Patrimonio Histórico | Rehabilitación del Templo Masónico

El ministro Torres presenta el Templo Masónico como un monumento a la libertad

El alcalde Bermúdez prevé inaugurar el inmueble a mitad del próximo año, una vez rehabilitado

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Santa Cruz de Tenerife

Más como profesor –de Historia y no de Lengua y Literatura, como es el caso– que como ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, el socialista Ángel Víctor Torres visitó en la mañana de este miércoles 4 de septiembre las obras de rehabilitación del Templo Masónico que se iniciaron en septiembre de 2022 y que se prevé que sean entregadas en febrero o marzo del próximo año. 

A las puertas de esta centenaria joya arquitectónica de Santa Cruz, Ángel Víctor Torres presentó el inmueble como un monumento a la libertad y los derechos ganados con la Democracia y que dejan atrás medio siglo de dictadura, «cuando no existía ni el divorcio, una mujer no podía abrir una cuenta bancaria, no se admitía al matrimonio homosexual, la relación homosexual era perseguida –incluso eran recluidos en centros de trabajo como aquí al lado, en Fuerteventura–; eso lo tiene que saber la población joven para que lo contrarreste, lo compare y vea qué hemos ganado con los derechos que se han asumido a través de la Democracia, de la libertad y justamente en estos momentos».

Torres se convirtió en el segundo ministro del Gabinete Sánchez en visitar la obra a la centenaria joya del patrimonio chicharrero; el anterior fue el otrora responsable de Cultura, el catalán Miquel Iceta, como recordaría el alcalde santacrucero, José Manuel Bermúdez. Poco después de las 10:30 horas, el ministro Torres llegó a la calle San Lucas en una caravana de tres vehículos oficiales que paró a la altura de la sede provincial de Cruz Roja y la salida trasera de la iglesia del Pilar. Como si de Los hombres de Harrelson se trataran se bajaron los escoltas que abrieron paso en una calle semipeatonal al paseíllo que afrontó el expresidente canario en compañía de Fernando Martínez, no solo secretario de Estado de Política Territorial y Memoria Histórica y exalcalde de Almería entre 1991 y 1995, sino también catedrático en Historia Contemporánea y experto de Masonería en Andalucía.

Superado los veinte metros a la carta de los totales para las televisiones, a la puerta del Templo Masónico esperaban a la corte ministerial el concejal socialista en Santa Cruz, Florentino Guzmán Plasencia –que suma ya casi cuatro lustros con su acta–, el subdelegado del Gobierno enla provincia tinerfeña, Javier Plata, también del PSOE–; el primer teniente del alcalde, el popular CarlosTarife –con cara de pocos amigos–, y el director de Gabinete del ministro Torres, Antonio Olivera Herrera, que jugaba en casa.

Ya dentro del recinto, a los pie de la fachada del Templo Masónico, dos escalones por encima y entre las cuatro esfinges –una de ellas en pleno proceso de rinoplastia–, el alcalde Bermúdez, que actuó como anfitrión para mostrar la evolución de la rehabilitación que ha sido sufragada en su totalidad por el Estado gracias a una enmienda a los Presupuestos Generales consensuada entre el PSOE y CC, que ha supuesto una inversión de tres millones de euros.

En la conversación, el regidor puso en valor la importancia que supone para la ciudad este inmueble por su valor arquitectónico para el patrimonio municipal y también ahondó en el atractivo turístico que supondrá. «¿Cuántos masones hay en el Reino Unido? Muchos vendrá como turistas a Tenerife cuando sea ya visitable», explicó Bermúdez antes de la visita guiada de veinte minutos que realizó con el ministro y su secretario deEstado en compañía de la arquitecta de la rehabilitación María Nieves Febles y antes de atender a los medios de comunicación.

«¿Cuántos templos cómo este pueden haber en el mundo?», comentaron en un aparte el alcalde, que buscó la complicidad del concejal socialista y masón Florentino Guzmán Plasencia, junto a Torres y su secretario deEstado, experto en Masonería de Andalucía, para quien seguro no le era extraño el dato de que de los cuatro templos de estas características que se proyectaron en España entre 1868 y 1936 –el último y más largo período de autorización de la masonería–, solo se conserva el de la Logia Añaza.

Ascensor de pasos perdidos

El regidor municipal, que hace quince días ya había visitado por última vez la obra de rehabilitación del Templo Masónico y anunció que estaría finalizada en enero, presentó la evolución de los trabajos «que pretendemos que concluyan en febrero o marzo del próximo año, para que esta construcción de primer orden y única en Europa pueda ser visitada a partir de mediados del 2025, en cuyo contenido de uso ya trabajamos». Así, Bermúdez dijo a la comitiva ministerial que espera inaugurar el inmueble en mayo del próximo año, al margen del proyecto dotacional que, por un presupuesto que se prevé que ronde el millón y medio de euros, se pueda afrontar la puesta en marcha del futuro centro de visitantes que estará emplazado en un edificio de conocimiento de lo que supuso la masonería.

