Riesgo de derrumbe inminente en Santa Cruz: declarada la emergencia para la demolición de un inmueble municipal

El Ayuntamiento derribará una casa situada en la calle Tamadaya, en Ofra, expropiada para prolongar dicha vía

Inmueble municipal situado en Ofra.

Inmueble municipal situado en Ofra.

Santa Cruz de Tenerife

Ante el peligro existente por "riesgo inminente de derrumbe", el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha aprobado este lunes, 17 de febrero, a través de su Junta de Gobierno, la declaración de emergencia para demoler un inmueble municipal situado en el barrio de Ofra.

Se trata de la casa abandonada situada en el número 30 de la calle Tamadaya, junto al parking de Ofra, la cual fue construida hace casi 100 años. El concejal de Infraestructuras, el nacionalista Javier Rivero, explica que el inmueble pertenece al Consistorio chicharrero tras ser expropiado en el año 2022. Dicha expropiación se llevó a cabo por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo, con el objetivo de que el área de Infraestructuras pudiera urbanizar esa calle y mejorar su accesibilidad, "pues dicha casa se encuentra en medio de la misma".

Tras un largo proceso administrativo, y aunque la vivienda se expropió hace tres años, la incorporación de ésta en el inventario municipal se ha producido recientemente, hace apenas unos cuatro meses. En una visita a la casa realizada la semana pasada, y según informa el Ayuntamiento, se comprobó que el estado del inmueble había empeorado considerablemente, "pues presenta grandes grietas".

La Junta de Gobierno ha declarado la emergencia para proceder cuanto antes a la demolición de la casa, trabajos que supondrá una inversión en torno a los 42.000 euros. Según indica el Consistorio, se deben acelerar los procedimientos "debido a la situación de riesgo de derrumbe inminente, generado por el colapso estructural de la construcción". Además, manifiesta el alcalde, el nacionalista José Manuel Bermúdez, dicha construcción afecta a un peatonal utilizado por ciudadanos, "a través del cual se accede a las viviendas ubicadas enfrente de la zona afectada por el derrumbe".

El concejal de Infraestructuras, el nacionalista Javier Rivero, detalla que la ejecución de los trabajos ha sido adjudicada a la empresa Demoliciones y Derribos. Agrega que de la coordinación de la seguridad y salud durante el desarrollo de estas obras se encargará la entidad Corditec. El derribo se llevará a cabo con medios mecánicos y manuales.

Antecedentes

Ya el pasado 4 de octubre de 2024, la Gerencia Municipal de Urbanismo, de la que se encarga la edil Zaida González, del PP, informó de que este inmueble se encontraba en muy mal estado de conservación, instando a los servicios municipales de Patrimonio e Infraestructuras a la adopción de cuantas medidas fuesen necearias,"con el fin de garantizar la seguridad de los bienes y las personas atendiendo a la situación del inmueble".

Se procedió a vallar el perímetro frontal del inmueble, "teniendo en cuenta que no era ni es seguro el tránsito de personas en la estrecha calle peatonal existente". El área de Infraestructuras procedió a la valoración de las actuaciones necesarias e inició el procedimiento para poder licitar la redacción de un proyecto.

El pasado 3 de febrero de 2025, y según relata Javier Rivero, se volvió a llevar a cabo una inspección visual del inmueble, "confirmándose entonces el evidente incremento en el deterioro del mismo". Se propuso la implantación de medidas de contención para una de las zonas del inmueble, "en la que se detectó el riesgo de caída inminente de cascotes y de parte de la estructura de la casa".

La semana pasada, en concreto, el 10 de febrero, se desplazaron a la vivienda efectivos de la empresa adjudicataria del mantenimiento de inmuebles municipales con el objeto de instalar unas sujeciones. Sin embargo, dicha instalación fue "inviable" en condiciones de seguridad y se alertó del "riesgo de desplome inminente de la práctica totalidad del inmueble".

La vivienda fue construida en 1930, según el catastro, y lleva abandonada desde hace más de 16 años

Los informes determinan que esta construcción presenta procesos patológicos que pueden afectar a las estructuras y cimentaciones (desplomas, agrietamientos, deformaciones y rotura de forjados); problemas de humedades; problemas de erosión exterior; daños de revestimientos, con roturas y fisuraciones generalizadas; peligro de desplomes de los parapetos de la cubierta hacia la vía pública; peligro de caída de cascotes; daños en carpinterías exteriores; previsibles daños por xilófagos, hongos y pudriciones; y suciedades y carencia de condiciones de habitabilidad generalizadas. Asimismo, el Ayuntamiento resalta que también existe el riesgo de ocupaciones clandestinas irregulares.

Según el catastro, esta casa tiene una antigüedad de 95 años, pues fue construida en 1930. Lleva en estado de abandono y sin uso desde hace más de 16 años, aproximadamente. Urbanísticamente, el inmueble se encuentra en situación de fuera de ordenación y "afectado por una actuación aislada para prolongar la calle Tamadaya".

"Esta casa fue construida hace muchísimos años. Después se creó la calle Tamadaya, pero todo apunta a que en aquel entonces no se pudo llegar a un acuerdo con los dueños de la vivienda y ésta quedó colocada en medio de la calle. El Ayuntamiento decidió expropiarla para poder mejorar toda esa zona, como estamos haciendo también en el barrio de Duggi con un caso similar", manifiesta Rivero.

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