Desahuciada una vecina y sus cuatro hijos en la avenida de Anaga de Santa Cruz

Susana se encuentra de momento en un hostal que está pagando el Ayuntamiento

Bolsas de ropa en el piso en el que se produjo el desahucio.

Bolsas de ropa en el piso en el que se produjo el desahucio.

Santa Cruz de Tenerife

Una vecina del municipio de Santa Cruz de Tenerife se ha quedado en la calle con cuatro hijos, de 6, 9, 17 y 18 años, tras ser desahuciada este martes, 18 de febrero, al no poder hacer frente al pago del alquiler. La concejala de Atención Social, la nacionalista Charín González, informa de que, de momento, Susana y su familia se encuentran en un hostal de la ciudad que está pagando el Ayuntamiento, hasta que se encuentre otra alternativa.

Susana, víctima de violencia machista, residía en un piso ubicado en la avenida de Anaga, en el que tenía que pagar un alquiler mensual de 2.000 euros. Cuenta que durante 20 años sufrió violencia de género. En el año 2023 decidió romper la relación. "El padre de mis hijos y yo teníamos una empresa de servicios y todo nos iba bien, de ahí que viviésemos en esta zona de Santa Cruz. Pero la situación se volvió insostenible en casa, con episodios muy violentos. La empresa quebró y todo empeoró, con un problema de alcoholismo por medio. Yo ya no podía permitir que mis hijos sufrieran lo que estaba sufriendo". Esta vecina relata que su pareja ha sido condenada por malos tratos y tiene una orden de alejamiento.

Sin recursos económicos

El mismo año que decidió romper la relación, Susana dejó de pagar el alquiler por no contar con recursos económicos. Hasta el momento, acumula una deuda con el propietario privado de la vivienda de 50.000 euros. "En este tiempo fuimos escapando como pudimos, acudiendo a los servicios sociales, a Cruz Roja y a Cáritas. Incluso mis hijos mayores me han ayudado con las becas por estudios que han recibido y los pequeños con sus huchas. Lo importante era que nunca les faltase un plato de comida. Pero no podía hacer frente al pago de este alquiler y no encontraba nada, porque me piden avales y nóminas que no tengo".

El pasado 29 de enero, recibió la notificación del Juzgado, en la que se le indicaba que el 18 de febrero tenía que abandonar el piso. La propia Susana se puso en contacto con los medios de comunicación para pedir ayuda. Indica que no tiene familia en Tenerife y que no sabía a dónde ir.

El IMAS (Instituto Municipal de Atención Social) confirma que se tenía conocimiento de este caso y que se le remitió al juez el correspondiente informe de declaración de vulnerabilidad. "Sin embargo, el juez ha decidido que el desahucio debía llevarse a cabo". La edil Charín González informa de que, en lo que va de año, se han tramitado desde el IMAS 16 informes de vulnerabilidad, a solicitud del juzgado por procedimientos de desahucios.

Susana relata que el desahucio ha sido muy doloroso para sus hijos. "Por parte de la Comisión Judicial, el trato fue totalmente inhumano, conmigo y con mis niños. Yo sólo pedía tiempo para poder recoger sus cosas. También les pedí ayuda y me dijeron que ellos no tocaban nada. Sin embargo, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía se portaron muy bien, fueron muy cariñosos con los niños, tranquilizándolos y ayudándolos a recoger sus cosas".

Este miércoles, 19 de febrero, desde el hostal en el que se encuentra, Susana cuenta que hoy los niños no han podido ir al colegio porque tienen que buscar su ropa y su material escolar. "Llegamos anoche y todavía están intentando asimilar lo ocurrido, están muy impresionados. Me dicen que se sienten como en una cárcel. Tengo unos hijos maravillosos, porque vivir una situación así es muy duro. Ahora sólo pedimos un lugar digno en el que poder vivir", asevera Susana.

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