Benzema, Mbappé y Vini JR inauguran el polideportivo de Almáciga

Cuando Pablo tenía cuatro años el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, se lo encontró por la calle que pasa por delante de la iglesia de Nuestra de Señora de Begoña, coincidiendo con la inauguración con el nuevo templo –en 2019–, y le prometió que sobre la montaña que coronaba una caseta de madera iba a construir un polideportivo. En la mañana de este sábado 7 de diciembre de 2024 el regidor se volvió a encontrar con Pablo, pelota en mano y enfundado en la camiseta de Mbappé en la reapertura de estas instalaciones deportivas de Almáciga.

Pablo Mbappé estaba arropado también por Álvaro Vini JR y hasta un total de ocho niños y jóvenes, otro con la camiseta de Benzema para disputar el partido inaugural del terreno de juego que en estos cinco años, desde que se proyectó hasta la fecha, ha tenido tiempo de ser construido por 443.424 euros, adjudicada y construida con el alcalde Bermúdez al frente y recibida por la alcaldesa socialista Patricia Hernández y de nuevo sometido a obras para reparar las anomalías detectadas, inversión que se aprobó por vía de urgencia el pasado mes de marzo y cuya mejora ya es una realidad, tras una nueva inversión de 261.894 euros.

Aunque hace cinco años se acondicionó lo que era un terraplén en un polideportivo con unos enormes muros de protección sobre la iglesia de Begoña, el entullo del terreno, al ser masapé, fue necesario volver a intervenir ya que cada vez que llovía, el agua caía sobre la iglesia construida por empeño y entrega vecinal.

El concejal de Infraestructura y Obras, Javier Rivero, explicó que los trabajos consistieron en la nivelación de la zona afectada, ejecutando el canal de recogida de agua, para hacerla solidaria con la losa del pavimento y verificando que la misma queda fuera de la zona de seguridad de la pista y añadió que a la vez que se ha procedido a la ejecución de una nueva losa flotante de unos 20 centímetros de espesor sobre la solera actual, con un doble armado y con pendiente al nuevo canal de desagüe, además de la retirada y sustitución del mobiliario deportivo, y la retirada de las instalaciones de saneamiento y electricidad para su reubicación.

El alcalde Bermúdez en la mañana de este sábado a Almáciga con miembros de su equipo de gobierno, la concejala del Distrito Anaga, Gladis de León, y los de Deportes, Alicia Cebrián, y el de Infraestructura y Obras, Javier Rivero, así como los coordinadores de la oficina del distrito, Samuel Suárez y Miguel Pérez.

Ya en el polideportivo, bendición del sacerdote recién ordenado y que se estrena de párroco en Taganana Leandro Luis López, quien agradeció estas instalaciones, que hacen bien para el alma y para el cuerpo. A falta de chipi chipi habitual en el valle de Taganana, bendición general, aprovechando también el estreno del acetre del curo y... ¿cómo se inaugura esto?, preguntó el alcalde. Con pelotazos. A jugar se dijo. Desde la esquina del terreno de juego, donde también se ha habilitado un pequeño graderío, Chacha, la sacristana de la Virgen de Begoña, sorprendió con un patadón a la pelota que no pasó inadvertida para los presentes. «A mi lo del fútbol femenino me llegó tarde», dijo a modo de disculpa. Y no fue la única que acaparó la atención, también la concejala de Deportes, Alicia Cebrián, evidenció su destreza con los pies a la hora de devolver la pelota a los jóvenes que disfrutaban del estreno.

De Taganana al colegio

La reinauguración de las instalaciones deportivas de Almáciga solo fueron la excusa para que el alcalde acudiera primero a Taganana, donde se pateó el pueblo del infatigable Luján González.

Al alcalde le bastó tomarse un cortado en el bar restaurante Picar, en la misma entrada del pueblo, para escuchar el sentir de los vecinos de la zona sobre el paso de guaguas por Anaga. En el Valle de Taganana está a favor del tránsito de vehículos grandes de visitantes, en contra de la opinión que tienen los residentes del interior del Parque Rural, hartos de coches de alquiler aparcados en los márgenes de la carretera y también temerosos de accidentes porque dos guaguas no transitan a la vez con las biondas nuevas instaladas, aunque desde Carreteras ya se ha corregido esta situación.

Tras el alto en Picar, el alcalde puso rumbo de Taganana a Almáciga, para la reapertura del polideportivo, y luego, recorrido por el caserío donde se encontró con el incombustible Ignacio del Castillo, histórico dirigente vecinal. «Mira, te voy a decir una cosa», le dijo desde su tribuna, en un muro de piedra y apoyado en su bastón que revela su autoridad y veteranía. «Tu padre sí que trabajó por Anaga, y bastante, cuando fue presidente de la FALA», le reconoció Ignacio al alcalde, en referencia a su progenitor, Severiano Bermúdez. «Tranquilo que ahora cuando vaya a comer con él se lo diré que le dará una alegría», le comentó.

El regidor no pasó por alto que en la presidencia de la asociación de vecinos se acaba de producir la alternancia y se la devolvió a Ignacio del Castillo. «Ya le dije a su hijo que con usted se rompió el molde», mientras el histórico dirigente de Almáciga repartía para todos, hasta a quien suscribe estas líneas: «¡Qué flojito que has vuelto!».

Junto a Ignacio, los primeros clientes del bar El Drago, que con el traspaso a los nuevos responsables se adaptan a los hábitos.«Antes se abría antes de las diez de la mañana, pero no han llegado porque ellos vienen de El Sobradillo», comentaron algunos.

En la visita, Ignacio del Castillo jr. llevó al alcalde por la calle de la Cruz, rumbo al viejo colegio, para pedirle una capita de asfalto que renueve el acabado. «¿Dónde está Samuel?», preguntó el alcalde, en referencia al coordinador del distrito de Anaga para que tomara nota. Y también se pidió el cerramiento de la Casa Anaga Gym que han adaptado en el exterior del antiguo colegio cuyo techo amenaza con caerse. Tarea para el concejal de Infraestructura, que acudió de visita y acabó con el encargo de solucionar el estado de abandono. Alicia Cebrián ya se había marchado para aprovechar el neopreno que se trajo, a la espera de que llegara un amigo con unas tablas, y de regreso al bar El Drago, de nuevo Ignacio del Castillo. «¿Ya te pusieron trabajo?», le preguntó al alcalde, que había tomado nota.