En el recorrido en petit comité por el interior del Templo Masónico, Bermúdez no se pudo mostrar más satisfecho con la evolución de los trabajos y la importancia que supondrá para Santa Cruz la reapertura de esta joya del patrimonio municipal. «Es una rehabilitación que es casi de pincel», resumió en una frase, para precisar que «todo simbólico, donde todo tiene una numerología y hasta el emplazamiento tiene la simbología de estar alineado en longitud y latitud con determinados edificios singulares en el resto del mundo, pues eso ya, por sí mismo, tiene un relato». Eso sin olvidar el trabajo minucioso que se desarrolla para recuperar hasta el friso de estancias interiores.

Tras superar los escalones, la comitiva se adentró en el Salón de los Pasos Perdidos, antes de acceder a la Sala de Tenidas, en propio templo en sí, y es que arquitectónicamente se trata de un cubo dentro de otro. A la izquierda del Salón de los Pasos Perdidos se ha habilitado un ascensor que viene a ocupar una pequeña estancia que originariamente, como si de un pequeño templo aledaño se tratara, se destinaba al comité de altos grados filosóficos. El elevador se llegó a plantear en la trasera del inmueble que da a San Clemente –en otros casos se ha habilitado de forma externa incluso–, aunque finalmente se ha emplazado a la entrada, a la izquierda.

Ya en el templo, la comitiva se deleitó en el trabajo desarrollado para la recuperación de la Sala de Tenidas –el templo–. Al fondo, a la derecha, las escaleras permiten acceder a la segunda planta del Templo Masónico, que ocupa la parte más próxima a la fachada, y donde se prevé instalar el centro de interpretación, mientras que en la tercera y última se contempla las futuras oficinas.

«Una magnífica labor»

El término del recorrido por el Templo Masónico, Ángel Víctor Torres pareció contagiado de la ilusión del alcalde Bermúdez, y se deshizo en elogios y felicitaciones que repartió por igual entre políticos municipales y técnicos. «Quiero agradecer al alcalde de Santa Cruz su acogida y también al equipo técnico que está haciendo un magnífico trabajo de una obra que tiene una aportación del Gobierno de España de unos 3 millones de euros». «Hemos comprobado que se está haciendo una magnífica labor de recuperación de este edificio que es propiedad municipal desde hace años y que finalmente se va a abrir de acuerdo a lo que también el Ayuntamiento ha planteado».

«La Corporación local –continuó Torres– sostiene que se abrirá como centro de visitantes a un edificio de conocimiento de lo que supuso la masonería, y en ese sentido, recordar que la Ley de Memoria Democrática 20-22 establece la justicia, la verdad y la no repetición y la reparación como pilares fundamentales para la memoria democrática y en ese sentido la masonería fue víctima de la dictadura» y añadió que «se hacía creer por parte de la propaganda franquista que los masones hacían barbaridades»

El concejal de Infraestructura y Patrimonio, Javier Rivero, explicó a EL DÍA, la labor de investigación del equipo redactor del proyecto (Febles Arquitectos), la implicación de la empresa constructora (Víctor Rodríguez) y el trabajo de restauradores. «Solo en la sala de ágapes han estado un año retirando las manos de pintura plástica que se había aplicado sobre la simbología original y han sido capaces de recuperarla en su totalidad partiendo de pequeñas muestras. El Templo no es una obra normal, es una obra de arte, una obra de pincel, como dijo el alcalde». 

Casi como juez y parte, Florentino Guzmán Plasencia, el socialista que lleva desde 2007 como concejal en Santa Cruz de Tenerife y que solo en sus primeros cuatro años como edil integrado en la oposición promovió catorce mociones para rescatar del olvido el Templo Masónico después de que el Ministerio de Defensa lo sacara a subasta en 2001, tras darle su uso final como farmacia militar.

En 2011 accede Bermúdez a la Alcaldía, un gobierno que contó con el apoyo del PSOE, entre los que se encontraba el propio Guzmán, juntos han convertido el Templo Masónico en una cuestión de Estado, ajena a recriminaciones, que ha permitido la convocatoria de hasta tres concursos para su rehabilitación, la enmienda presupuestaria y la ejecución ahora en marcha que permitirá recuperar antes de un año esta joya del patrimonio que se inauguró en 1904, hace ya 120 años.

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