El Ejército renueva su compromiso de tres siglos con la capital tinerfeña

El simbólico cambio de guardia entre la infantería del siglo XVII y la actual centra el izado de bandera que cierra la celebración de los 300 años de Santa Cruz como sede de Capitanía

Santa Cruz de Tenerife

El Ejército renueva su compromiso de 300 años con Santa Cruz. Es un sentido final para la semana que conmemora los tres siglos de la capital como sede de la Capitanía de Canarias. El entorno del Palacio de Capitanía, en la calle Méndez Núñez y la plaza de Weyler –dedicada al militar de ese apellido, Valeriano de nombre, en el cargo entre 1878 y 1883, y Grande de España con el título de marqués de Tenerife– acogió el último acto de los cuatro días para recordar tres siglos de capitalidad militar de Canarias. El relevo de la guardia entre la infantería del siglo XVII y la actual, y el izado de la bandera nacional ponen fin al programa.

Un sol de justicia cae a plomo al mediodía sobre militares y civiles –unos 200– en una mañana con mucha simbología durante el desarrollo del principal acto de esta conmemoración. Primero, la del propio edificio aunque no cumpla 300 años sino 140 (la entrega de la construcción data de 1883).

También es simbólica la presencia de los miembros de la Asociación de recreadores de la Gesta de 25 de Julio, que protagonizaron el cambio de la guardia en cuatro puntos alrededor del inmueble dando el relevo con sus uniformes de época de los Tercios de Flandes a otra unidad del mismo cuerpo, Infantería, pero de la actualidad, la Canarias número 49.

Un guiño temporal a 1723, el año del traslado de la entonces Capitanía General y hoy Mando de Canarias desde La Laguna a Santa Cruz. Su sede estuvo en el Castillo de San Cristóbal y en otros inmuebles como la Casa de Carta hasta el traslado al actual Palacio cuya fachada da a la calle Méndez Nuez.

El Ejército renueva su compromiso  de tres siglos con la capital tinerfeña

El Ejército renueva su compromiso de tres siglos con la capital tinerfeña / José Domingo Méndez

Para continuar con los símbolos, la bandera de España, que fue izada de manera solemne en un mástil ubicado en la plaza Weyler –otro símbolo–. Se cortó la calle, lo cual ocasionó algún trastorno a los vecinos a la hora de usar el transporte público, pero valió la pena para aquellos aficionados a presenciar desfile. Este fue corto, pero intenso dentro de la marcialidad y el ceremonial tradicionales. Lo presidió el Teniente General Jefe del Mando Militar de Canarias, Julio Salom, acompañado, entre otras autoridades como el Obispo de a Diócesis, Bernardo Álvarez, por el alcalde chicharrero, José Manuel Bermúdez. Aplausos y algún tímido viva España entre el público tras el paso de las tropas camino de La Salle.

Salom cambió el sentido del micrófono situado e el exterior para dirigirse de frente a los chicharreros que estaban en la plaza a los que agradeció su presencia. Entre otras cosas, señaló que «este cambio de la guardia simboliza, además, un relevo del compromiso entre la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, desde la que bajó hace 300 años ,y Santa Cruz de Tenerife con el Mando de Canarias».

Luego tuvo lugar otro emotivo momento, el descubrimiento de una placa que recuerda la efemérides. El Teniente General Salom, que la descubrió junto al alcalde Bermúdez, invitado de honor, recordó a los siete compañeros de armas presentes, que le han precedido en el cargo, y de manera simbólica –otra– al general Gutiérrez, protagonista de la Gesta del 25 de Julio. Allí estaban los tenientes generales Antonio Ramos-Yzquierdo, Javier Arregui, Emilio P. Alamán, José Luis Vega, César Muro. Pedro Galán y Carlos Palacios.

Defensa y preparación

Julio Salom valoró la responsabilidad del Mando de Canarias al tener los últimos años un radio de acción mayor en cuanto a responsabilidad, que incluye a Ceuta y Melilla. No olvidó valorar «el compromiso de esta institución con la defensa y la preparación para ella con el mandato constitucional siempre presente. Con lealtad y servicio a la patria».

Este momento final de la jornada de conmemoración, saldado con el aplauso unánime de los presentes, tuvo como escenario el Patio Central del Palacio de la Capitanía General entre las imágenes de la exposición fotográfica inaugurada hace unos días que recuerda el hito histórico.

Sobresalieron dentro de esta programación especial bajo el lema Honrando el pasado, mirando al futuro los actos musicales; las jornadas de puertas abiertas para el público visitante de la muestra; las conferencias en el Real Casino de Tenerife con la historia como eje o la solemne entrega de cédulas de nombramiento a los nuevos embajadores de la Marca Ejército para contribuir a la difusión y fortalecimiento de una imagen positiva de la milicia. Otro aspecto resaltado durante estos días de homenajes es la importancia de la acción de los capitanes generales en el desarrollo urbanístico de la ciudad que acoge la Capitanía con el legado de infraestructuras clave para la posteridad.

Cuatro días de noviembre, desde el pasado lunes, que han permitido hacer realidad la curiosa unión de pasado y presente con el Mando Militar de Canarias como eje. Desfile, cambio de guardia y solemne izado de la bandera cierran unas emotivas jornadas. Qué decir en este sentido de las melodías clásicas. Del Soldadito Español o Banderita a la inconfundible sintonía de aquel mítico programa de Televisión Española –entonces la mejor y única televisión de España– Tierra, Mar y Aire que presentaba un grande de la locución como Ángel Losada.

La muestra del Patio Central y la placa, que quedará para siempre como recuerdo, son otros símbolos de estas jornadas especiales. Parafraseando a Napoleón se puede decir a los que acudan a la exposición que tres siglos de historia les contemplan. De la presencia militar y también de la propia ciudad de Santa Cruz de Tenerife.

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