De ‘María la Chivata’ a los drones: los 185 años de historia de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife

De los primeros agentes que regulaban el tráfico sobre un pedestal cuando Santa Cruz carecía de semáforos a la reciente incorporación de los drones, pasando por aquel famoso furgón del franquismo, ha pasado un abismo

Antiguos vehículos de la Policía Local durante una exhibición.

Antiguos vehículos de la Policía Local durante una exhibición. / El Día

Daniel Millet

Daniel Millet

De los primeros agentes que regulaban el tráfico sobre un pedestal cuando Santa Cruz carecía de semáforos a la reciente incorporación de los drones, pasando por aquel famoso furgón conocido como María la Chivata, ha pasado un abismo. La Policía Local de Santa Cruz cumplió este viernes 185 años y por tal motivo el Ayuntamiento chicharrero ha organizado un programa de actividades durante todo el año, aunque el momento cumbre llegará en mayo con la celebración de la patrona del cuerpo, la virgen de Fátima.

Todo comenzó el 10 de enero de 1840, cuando el Ayuntamiento crea dos plazas de cabo de policía porque el juez se niega a prestar más a sus alguaciles al alcalde de entonces, Bartolomé Cifra. Las dos plazas fueron asignadas unos días después a Juan Rodríguez y Agustín Basques, con una retribución de noventa reales de vellón cada uno.

Era una Santa Cruz muy diferente a la actual, en la que tuvo que pasar más de una década desde la creación del cuerpo para ver el primer semáforo, colocado entre las calles Valentín Sanz y Castillo.

Un policía local regula el tráfico sobre un pedestal en una foto antigua tomada en el entorno del Mercado Nuestra Señora de África.

Un policía local regula el tráfico sobre un pedestal en una foto antigua tomada en el entorno del Mercado Nuestra Señora de África. / El Día

El periodista tinerfeño Gilberto Alemán (La Laguna, 1931–Santa Cruz, 2011), en un artículo titulado De viejo guardia al nuevo policía, viaja a aquellos orígenes: «El viejo guardia municipal, arrastrando el sable sobre los adoquines, es una imagen histórica que guardábamos la gente de mi generación. Era un atento vigilante de la vida social y como no se producían graves altercados en la vía pública, las ordenanzas eran tolerantes. Apenas circulaban vehículos por las calles, por lo que sus grandes preocupaciones eran asistir a los entierros del vecindario y perseguir a los chiquillos que jugaban a la pelota».

«Más tarde», añade Alemán, «cuando el mundo comenzó a cambiar, también cambió la policía. Y con sus guantes blancos y sus cascos coloniales comenzaron a dirigir el tráfico en las calles montados en los taburetes donados por la casa Mercedes Benz».

El periodista recuerda en este artículo uno de los símbolos de la historia de la Policía Local santacrucera: «En plena era franquista, la Policía Municipal fue la encargada de poner en marcha un mecanismo represor que todos los hombres y mujeres de mi generación recuerdan con terror: María la Chivata».

A la derecha, aparece parcialmente el famoso furgón conocido como 'María la Chivata'.

A la derecha, aparece parcialmente el famoso furgón conocido como 'María la Chivata'. / El Día

Gilberto Alemán detalla qué era: «Se trataba de un siniestro vehículo –un furgón– que recorría la ciudad para mantener el principio de moralidad en las vías públicas, en los bares, en las ramblas y en los bancos urbanos. Con el apoyo logístico de varias motocicletas, la Policía perseguía, entre otros, a las jóvenes parejas que se besuqueaban en la vía pública».

El cronista oficial de Santa Cruz, José Manuel Ledesma, matizaque se trataba de un furgón gris, marca Citroën, matrícula TF-7040. Narra asimismo que en la sesión plenaria del 10 de marzo de 1952, el concejal inspector de la Guardia Municipal, Fernández del Castillo, quien puso a patrullar las 24 horas este vehículo, aseguró sobre este servicio: «Con esta medida se intenta depurar el ambiente de chabacanería, grosería y repugnantes modales que con demasiada frecuencia empañan el aire de la ciudad produciendo feos espectáculos y, de paso, se acaba con el triste cuadro de ver al guindilla arrastrando un borracho hacia el cuartelillo».

En esas declaraciones, aquel edil de mitad del siglo pasado recuerda el término con el que popularmente se ha llamado a los agentes del cuerpo: guindillas. Aunque ahora se tome como un término despectivo –el propio cuerpo ha llegado a rechazar esta denominación al tildarla de «falta de respeto»–, en realidad al principio se consideraba un término cariñoso.

El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, pasa revista a la Policía Local el año pasado en las celebraciones por el día del cuerpo de seguridad.

El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, pasa revista a la Policía Local el año pasado en las celebraciones por el día del cuerpo de seguridad. / El Día

La teoría más aceptada sobre su origen es que procede de las dos rayas rojas que llevó el pantalón del uniforme oficial en sus laterales. Hoy el cuerpo de seguridad capitalino, como las demás policías locales, viste de azul y los pantalones ya no tienen rayas.

El actual Gobierno de Santa Cruz no ha detallado las actividades de este año para conmemorar la efeméride. Solo adelanta, en un comunicado, que serán «actividades muy participativas» en las que la Policía Local ofrecerá exhibiciones de especialidades como la sección de tráfico, la unidad canina o el trabajo preventivo de Atestados. Se baraja una muestra de la última unidad creada por el cuerpo, la de drones, que inició sus actividades en septiembre del año pasado.

De aquellos dos cabos se ha pasado a un equipo de 321 agentes, más 40 que se encuentran en prácticas, dirigidos por el comisario Juan Francisco Márquez. Según el alcalde, José Manuel Bermúdez, la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife es «una de las más preparadas y mejor formadas de toda Canarias». «Tenemos profesionales que son referencia en numerosas especialidades policiales, pero tan importante como esa cuestión es que podemos decir que nuestros agentes, ante cualquier accidente, incidencia o emergencia siempre han demostrado su valía», resalta.

La jefatura del cuerpo se colocó en un principio en los bajos de la sede del Ayuntamiento. Pasó al Parque de La Granja, para seguir en la Recova Vieja y posteriormente en la antigua Escuela Náutica. Gilberto Alemán precisa que en 1986 el «cuartel» se traslada de la antigua Escuela Náutica a las instalaciones en las que se mantiene hoy en día en la avenida Tres de Mayo. La idea es que en un futuro a medio o largo plazo se traslade al edificio de Urbanismo, muy cerca de su actual ubicación enTres de Mayo.

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