Santa Cruz de Tenerife toma la delantera ante la sequía

El descenso de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas sufridos en los últimos años llevaron a la declaración de la emergencia hídrica en Tenerife en mayo de 2024, una situación que ha sufrido ya dos prórrogas. Para paliar los efectos de esta sequía, el Ayuntamiento de Santa Cruz tomó la delantera, a través de políticas de mejora y digitalización en la eficiencia del ciclo integral del agua del municipio.

Estas iniciativas se enmarcan dentro del Programa Estratégico de Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para la digitalización del ciclo integral del agua de Santa Cruz de Tenerife, que el Consistorio puso en marcha el verano pasado gracias a la colaboración de la Empresa Mixta de Aguas (Emmasa), perteneciente al Grupo Sacyr. Entre las acciones que incluye el ambicioso proyecto, que ya se está ejecutando, destaca la implantación de la telelectura en el 70% del parque de contadores del municipio que, además de lograr un consumo de agua potable más sostenible, consciente y eficiente, logrará disminuir en 2.867 toneladas las emisiones de CO . 

El alcalde, José Manuel Bermúdez, asegura que el Ayuntamiento mantiene un firme compromiso con el desarrollo de proyectos innovadores que permitan ligar a la ciudad con la sostenibilidad y la tecnología. “El programa cuenta con 22 acciones encaminadas a aprovechar los avances tecnológicos para mejorar la gestión del ciclo del agua, aumentar su eficiencia y reducir las pérdidas en las redes de consumo, para así adaptarse a las necesidades de la población”, sostiene. Además, añade que “al mismo tiempo, se busca responder a las demandas de nuestro planeta ligadas a una mayor eficiencia y eficacia de los procesos en este momento de sequía”. 

En este sentido, el primer teniente de alcalde y concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, incide en que Santa Cruz es “un municipio que avanza constantemente en la toma de decisiones relacionadas con el cuidado medioambiental y, en este caso, contra la emergencia hídrica”. De esta manera, explica que, para ello, se están implementando sistemas de medición inteligente del consumo con más capacidad de telemando y telecontrol. 

El proyecto ya ha ejecutado la mitad de las acciones programadas y estará finalizado en mayo de 2026

En esa línea, el PERTE también incluye el monitoreo y control de vertidos en tiempo real, que permite la detección precoz de las fugas, lo que resulta imprescindible a la hora de prevenir desperdicios de este recurso escaso y fundamental para la vida. 

La digitalización de operaciones relacionadas con el ciclo integral del agua de Santa Cruz permite, según explica el concejal, “ofrecer datos actualizados del consumo que posibilitan una gestión aún más transparente, al tiempo que propician un consumo mucho más responsable, ya que los vecinos y vecinas podrán conocer sus hábitos de consumo y racionalizarlos”. 

Para continuar avanzando en este reto, Emmasa está ejecutando ahora mismo medidas como la instalación de sensores de nivel y calidad de agua en la red de alcantarillado, pluviómetros o sondas multiparamétricas de calidad del agua, entre otras. Por otra parte, en enero de este año se comenzó a desarrollar un estudio de investigación con la cátedra BIG DATA de la Universidad de La Laguna con la intención de evaluar la relación de variables monitorizadas tras la implantación del proyecto. 

En este momento, el proyecto se encuentra en el meridiano de su desarrollo. Ya se han puesto en marcha más de la mitad de las acciones programadas y se prevé que se finalice su ejecución en el mes de mayo de 2026. 

El PERTE cuenta con un presupuesto total de nueve millones de euros, de los que 5,55 millones corresponden a la subvención concedida por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de los fondos europeos Next Generation, y los 3,45 millones restantes corresponden a fondos propios de Emmasa.

Todas estas medidas colocan a Santa Cruz en una posición aventajada en la lucha contra esta crisis hídrica, que persiste en la actualidad pese al incremento de la capacidad de las balsas con las lluvias de los últimos meses.