Plenilunio | Apertura

220 drones y miles de personas en una inauguración de Plenilunio por todo lo alto

Vecinos y visitantes desbordan la plaza de España para ver un espectáculo tecnológico de diez minutos

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Santa Cruz de Tenerife

Ni fuegos artificiales ni fuente cibernética, sino drones. 220 artilugios tecnológicos que hicieron las delicias de las miles de personas que se congregaron en la ampliación de la plaza de España que idearon los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron. Vecinos y visitantes se lanzaron a la aventura de disfrutar del espectáculo de los drones sin saber muy bien con lo que se iban a encontrar y tampoco estaba muy claro dónde era.

Desde las siete y media de la tarde la entrada a Santa Cruz por la Refinería evidenciaba un tráfico mucho más abundante respecto a otro viernes cualquiera del año, cuando lo habitual es más salir que llegar a la capital. Pero los chicharreros demostraron su novelería una vez más y, lo mejor, es que la Sociedad de Desarrollo que dirige la concejala popular Carmen Pérez y que organiza Plenilunio no solo no defraudó sino que sorprendió con el acto inaugural, que dejó sabor a poco. Y es que fueron diez minutos que volaron. Nunca mejor dicho, porque el peso lo llevaron los drones.

El acto inaugural, el espectáculo de los drones, se había anunciado a las 20:30 horas y ya desde sesenta minutos antes estaban llenas de público las jardineras que ocupan el espacio comprendido entre la Marina del Atlántico y el paseo frente al Cabildo insular. Por momentos, reinaba la incertitumbre y la incredulidad sobre lo que iba a pasar, pero «somos noveleros», comentaba uno de los vecinos de La Salud que bajó a la plaza de España y se encontró con la vecina del primero de su edificio. 

«En Palestina tirando bombas con los drones y nosotros salimos a reírnos con ellos», comentaba el mismo que conforme evolucionaba el espectáculo de los drones iba ganando su admiración, no sin algún comentario jocoso entre figura y figura: «ahora ponen la cara del alcalde», para luego añadir que «solo salta que formen las palabras de Coalición Canaria».

Ambiente de Carnaval en la plaza de España con motivo de la inauguración de Plenilunio.

Ambiente de Carnaval en la plaza de España con motivo de la inauguración de Plenilunio. / Arturo Jiménez

A las ocho y media llegó la vecina del primero al escalón que sirvió de grada improvisa para, mirando al mar que dice la canción, sentarse como si le tuvieran reservado el sitio, pedir al otro señor que estaba antes que ella que retirara su mariconera para poder incrustarse y cuando ya ganó territorio sacó su cigarro...

Falta un minuto, le comentó el vecino, a la vez que el público se preguntaba por dónde aparecerían los drones. De pronto, en la marina, a la altura del edificio Mapfre, un escuadrón de drones se eleva sobre la superficie en formación de cuatro alturas o rayas, dos azules, por debajo, y otras dos verdes, por encima, con los colores corporativos del logotipo de la ciudad. A partir de ahí, comenzó el juego del Quién es quién para adivinar las formas mágicas que se dibujaba con drones que cambiaban de color... Primero, una perla, que parecía de las conchas, luego un chicharro en un guiño a la ciudad, para seguir con un caballito de mar, un caracol, un pez, un calamar, una manta, un pez espada una orca... y dibujo cómplice que rápidamente identificaron los vecinos: el Auditorio de Tenerife Adán Martín, y el diseñador del espectáculo se vino arriba cuando configuró los dos corazones de la imagen corporativa de Santa Cruz, Corazón de Tenerife. Aplausos. Y otro gesto más cuando escribió en el cielo de la bahía chicharrera: Plenilunio. Más aplausos y un bis, con los corazones. Aplausos mientras los 220 drones simulaban la explosión de fuegos artificiales para formarse en escuadrón y retirarse. Y todo en 10 minutos. Aplausos y comentarios de satisfacción. «Valió la pena», reconoció el mismo vecino que al comienzo evidenciaba su incredulidad con el éxito de la experiencia.

La Orquesta Filarmónica de Tenerife ofreció un concierto en la plaza Candelaria.

La Orquesta Filarmónica de Tenerife ofreció un concierto en la plaza Candelaria. / Arturo Jiménez

Al darse la vuelta para poner rumbo a Santa Cruz desde el mirador del borde de la plaza de España, una marea de personas había tomado el lugar. Ni en la procesión de la Virgen del Carmen había tanta gente en el puente verde que sirve de acceso entre la ciudad y el puerto chicharrero.

Como si no hubiera un mañana, las miles de personas pusieron rumbo a la plaza de la Candelaria. La segunda parte del espectáculo de la noche inaugural de este Plenilunio que se prolonga hasta este domingo lo protagonizaba precisamente el público que desbordó el corazón de Santa Cruz, con un ambiente festivo que trajo al recuerdo el Carnaval; con mucha gente, aunque no tanta como la que se reúne en febrero. Nada que ver. Pero un éxito rotundo para ser la noche de un viernes de octubre.

Ambiente de la plaza Candelaria para disfrutar con el concierto de la Orquesta Filarmónica de Tenerife.

Ambiente de la plaza Candelaria para disfrutar con el concierto de la Orquesta Filarmónica de Tenerife. / Arturo Jiménez

Ya al llegar a la plaza de España, a la altura del Olympo, una barrera de motos aparcadas devolvía la realidad, si bien un río de personas subía a izquierda y derecha del escenario instalado en la plaza Candelaria donde la Orquesta Filarmónica de Tenerife hacía las delicias del público con la interpretación de bandas sonoras en una noche... de película. En el mismo escenario testigo de tantos bailes de Carnaval, reinaba la música propia del séptimo arte, y propició un segundo alto, mientras los camareros del Míster Smile se las veían y deseaban para llevar la comanda de la barra a la terraza. Los diez minutos del espectáculos de los drones movilizaron a miles de personas que salieron a disfrutar de la primera noche en las terrazas de la capital y que, por la afluencia de este viernes, se augura un éxito hoy, día grande. 

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