Lo que los ojos no ven

Antiguo colegio de las Dominicas

Antiguo colegio de las Dominicas

Antiguo colegio de las Dominicas

Domingo Medina

Santa Cruz de Tenerife

El histórico edificio que hoy visitamos a través de las páginas del periódico EL DÍA está ubicado en el número 4 de la calle Consistorio, antiguamente denominada de la Cárcel, nombre que derivó porque el 22 de febrero de 1599 se acordó emplazar definitivamente el presidio en un solar existente contiguo a la Casa de Hemerando. Se le conocía por la de la cárcel desde la época del Concejo y Regimiento. Hasta 1983, el recinto carcelario se encontraba en el interior del conjunto de los edificios municipales, como depósito de detenidos a disposición de los juzgados. En la actualidad aún permanecen las instalaciones de la antigua prisión, si bien son utilizadas con otros fines, formando parte del conjunto de edificios municipales, junto al del Ayuntamiento.

En el citado solar se construyó una vivienda de estilo tradicional canario en el siglo XVIII, más tarde parcialmente demolida para construir las instalaciones del Colegio de las Dominicas. La orden religiosa adquiere esta propiedad en el año 1907, y para tal fin le encargan el proyecto del colegio a Mariano Estanga Arias-Girón (Valladolid, 1867-Madrid, 1937), arquitecto municipal de Santa Cruz de Tenerife y autor, entre otras obras, del Hotel Quisisana, el antiguo Casino de La Laguna –en la calle de La Carrera (lamentablemente derruido)–, el Teatro Guimerá, el Círculo de Amistad XII de Enero…

Antiguo colegio de las Dominicas

Antiguo colegio de las Dominicas

El edificio se terminó de construir en el año 1912, resaltando en su fachada de color decoraciones hechas de mortero alrededor de huecos y en el antepecho de la cubierta. Los motivos que se utilizan son de signo historicista, propios del gótico tardío. Cuenta con dos puertas, la principal da acceso a través de tres gradas de piedra al zaguán y desde este al patio situado a mayor altura. La puerta, ubicada en el lado derecho de la fachada, fue la entrada a la capilla. En el piso superior aparecen seis ventanas pareadas, y sobre estas la rica decoración del parapeto que oculta el tejado, este ritmo se interrumpe en la parte derecha donde se recrean dos pináculos a ambos lados de una cruz latina. En la parte izquierda de la fachada aparece sobre una peana la imagen del fundador de la orden, Santo Domingo de Guzmán.

Primer colegio femenino

El Colegio de las Dominicas fue el primer centro de enseñanza femenino que se instaló en casco histórico de La Laguna. Unos años antes se había establecido, en el antiguo convento de San Diego, el de las Asuncionistas. Si bien durante años la madre Teresa impartió clases de párvulos a niños y niñas en las Dominicas, posteriormente tenían que abandonar los niños el centro para comenzar las clases de primaria en otro colegio, ya que este colegio fue solo femenino donde se realizaban los estudios primarios, bachillerato y preuniversitario.

La implantación de este centro de enseñanza en La Laguna causó una curiosa sensación, no solo por ser femenino, sino que las alumnas vestían un característico uniforme formado por una falda negra, blusa blanca con peto y tirantes en la parte trasera. El uniforme de gala era de color blanco con un lazo negro. Dada la temperatura de La Laguna, al uniforme tradicional se le añadió un abrigo azul marino.

La distribución del colegio, que llegó a tener hasta 500 alumnas, se definía a partir del patio central, ajardinado y con una fuente, así como varios bancos azulejados. En este lugar se impartían las clases de educación física, se celebraban fiestas y era donde se disfrutaba diariamente del recreo. A la izquierda estaba ubicado un amplio salón, que se utilizaba como sala de estudio, lugar donde se realizaban los exámenes y era utilizado también como salón de actos. En la planta baja estaba la capilla, y en un espacio contiguo donde estaba el piano se impartían las clases de música, de solfeo y de canto. En la parte alta, distribuida a través de los pasillos, estaban las aulas y los dormitorios de las alumnas internas, régimen que también ofrecía el colegio.

Mercedes Machado

El centro alcanzó una gran reputación debido al alto nivel de su profesorado. Sería imposible citarlos a todos en este espacio, si bien podemos recordar a los profesores Tomás Quintero, Jacinto Arzola –que actuaba, además, como asesor de las monjas–, Ramón García Rojas y Sebastián Sosa; a los sacerdotes Elías Yanes –que más tarde fue arzobispo de Zaragoza– y al vicario de la diócesis de San Cristóbal de La Laguna Hilario Fernández Mariños; a las profesoras Mercedes Machado –docente y abogada española, considerada la primera abogada de Canarias–, Ana María de Cossío, Esther Arias y Pilar de la Rosa, sin olvidarnos de las directoras del centro, la madre Ana María Tejedor y la madre Margarita, que, dadas su condición de licenciadas, ejercieron, asimismo, como profesoras de bachillerato.

Este centro docente fue trasladado a las afueras del casco histórico, en el camino de Geneto número 43, y actualmente sigue prestando servicios en unas modernas instalaciones. El Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna le concedió la Medalla de Oro de la Ciudad.

La oficina de denuncias del Cuerpo General de Policía, que estaba instalada en los soportales municipales desde 1968, se trasladó al edificio conocido como el Colegio de las Dominicas, una vez que esta orden dejó las instalaciones. Más tarde se le agregó también una compañía de Policía Armada en 1978, hasta el año 1983 en el que dicho cuerpo de seguridad fue trasladado a las actuales dependencias de la calle Nava y Grimón, en el edificio Hamilton, creándose la Comisaría de Policía Nacional de San Cristóbal de La Laguna.

Con el traslado del Colegio de las Dominicas y, posteriormente, el Cuerpo Nacional de Policía, el Archivo Municipal amplió sus dependencias ubicándolo en el edificio anexo a las Casas Consistoriales, donde guarda más de dos millones de documentos del primer Cabildo de Tenerife, bien conservados, desde la fundación de la ciudad hasta 1837. Está considerado «como la joya patrimonial y el archivo civil más importante de Canarias, sin duda alguna», según palabras del que fuera su director, hasta su jubilación, Luis González Duque. También aglutina el archivo donado por Manuel de Ossuna en testamento hológrafo en 1950. Además, conserva toda la documentación que desde 1837 y hasta hoy generan las oficinas y unidades del Ayuntamiento lagunero. n

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