BARRIO A BARRIO | García Escámez

El barrio de García Escámez celebra el ochenta aniversario de su colegio

La comunidad educativa hace un repaso por la historia del centro con una sensacional obra de teatro en la que los actuales alumnos cuentan el ayer

Aniversario del colegio de García Escámez

Vídeo: E. D. / Imagen: Arturo Jiménez

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Santa Cruz de Tenerife

El patio techado desde comienzo de este curso del colegio del barrio García Escámez acogió la celebración del 80 aniversario del centro con una exhibición de enorme trabajo de la comunidad educativa como quedó reflejado en la actuación del coro y en la representación teatral que repasó la historia –en mayúscula y también local–.

Las familias del centro que cuenta con más de 260 alumnos secundaron la invitación para conmemorar la apertura de las puertas del colegio que tuvo lugar la mañana del 9 de abril de 1945. En los trabajos de investigación previos para elaborar el guión de la obra de teatro, incluso localizaron el nombre de la primera profesora de infantil: Juana María. De hecho hace 80 años.

Más allá de los talleres y actividades para dinamizar la fiesta de cumpleaños, destacó la actuación del coro, que interpretó Sancho y Quijote, para el disfrute de los padres y abuelos de los actuales alumnos, pues se trata de la sintonía que acompañó la serie del mismo nombre en la década de los años ochenta.

Entre los presentes, el empresario y muguero –antes de Ni Pico, ahora en MamelucosDavid Díaz, con su pequeña, que ahora acude al mismo colegio donde él estudió hace ya más de tres décadas. O Nauzet Campomar, de Zeta-Zetas, con su hijo; o Iván de Bambones... Pero no sólo hay padres murgueros en el centro. En especial, mucho ADN de García Escámez y Somosierra, como el particular de Rosy Sánchez, vecina del pasaje Tigaiga. A sus sesenta y acudió a ver a su nieto, Jonay, de cuatro; también su hija, Jéssica Arteaga, que ahora tiene 28 años, fue antigua alumna del García Escámez. Las tres generaciones.

El regalo del alcalde

Después de la actuación del coro y antes de la representación de la obra de teatro sobre la historia del colegio intervino el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, quien felicitó a la comunidad escolar y al claustro por los ochenta años de historia y por formar a generaciones de chicharreros.

Acompañado por la concejala de Educación, Charín González, así como el edil del distrito Ofra, Santi Díaz, el alcalde hizo un alto en su camino de un acto en el García Sanabria a la presentación del renovado campo de fútbol de La Salud, para sorprende a los presentes en el aniversario del antiguo García Escámez con un reconocimiento: el ayuntamiento tramita la concesión de la Medalla de Oro al mérito cultural que se le otorgará al colegio este mismo año.

La directora, antes de dar paso a la representación, no pasó por alto los quebraderos de cabeza que supuso para muchos el cambio de nombre de centro. En aplicación de la memoria histórica tres o cuatro colegios de la capital cambiaron su nominación y el García Escámez fue el último que lo varió, después de intentar sortear la orden dada, y obligada a cumplir, de la Consejería de Educación, en cumplimiento con la ley estatal.

Lo cierto es que de los 80 años del centro, durante 79 llevó el nombre del General García Escámez, salvo el último curso, que adoptó el de Ágora.

La representación teatral fue una exhibición de buen gusto y gran trabajo desarrollo.

En el patio techado se dispuso la clase de sexto, con su profesora y alumnos actuales. Detrás, el escenario, donde antes cantó el coro.

Como hilo conductor, se presente que alumnos del último nivel que se imparte en el colegio hacen un repaso por la historia del colegio, coincidiendo con sus 80 años. La maestra pregunta por qué se llamó García Escámez, también se hace mención a que en el barrio hay Bienes de Interés Cultural, como la parroquia de San Fernando Rey o el mercado La Abejera, para finalmente recordar que el colegio se puso en marcha en 1945.

En ese momento en el escenario, detrás de la clase actual de sexto, suben seis niños con dos profesores que simulan pasar lista, con el nombre y los apellidos (se desconoce si eran nombres reales de alguno de los niños de la época). La representación logra el efecto de la pantalla con dos imágenes a la vez.

Recuerda acontecimientos históricos, como la apertura en 1946 del aeropuerto Los Rodeos y generan ambientación con el anuncio Las muñecas de Famosas. No pasan por alto la llegada de la televisión en la década de los años sesenta, o fenómeno babybooom del que dan cuenta cuando simulan un informativo con conexiones en la calle.

De nuevo, otro toque musical: el anuncio de las aceituna La Española. Referencia al rock y los ritmos musicales de los años setenta para atreverse con una especie de reggae que cuenta este episodio de la historia del centro.

Muestra de la excelencia de cómo se cuidaron los detalles en la obra de teatro: cuando se hablaba de los sesenta se utilizaron envases de Coca-Cola de la época y ahora, al referirse al cambio de nombre, hace un año, echan mano de una lata de refresco cero.

La representación, aunque un poco densa según las edades, obra no sólo de teatro sino de arte que muestra el orgullo del colegio García Escámez en el barrio, que ha evolucionado. Basta ver el kiosco ahora de Natalia, heredado de su padre, que hasta cobra las chuches con tarjeta. 

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