La aparición de la vieja canalización de agua retrasa dos meses la obra de La Rosa

Dice el refranero popular que una de las maldiciones es que «en obras te veas». En la calle de La Rosa, donde desde el inicio de verano se trabaja en la remodelación de esta principal arteria del barrio de El Toscal, ha vuelto a ocurrir lo mismo que en su día en Imeldo Serís. Entonces fue el hallazgo de la antigua canalización del barranco del Aceite y en esta oportunidad, la tubería de suministro de agua que no solo nutre a este enclave sino que tiene un papel protagonista en el servicio de la ciudad. Por este motivo, el concejal de Infraestructuras y Obras del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, el nacionalista Javier Rivero, explicó que se tuvo que alterar la hoja de ruta.

El nuevo Dámaso Arteaga del actual equipo de gobierno precisa que se ha trabajado en habilitar un by pass para garantizar el paso del agua, lo que se ha traducido en trabajos añadidos en la agenda inicial y, por ende, se traduce en un retraso sobre las primeras estimaciones de finalización de la primera fase que ronda los dos meses y medio.

De otra forma, el concejal de Infraestructuras y Obras calcula que la primera de las ocho fases en la que se ha dividido la mejora de la calle de La Rosa, entre San Isidro y segunda de Ravina, quede lista en febrero del próximo año. De los cuatro meses iniciales previstos, se demorará en dos y medio, un tiempo que no solo se ha invertido en garantizar una red en paralelo que permite garantizar el agua de abasto no solo en El Toscal sino en otros núcleos colindantes de esta zona de Santa Cruz, sino que en paralelo se trabajado en actuaciones en paralelo que estaban previstas en otro momentos del calendario de obras, como las telecomunicación y la preparación de la acometida a la red principal desde las viviendas de la zona de La Rosa.

Obras de la calle de La Rosa, en Santa Cruz

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Javier Rivero reconoce la dificultad que ha supuesto no solo el contratiempo del hallazgo de la canalización de agua, sino en la complejidad añadida de la antigüedad de la red, lo que se ha traducido en los cortes y desvíos que han soportado los vecinos en estos primeros tres meses, por lo que agradece la colaboración y comprensión de los residentes de el barrio de El Toscal.

Aunque se trata de una demora en el calendario inicial, el responsable de Infraestructuras y Obras destaca que se ha aprovechado también en avanzar no solo en la búsqueda de soluciones, que ya son una realidad –como el by pass–, sino en la puesta en marcha de otras acometidas referidos a las telecomunicaciones o mejoras que se han adelantado para dejar previstas sobre las previsiones.

Demolición del asfalto

Javier Rivero precisó que desde el martes de la semana pasada, ya superada la puesta en marcha del by pass de la canalización principal del agua, las máquinas han comenzado a la demolición de asfalto de la calle de La Rosa, que deja paso a la restitución de la nueva red. Se trata de la supresión de empichado que supera los veinte centímetros de espesor como consecuencia de las diferentes capas que se han ido sumando en diferentes épocas.

En la actualidad se avanza en la excavación para la instalación en zanja de la nueva a tubería de agua potable, saneamiento y pluviales, ya conforme a las previsiones una vez desarrollada la alternativa del by pass.

La remodelación de la calle de La Rosa igualará la rasante de la vía con la creación de una plataforma única, combinando una zona peatonal para otra reservada al tráfico y que quedará delimitada por el uso de pavimentos diferentes, con unas aceras más anchas que las actuales, para el disfrute del paseo. La configuración final de la vía se asemejará a la nueva Imeldo Serís. Al término de los dos años de obra –a lo que hay que añadir los dos meses y medios de retraso, por ahora—, La Rosa será una vía principal de Santa Cruz, para el disfrute de sus vecinos, entre el cuartel de Almeyda y la plaza del Príncipe.

La mejora de esta vía supondrá una inversión de 4,4 millones de euros y se traducirá en un notable cambio en la zona, con la supresión de aparcamientos y una calzada de fachada a fachada para el disfrute peatonal, habilitándose solo un carril de paso para los vehículos. De resto, se potenciará el tránsito de vecinos y visitantes, con la incorporación de vegetación, según prevé el proyecto.