Ataques de ansiedad, desmayos y jóvenes escondidos el ropero: los detalles de la fiesta Univerzzzo en la sala Dubái de Santa Cruz

Está siendo uno de los sucesos más comentados en Tenerife desde el día de Navidad por la mañana: la fiesta Univerzzo que se celebraba en la Sala Dubai y que fue suspendida por la policía poco después de empezar por la gran cantidad de gente que se agolpaba en la puerta y en el interior del local, ubicado en el polígono del Mayorazgo. Testigos que han hablado con El Día explican como se vivieron los momentos más complicados tanto el interior como el exterior de la sala Dubai y el "miedo" que llegaron a sentir.

Ataques de ansiedad tras la avalancha

La intervención de la polícia se llevó a cabo tras producirse una estampida que personas que, con su entrada, querían entrar al local donde se celebraba la fiesta de Nochebuena. Varios testigos aseguran que numerosos clientes sufrieron "ataques de ansiedad" debido a los momentos de extrema tensión que se vivieron a las puertas del lugar donde se estaba produciendo el evento Univerzzo.

"Pasamos mucho miedo. Pensábamos que no íbamos a salir de la avalancha de gente que quería entrar", afirma Silvia Gutiérrez, una de las asistentes que nunca llegó a entrar. "La gente se puso nerviosa... Y de repente comenzaron los empujones y la desesperación", asegura, por lo que desde que pudo "escapar" decidió marcharse.

Gente dentro escondida en el ropero

"Cuando estábamos en la puerta ya era un punto de no retorno por toda la gente que se acumuló y cuando me quise ir ya empezó a entrar la gente empujando y formando una avalancha", explica Carlos Esparza, un asistente al que toda la avalancha le pilló dentro del local ya.  Su reacción más inmediata fue meterse rápido hacia la parte más alta, que era el ropero, y le preguntó a un trabajador si se podía quedar ahí con él hasta que se calmara la cosa. El joven le explicó la situación y lo dejaron sin ningún problema. "Una vez ahí ocurrió otra avalancha de gente algo más descontrolada". Esparza estuvo en el ropero entre las 01:40 y las 03:00 horas, aproximadamente, y esperó a sus hermanas para llevarlas a casa algo más de 20 minutos, lo que se tardó en evacuar el interior del local.

El desmayo de un trabajador

Christian Hernández, otro de los asistentes, fue testigo de como un trabajador del local contiguo se desmayaba "al ver la cantidad de gente que había en el interior". Una joven asistente a la fiesta tuvo que ser atendida por los servicios médicos tras padecer un desmayo.

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