Atención Social

El ‘acuerdo Benjumea’ devuelve la paz al Servicio de Ayuda a Domicilio

La mediación del consejero delegado del IMAS permite que las auxiliares desconvoquen sus protestas al reconocer sus derechos

Miembros del comité de empresa celebran el acuerdo con Atende después de la firma.

Miembros del comité de empresa celebran el acuerdo con Atende después de la firma. / El Día

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Santa Cruz de Tenerife

Martes 1 de octubre. 19:30 horas. Fernando Atiénzar, de Comisiones Obreras; Míriam Enríquez de USO; Cristina González, de Intersindical Canaria (IC); y Verónica González, de la Confederación General de Trabajadores (CGT), miembros de cuatro de los cinco sindicatos que ostentan la mayoría del comité de empresa, cumplimentan la cita que había convocado el consejero delegado del IMAS Leopoldo Benjumea el viernes de la semana pasada.

Ese día el Ayuntamiento acogió un pleno ordinario en el que los socialistas pusieron contra las cuerdas al equipo de gobierno al cuestionar el nuevo modelo de gestión que prepara la concejala del IMAS para el Servicio de Atención a Domicilio, en una moción de Elena Mateo y Patricia Hernández, que contó con la participación de las asistentes sociosanitarias Verónica González y Teresita Porto, que aportaron la voz de la experiencia en la sesión. Y no se quedó ahí la fiscalización del PSOE, pues la concejala Alana Chinea, en el turno de preguntas, se interesó por la situación laboral de las trabajadoras y por qué el ayuntamiento no había denunciado los incumplimientos de los pagos al no revisar al alza los sueldos.

La concejala del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), la nacionalista Charín González, no entendió nada de la postura de las trabajadoras. En las reuniones mantenidas con anterioridad había reinado el consenso y el entente cordial y en el pleno parecía haberse destartalado todo, máxime cuando Charín González había movido ficha, de nuevo, la víspera del pleno para formar a la empresa a dar incrementar de 371 a 400 euros la compensación para las auxiliares porque no se incumplía las 48 horas de descanso. La oferta, que vio con buenos ojos UGT, no convenció a la mayoría del comité de empresa.

El día del pleno las trabajadoras ya habían formalizado en la Subdelegación de Gobierno la convocatoria de sus movilizaciones: la primera, prevista para la tarde del viernes de esta semana a las puertas del Ayuntamiento; la segunda, en la mañana del día 25 de octubre, coincidiendo con una nueva sesión plenaria, una manifestación que obligaría a cortar Méndez Núñez, pues las más de trescientas trabajadoras tenían previsto recorrer el tramo del Reloj de Flores a la Casa de los Dragos.

‘Acuerdo Benjumea’

Nuevo movimiento de Charín. Esta vez acude a su consejero delegado en el IMAS, Leopoldo Benjumea, quien ha mantenido una relación fluida durante todo el tiempo de las demandas con las auxiliares a instancias de la concejala, que también bajó a la arena en algunas reuniones.

Al término del pleno, Benjumea envía un correo electrónico para reunirse con la mayoría del comité, sin UGT, e intentar retomar la paz y poner cordura.

La cita se celebra la tarde de este martes. El consejero delegado va al grano: «¿qué hace falta para desconvocar las movilizaciones?», le cuestiona a sus cuatro interlocutores sindicales, que le plantean la misma relación que dos días antes habían elaborado en el seno del comité mayoritario como ideario para hacer valer sus demandas.

El ‘acuerdo Benjumea’ incluye ocho puntos y obtiene primero la bendición de la concejala del IMAS, con la mediación de su consejero delegado, y luego se firma con la empresa Atende, a la que pertenecen los trabajadores, y que es una de las seis que optan a la licitación del servicio con el nuevo modelo de gestión.

Entre los compromisos, concejala y empresa aceptan que las limpiezas de choques ya no las realizarán los auxiliares, crear una mesa de trabajo para velar por las funciones del persona donde haya un equilibrio entre las funciones de limpiar y las tareas de atención a domicilio –«no somos limpiadoras», era el lema de sus protestas–, se establece uniforme, con carta de colores que informa al personal de la situación de cada usuario, la revisión y seguimiento de los servicios y las prestaciones a los usuarios, un lugar para la entrega del material al personal y más y mejores medios y seguimiento del cumplimiento de estas promesas. 

Con la satisfacción del acuerdo, el comité de empresa –sin UGT, al que han dejado al margen de esta negociación– cancela todas las movilizaciones y amenazan con retomar las medidas si hay incumplimientos, mientras la concejala del IMAS «agradece al comité, a los sindicatos y a sus representantes su buena predisposición, entereza y saber hacer para mejorar la ayuda a domicilio en el municipio». Solo faltó un... «gracias, Benjumea», por cuanto pacifica la relación laboral y facilitar consenso con el nuevo modelo de gestión.

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