Parroquias, scouts y colegios se vuelcan con las alfombras del Corpus Christi de Santa Cruz

«Pureza de María, nuestro cole, ¿no, mamá?». El pequeño Pablo identifica entre las alfombras que tapizaron el casco antiguo de Santa Cruz la que realizó su colegio cuando disfrutaba con sus padres de un paseo por la calle del Castillo. Era una de las más de treinta que confeccionaron parroquias, grupos scouts y colegios para celebrar la festividad del Corpus Christi en la capital.

No había llegado la Policía para proceder al cierre de las calles la tarde del pasado viernes y ya niños y mayores, en su mayoría de los colegios de La Pureza, Hispano Inglés, La Salle, Hogar Escuela y Escuelas Pías, se dieron cita junto a la zona asignada para realizar su tapiz, que coincide con el mismo sitio de ediciones anteriores en la mayoría de los casos. 

Para que todo esté a punto, Fran Vera lleva el control, en la treinta edición que se celebra del Corpus Christi en la capital tinerfeña que viene marcada por uno de los valores tanto de esta festividad como, en particular, de la labor catequética en la iglesia de El Pilar: Avelino Cruz, el gran ausente esta edición y sin embargo presente en el recuerdos de todos.

Fran Vera, ingeniero técnico industrial de 36 años de edad, camina con sigilo, para pasar desapercibido y sin embargo que esté todo preparado y dispuesto. De La Concepción a San Francisco se han dispuesto cuatro puntos de avituallamiento de sales, de las que en total hay diez mil kilos que se reparten en las dos iglesias que acotan el trayecto y, a mitad de camino, en los cruces de Imeldo Serís y la plaza de la Candelaria.

El resurgir del Corpus Christi comenzó en Santa Cruz en 1995, como una herencia que dejó la visita de la Virgen de Candelaria a la capital con motivo de su cinco siglos de la fundación; entonces Fran tenía seis años... Hoy está casado con Candy Carreiras y es padre de dos hijas, Alejandra, de 6 años, y Daniela, de 5, que además de estar vinculadas a la parroquia de El Pilar como familia, las pequeñas integran la comunidad escolar de La Pureza de María, colegio que no se dio tregua: el viernes por la mañana, de romería por la Rambla de Santa Cruz, y por la tarde noche, haciendo alfombras.

Ajeno a un orden cartesiano, el recorrido del Corpus desde La Concepción a San Francisco parece ordenado por tapices de parroquias, otra zona para los tres grupos scouts participantes y una tercera y última de colegios.

En la tarde-noche del viernes, en las calles de San Francisco y Cruz Verde, solo faltaba la música de Hakuna para bordar un ambiente tan festivo como familiar, con un viario lleno de bote en bote. Y es que hasta eso tiene previsto Fran: desde las ocho de la tarde del viernes hasta la medianoche se dieron cita los mayores para realizar las alfombras;fue en su mayoría el día de los colegios, ya que al día siguiente, el sábado por la mañana desde las nueve y media hasta poco antes de las cuatro –cuando pasó Valoriza, para repasar y que todo estuviera tapizado y listo para la procesión que salió tras la misa de siete en La Concepción– tocó el turno –porque así se organizan para facilitar los trabajos– a las parroquias y grupos scouts. Entre los participantes, un estreno, el del Club Nayra, que siguió los pasos del otro club, Ucanca. Y hasta tres grupos de Scout: Ucanca, Guaxara y Anambro.

Más allá del resultado, lo mejor la experiencia vivida por los participantes en un ambiente distendido que hacen bueno los primeros pasos, cuando Joaquín, de San Francisco, llevaba el peso de la organización a la que se incorporó Fran Vera en 2009, que junto a todos los grupos han revitalizado el Corpus.