En poco más de una hora, Elvis Sanfiel fue el encargado de mantener la atención y tensión de un acto que arrancó con palabras del alcalde, José Manuel Bermúdez. Desde fuera podría parecer un mitin de campaña, pero el regidor no fue a hacer política sino a reconocer «el valor de quien construye comunidad», según dijo en sus palabras.
En su discurso, referencia obligada al 23 de diciembre de 1968 -según leyó-, cuando se materializó la agregación a Santa Cruz de las 1.500 hectáreas que cedió el Ayuntamiento de El Rosario y que se materializó en el salón de plenos, de hace 56 años, con la presencia del regidor de La Esperanza a la derecha del alcalde santacrucero, en la Casa de los Dragos. Otra frase lapidaria de Bermúdez en su intervención en Tíncer este jueves: «el desarrollo se mide por cómo se honra a quien hace avanzar». Y de ahí los premios entregados a pie de barrio.
Elvis Sanfiel luego le puso la alfombra al concejal de Distrito Suroeste, Javier Rivero, ese «niño del barrio» que hoy gestiona esta zona como responsable municipal. El joven que con su cámara de fotos inmortalizó la riada del 31M de 2002 como miembro de la asociación de vecinos El Rosarito y ese material gráfico ayudó a atestiguar las pérdidas causadas por la lluvia ante las administraciones, tomó el testigo en la tribuna para alardear de distrito. «El Suroeste es un suelo de oportunidades», dijo haciendo suya la frase que escuchó días atrás en la Gerencia de Urbanismo. Pero él apostó por «crear las oportunidades, perseguirlas hasta hacerlas realidad». Es su receta para evitar las zonas dormitorios y desarrollar infraestructuras y «mimar la identidad».
Javier Rivero hablaba desde el corazón, con la emoción del niño que jugaba a los boliches en las plazas del distrito donde desde hace cuatro años se planifica Suroeste Avanza, un programa que ha permitido una inversión de dieciséis millones a los que se suma la construcción de dos grandes edificios de referencia comarcal y hasta insular: la nueva sede para servicios esenciales y el centro para personas con discapacidad. Este equipamiento supera los cincuenta millones de euros.
Rivero fue a pellizcar el corazón del público al recordar a Luis Celso o Pepe Santamaría; de este último, asegura que le acompaña una frase: «tenemos que vernos con los compañeros para intercambiar impresiones».
Y luego, el concejal del Suroeste regaló poesía al referirse al Suroeste del presente y futuro y poner en valor las virtudes del lugar que aúna campo y ciudad, a mitad de camino entre Anaga y Güímar, atesora los barrancos donde vivieron los guanches o el muñeco de nieve, escultura del artista checo Jiri Georg Dokoupil, que habita en Los Majuelos todo el año. Alguna de sus frases fueron recogidas por Elvis Sanfiel en la folía que interpretó junto a Idaira Trujillo, cuando entonó, con sabor a Noche de Taifas, «de Barranco Grande a Añaza, de Llano del Moro hasta El Tablero, sus calles y gentes, son orgullos del chicharrero». Antes, eslogan propio de campaña: «El Suroeste no se detiene, avanza con ustedes», dijo Rivero.
Y comenzó la entrega de premios mientras el primer teniente de alcalde, Carlos Tarife, se tuvo que ausentar para retirar su coche y facilitar el tránsito de la guagua o el presentador usó el chascarrillo de que la gala era una noticia de relevancia internacional hasta el punto de que los cardenales se habían dado prisa para elegir Papa. Para ese entonces ya se había difundido por algunos grupos el meme con la foto del portavoz de CC, José Alberto Díaz-Estébanez, por su parecido con León XIV.
TRADICIÓN AGRÍCOLA.
Sofía Torres fue la primera en recoger uno de los ocho premios Suroeste Avanza, quien ha entregado toda su vida a llevar los productos de El Tablero, con la cesta a la cabeza, hasta la Recova Vieja, siendo una de las fundadoras del mercado de Nuestra Señora de África. Madre de seis hijos, «es historia viva del Suroeste», se le reconoció.
ACCIÓN SOCIAL.
Reconocimiento a la labor de Activoz, asociación dedicada a la integración desde la diversidad funcional que nació en septiembre de 2017 y que cuenta con dos sedes en el Suroeste, uno en Barranco Grande y otro enAñaza. Su lema reza: «no limites tus retos, reta tus límites».
IDENTIDAD CANARIA.
Con el entusiasmo de Elvis Sanfiel, desde su faceta más folclórica, premio para la agrupación folclórica Ydayra, que se fundó en El Draguillo en la noche de la fiesta de san Juan del año 1980. «No solo cantan; cuentan la historia». En sus filas, la dirigente vecinal Maribel González, emocionada; ella sola encarna una historia de superación desde la integración.
TALENTO JOVEN.
Renzo El Selector, vecinos de El Draguillo, recibió el reconocimiento como vecino que puso en valor «talento cultivado en cada esquina y plaza» de los barrios del Suroeste. «El talento se escucha, se siente».
TRAYECTORIA DE VIDA.
La entrega de distinciones se dividieron en dos bloques el reconocimiento a la trayectoria cerró el primero. Emoción al recordar a Enrique Marrero (El Pilarito), a título póstumo, por su compromiso en la defensa de los derechos laborales y la mejora de El Pilarito. Para muchos, Quique, de 2,08 metros de altura, el chiquitín, el pequeño de doce hermanos, con un corazón más grande que su altura física.
INNOVACIÓN EMPRESARIAL.
Actuación de Elvis e Idaira, con folías de la tierra, para reconocer la labor de dormitorum, de Alexis Amaya; la compañía que tiene su centro logístico en El Chorrillo y una plantilla de 240 trabajadores. Elvis Sanfiel no pasó por alto la campaña publicitaria de Bárbara Rey, que duerme como un rey.
FOMENTO DEL DEPORTE.
Premio a la escuelita Solidaria Sonrisas del Suroeste, de Nelson Concepción, en colaboración con todo el equipo. Una labor misionera sin salir del Suroeste.
LIDERAZGO VECINAL.
Cerró la entrega de menciones, Guillermo Samarín (Tíncer), con gorra, rebeca y poblada barba, a quien el alcalde ya conocía antes de llegar al cargo por la experiencia compartida por su padre, Severiano Bermúdez. No fue un reconocimiento de mantequilla, sino uno de los vecinos más reivindicativos que han hecho grande Tíncer y el Suroeste.
La gala predicó con el ejemplo el lema trazado por Javier Rivero: «Suroeste, un lugar para vivir».
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